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Los productores elaboran en diferentes rincones de las comunas de Villarrica y Pucón, esperando llegar pronto a la comuna de Curarrehue.
Desde el 2011 diferentes iniciativas y emprendimientos son impulsados por productores del sector agrícola de la región de La Araucanía lacustre para crear un sistema alimentario consciente, sustentable e inclusivo. Rosario Valdivieso, Diego Rigo-Righi y Francisca Díaz, entre muchos otros miembros, son quienes han dado vida a este movimiento que ha crecido y mutado en el tiempo. En este contexto nace “Circuito Corto”, una plataforma digital que hoy comercializa productos locales de la zona con valor agregado.
Actualmente, el sistema de venta está conformado por 15 productores locales con más de 70 productos. “La idea es que la comunidad pueda comprarlos de forma directa y así potenciar los canales de venta de cada uno. Es importante este relacionamiento directo entre ellos y los consumidores, ya que esa experiencia nos permitirá ir generando soluciones en base a las necesidades reales”, dice Diego Rigo-Righi, jefe de plataforma y comunicaciones de Circuito Corto.
Dentro de la oferta habilitado en el sitio web se encuentran todo tipo de fermentos cervezas artesanales, kombuchas y ginger beer. Tempeh, miso y chucrut, todos locales. Harinas de legumbres bioactivadas para complementar el alto consumo de trigo. Mermeladas & chutneys. Hongos ostra y shiitake. Miel, helados artesanales y quesos de cabra, oveja y vaca. Hortalizas y conservas, complementan la oferta existente del huerto.
El equipo ha realizado diferentes ciclos de eventos virtuales y estrategias de marketing, con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) a través de los Instrumentos Complementarios.
“Cada una de las actividades que realizamos despertó el interés de mucha gente. Un ejemplo de ello es la historia de Sebastián Sabelle, oriundo de Osorno, que terminó viviendo en Villarrica gracias a todo el quehacer que se hace desde circuitocorto. Simplemente se enamoró del territorio y su gente. Junto a su señora se establecieron acá los primeros días de septiembre para tener a su primer hijo en diciembre”, añade Diego Rigo-Righi.
En esa línea, el director ejecutivo de FIA, Álvaro Eyzaguirre, señaló que “el promover y fortalecer los procesos de innovación en las distintas zonas del país, es el objetivo de ‘Complementa tu innovación’, un llamado a realizar eventos y consultorías, propuesto por los propios postulantes, para generar impacto y transformar problemas en oportunidades en el sector silvoagropecuario y/o la cadena agroalimentaria asociada. Agradecemos la participación de quienes hoy hacen posible el cambio a toda escala”.
Los productores elaboran en diferentes rincones de las comunas de Villarrica y Pucón, esperando llegar pronto a la comuna de Curarrehue. Dos de ellos son Albertina y Cultura Umami, reconocidos emprendedores del territorio
“Nuestros quesos son artesanales elaborados con leche de animales de libre pastoreo en La Araucanía. Nuestros productos se elaboran respetando el medio ambiente y los ciclos de la naturaleza. El manejo de nuestra pradera se realiza de forma natural, regulando los tiempos de pastoreo”, dice Francisca López, fundadora de La Albertina.
Por otro lado, existe un proyecto asociativo de fermentadores llamado Cultura Umami y es liderado por Bojan Urbancic y Toshiro Kohn. Se especializa en la elaboración de tempeh y chucrut, principalmente, además de otros fermentos de culturas ancestrales no sólo nativas, sino también foráneas como lo son el miso, la salsa de soja, ginger beer y quesos crudiveganos.
“Fomentamos la educación de dichas técnicas de fermentación, la consciencia sobre alimentación saludable y el impacto que nuestras elecciones alimentarias tienen en el medio ambiente. Impartimos cursos, talleres y charlas. Facilitando la elaboración casera de fermentos y empoderando a una soberanía alimentaria saludable”, concluye Urbancic.
Es importante considerar que la estrategia de la iniciativa beneficia al territorio en generar menor huella de carbono de la cadena de abastecimiento alimentario, disminuir uso de plásticos y embalajes, fortalece el emprendimiento local y considerar en las cadenas productivas a la biodiversidad.
“El propósito es que todos los habitantes de la Araucanía Lacustre puedan comer local todos los días. Los beneficios son solo la punta del iceberg, pero lo importante es el potencial del tejido social local”, puntualiza Diego Rigo-Righi.
