The Blue Boat Initiative: innovación chilena que busca proteger a las ballenas a través de boyas inteligentes

El tráfico marino es una de las principales amenazas para los mamíferos marinos, debido, principalmente, a las lesiones, incluso varamientos, producidos por las colisiones y al ruido que generan. Actualmente, el 90% de las mercancías a nivel mundial es transportada por los océanos a través de embarcaciones, las que son cada vez de mayor tamaño y más rápidas, lo que aumenta la amenaza para las ballenas.

En los últimos 10 años se han registrado al menos 40 casos de muertes o heridas a grandes ballenas asociadas a la interacción con embarcaciones en nuestro país y para evitar que esto siga ocurriendo, el Ministerio del Medio Ambiente, en conjunto con la fundación MERI, desarrollaron una innovadora iniciativa que busca reducir las colisiones y monitorear el estado de salud de los océanos para proteger a los cetáceos y los ecosistemas marinos.

The Blue Boat Initiative, proyecto pionero en Sudamérica, consiste en instalar una red de “sonoboyas” en la Patagonia chilena, con la finalidad de avisar en tiempo real la presencia de ballenas a las embarcaciones de la zona, para que estas al recibir la información disminuyan su velocidad, reduciendo el riesgo de colisión y también el ruido submarino. Al mismo tiempo estas boyas cuentan con sensores de temperatura, PH, salinidad, nutrientes con el fin de registrar cualquier alteración en los océanos funcionando como un actor fundamental en la lucha contra la crisis climática.

Este proyecto se lleva a cabo con avanzada tecnología que ha sido probada en otros países y que incluye un sistema de monitoreo acústico pasivo y un sistema de monitoreo acústico oceanográfico. La información se recaba a través de la boya inteligente que detecta la presencia de las ballenas y emite una señal al satélite, el cual envía otra señal a la estación de alerta temprana más cercana, luego el barco recibe la información, baja su velocidad o se aleja del lugar.

Ballenas y su rol combatiendo el cambio climático

Las ballenas podrían ser como grandes bosques. Al igual que las plantas, su gran cuerpo facilita la captura y liberación de carbono. Durante su vida captan, en promedio, 33 toneladas de CO2 lo que equivale a unos 1000 árboles, el cual es absorbido por sus cuerpos y no retorna a la atmósfera. Al morir, el cuerpo de las ballenas se hunde al fondo del mar junto a las toneladas de carbono que ha logrado almacenar, el cual queda secuestrado por miles de años.

Mientras viven, las ballenas trasladan nutrientes desde la superficie hasta el fondo del mar a través de sus heces, las que son abundantes en hierro y nitrógeno, minerales escasos en el mar. Estos minerales actúan como fertilizante, intensificando la productividad de los fitoplancton, criaturas microscópicas que aportan con el 50% de todo el oxígeno que hay en la atmósfera y a la vez capturan el 40% del CO2 que se produce, lo que equivale a cuatro bosques como el amazonas.

Fundación MERI y las ballenas

Fundación Meri es una institución privada sin fines de lucro que desarrolla investigación científica y educación ambiental para la conservación de ecosistemas estratégicos de Chile y el mundo. Además, se encarga de estudiar diversos objetos de conservación, o sea, especies que se encuentran bajo amenaza presentes a lo largo de la región, para así proveer de información científica a quienes son responsables de tomar las decisiones.

Desde el año 2012 se encargan de monitorear acústicamente a las ballenas, específicamente en la región de Chiloé, con el fin de brindar evidencia científica y respaldar la importancia de avanzar a una regulación marítima que ponga fin a las colisiones entre ballenas y embarcaciones, como también a reducir el ruido de estas últimas ya que perjudican la comunicación básica entre seres marinos y afecta el desarrollo de su alimentación y reproducción.