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Innovador tratamiento para combatir el cáncer de gatos, una enfermedad que afecta a más de la mitad de estos animales Mascotas

Innovador tratamiento para combatir el cáncer de gatos, una enfermedad que afecta a más de la mitad de estos animales

De acuerdo a la zona geográfica que habite el animal y las condiciones climáticas, ambientales y químicas, son distintos los tipos que pueden desarrollar y, según el tratamiento que se le de, puede incluso llegar a erradicarlo, como puede suceder con la electroquimioterapia, un tratamiento relativamente nuevo en Chile.


En octubre, más o menos, según recuerda Sebastián, llegó Blanquita a sus brazos. De pelaje claro y cuerpo delgado, la débil gata de siete años llevaba una lesión en su cabeza, casi del “tamaño de una hamburguesa”: tenía un cáncer tan avanzado que, tras consultar con un especialista, el consejo que recibieron sus tutores “fue dormirla”, pero había otra opción.

Sebastián García es un veterinario especializado en tratamientos oncológicos. Estudió en la Universidad Mayor de Santiago,  tomó diversos cursos de posgrado relacionados con el cáncer de gatos en universidades nacionales e internacionales y se radicó en la ciudad de La Serena, lugar donde vive hoy, aunque viaja constantemente a las ciudades de Copiapó y Vallenar, porque son pocos los profesionales que dedican a la oncología felina y vio ante la necesidad una oportunidad. Antes de dedicarse a la electroquimioterapia, trabajó la quimioterapia tradicional pero con el tiempo, una inquietud le hizo reflexionar sobre este tratamiento. 

“A medida que se trataban de manera más temprana las lesiones, había una mejor respuesta en algunos pacientes, pero luego que se retiran los medicamentos, el cáncer volvió. No estaba solucionando el problema como quería” sostuvo. A su gusto, las cirugías que realizaba eran “muy agresivas”, tanto para el felino como para sus dueños, muchas veces “había que realizar cortes en la carita (planectomía), la nariz” entonces buscó alternativas. Cuando inició sus estudios en esta área sólo había una máquina en Chile y se usaba el mismo medicamento que hoy se utiliza pero es aplicado de distinta manera. 

Reemplazar una célula cancerígena por una sana, el tratamiento

Un raspaje o una punción se hace en “citología”, un examen superficial que estudia un puñado de células, o una biopsia para analizar el tejido, son los dos tipos de exámenes utilizados para diagnosticar a un felino el cáncer, aunque el segundo de ellos “ entrega información más completa” del caso. Uno de los indicios de la enfermedad, se da por la falta de cicatrización de una herida, independiente de su gravedad. 

“Si una herida prevalece, y se mantiene igual dos semanas o incluso meses, sin cicatrizar, es un indicio que algo no está bien, es una alerta. Muchas veces son lesiones pequeñas, como un rasmillón. La zona donde más se notan son las desprovistas de pelaje, zonas más rosaditas, como la nariz, los bordes de orejas o cejas”. A partir del diagnóstico, se puede iniciar un tratamiento y en el caso de la electroquimioterapia, esta consiste en una o hasta seis sesiones, dependiendo del grado de avance del cáncer y si hay comprometidos o no otros órganos, que en ocasiones hace necesario combinar con otros tratamientos. 

En las sesiones “se colocan unos pulsos eléctricos en las zonas donde se desea que actúe el medicamento”. Sebastián le explica a los dueños del gato que “es como cuando te paras frente al portón con un control remoto: con el pulso eléctrico tú abres el portón, eso sucede con la célula cancerígena”. Como el medicamento es una macromolécula, lo que se hace es “abrir el canal por el cual este medicamento puede ingresar a la célula tumoral” y esto se refleja en que esa misma herida que llega a la consulta, se empieza a achicar. Eso ocurre porque el medicamento lo que hace es que la célula entre en una muerte celular programada (apoptosis). Luego es reemplazada por otra célula y así se va regenerando el tejido, con distinta rapidez en relación al avance del cáncer. 

“Lo más importante es el postratamiento, quizá más importante que la propia intervención. Por ejemplo, si el gato tuvo cáncer de piel, nunca más puede acercarse al sol” afirmó el especialista. Por otro lado, si la enfermedad está más avanzada, igual es útil la intervención “porque mejora la calidad de vida del paciente”, y en casos cuando toma el sistema linfático, hay que hacer terapias combinadas, por ejemplo con cirugía.

Blanquita, por ejemplo, fue una gata que llegó a la consulta a través de una fundación de rescate animal dadas sus precarias condiciones de vida. Al tratarse de una lesión de gran tamaño, a la fecha ya lleva tres sesiones y sus lesiones, aunque menores, aún están en recuperación y se le hicieron además exámenes para chequear si persisten o no tumores en ella.

“Si el paciente tiene múltiples lesiones el medicamento va a estar dando vueltas en todo su cuerpo. En la misma sesión se pueden tratar distintas zonas. Dependiendo de la profundidad de lesiones y estructuras dañadas, tiene muy buena efectividad, pero cuando el cáncer alcanza cartílagos o huesos, por ejemplo,  la efectividad no es la misma pues no llega la misma cantidad de medicamentos de otros tejidos. A los tejidos blandos les llega más rápida la irrigación sanguínea producida por los impulsos eléctricos y el cuerpo reacciona mejor ”. Así pues, relató García, la biodisponibilidad del medicamento es mejor en esas zonas, por eso es más efectivo. Además, los tratamientos pueden durar un cierto número de sesiones,  hay un tope de aproximadamente seis ya que, según el peso del paciente, hay una dosis acumulativa que se puede registrar, no se puede usar eternamente el medicamento”. 

Blanquita es uno de los tantos casos que le llegó a Sebastián García. La esperanza de vida de los felinos en Chile es muy corta, reflexionó y sostuvo que las condiciones climáticas,  los efectos ambientales y químicos, aunque también la responsabilidad social frente a la tenencia responsable de los animales, contribuyen o no al desarrollo de ciertas enfermedades, siendo el cáncer una de las tantas formas posibles y hasta hace pocos años, difíciles de tratar. Hoy la electroquimioterapia se presenta como una opción frente a otros tratamientos, más invasivos, para el mejoramiento de la calidad de vida de estos animales.

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