En cinco años recibió $2 mil millones de pesos líquidos, lo que arroja una renta mensual como gerente general de $34 millones en una empresa mediana y a partir de utilidades falsas.
En cinco años, sumando remuneraciones y bonos, entraron al bolsillo de Pablo Alcalde $2.018 millones líquidos, según registra el Servicio de Impuestos Internos como giros de La Polar y que publica Ciper, sitio asociado a Copesa.
El período, que abarca 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009, el último año en que ocupó la gerencia general, revela cómo el multado y formalizado ex presidente de La Polar recibió rentas muy superiores a las de mercado, al tamaño de la multitienda y a partir de utilidades falsas generadas gracias a la repactación unilateral de deudas de sus clientes.
Haciendo un simple ejercicio aritmético recibió un promedio anual de $403,6 millones líquidos. Al mes fueron $33,6 millones. Eso, sin contar las platas obtenidas por las opciones de acciones y rentas aún desconocidas. Una planilla de la Administradora de Fondos Larraín Vial, entidad que según Alcalde manejaba su patrimonio, muestra —según Ciper— que él, su mujer y una de sus sociedades hicieron aportes en fondos mutuos por más de $23.500 millones entre 2004 y 2011.
El año 2009 concentra la mayor ganancia con $594,6 millones líquidos. La Polar ya había renegociado unilateralmente la deuda de un millón de clientes, afirma Ciper precisando que el entonces gerente general de La Polar recibía un bono anual de siete sueldos suplementarios por su desempeño.
Su renta, aprobada por el directorio, deja al descubierto la desproporción que se vivía al interior de La Polar en comparación con empresas del mismo giro.
“Hay muy pocas rentas en Chile por sobre los mil millones de pesos brutos al año”, sostiene Rafael Rodríguez, dueño de Denarius, que confecciona estudios de compensación de ejecutivos para distintos clientes. A esa cifra hay que restarle el 40%, la tasa máxima de impuesto a la renta, lo que se traduce en $33 millones mensuales, es decir, lo que mismo que recibía Alcalde.
Cencosud en su memoria de 2009 informa que pagó a sus ejecutivos —no precisa el número pero 14 figuran en el ítem administración— $4.873 millones en remuneraciones. Al dividir la cifra entre 14 gerentes arroja $348 millones anuales y $29 millones mensuales. Todos sueldos brutos, sin el descuento impositivo y previsional.
El monto es inferior al de Alcalde y la responsabilidad infinitamente mayor considerando el tamaño del holding de Horst Paulmann que, en 2009, incluía 530 supermercados en Chile, Argentina, Perú y Brasil; 64 tiendas Easy en Argentina, Chile, Perú y Brasil, 30 locales Paris y 23 centros comerciales en Argentina, Chile y Perú.
En 2010 Cencosud destinó $6.150 millones para su “equipo gerencial clave” que en el ítem administración baja a 12 gerentes, lo que se traduce en un promedio $512 millones anuales para cada uno y $42,7 millones brutos mensuales.
Falabella, la empresa de mayor capitalización bursátil en Chile (US$ 22.700 millones), informa en su memoria de 2009 que la remuneración “de los principales ejecutivos ascendió a $2.778 millones”. En este caso, aparece un gran número de gerentes por divisiones y países, por lo que no es posible hacer un cálculo estimativo.
Mientras, en 2010, la cadena de las distintas ramas Solari y la familia Del Río, registra un pequeño aumento a $2.819 millones como remuneraciones, pero agrega que entrega a sus empleados incentivos adicionales en función de los resultados y metas fijadas a inicio de año.
Ripley se dispara, pese a ser la tercera cadena y a haber tenido un pésimo 2009, cuando anotó utilidades por $6.548 millones, inferiores en un 75% al año anterior y su rentabilidad sobre patrimonio alcanzó apenas a un 1%. La memoria informa que la remuneración percibida por “los gerentes y ejecutivos principales” ascendió a $11.091 millones.
No sólo Alcalde se benefició con suculentas rentas: Julián Moreno, el ex gerente de productos financieros, recibió $1.375 millones líquidos entre 2005 y 2010, según da cuenta Ciper, lo que arroja una renta mensual de $19 millones al dividirlo por seis años. En el caso de María Isabel Farah, la gerenta de administración, fueron $1.116 millones. Al mes, obtuvo $15,5 millones.
