El ajuste sería gradual, pero incluye salida de cerca de 2000 empleados, una reducción de hasta el 20% del personal de áreas de soporte y un fuerte recorte en la planta ejecutiva. Parte de las recomendaciones vienen de un estudio reservado de la consultora Accenture. LATAM también adoptará ciertos elementos del modelo “low cost”. Al interior de la empresa descartan crisis de liquidez y aseguran que hay caja para cumplir con los compromisos financieros, pero reconocen que tienen que hacerse cargo de la frustración de los inversionistas y que podrían haber reaccionado más rápido.
El 12 de mayo pasado LATAM Airlines finalmente les dio a sus accionistas algo para celebrar: por primera vez en dos años la empresa registraba utilidades trimestrales, y eso a pesar de una nueva caída en los ingresos.
Factor clave en que LATAM ganara plata en los primeros tres meses del año fue la acelerada reducción de costos. De acuerdo a los cálculos de Deutsche Bank, el costo por unidad sin considerar petróleo cayó 9,1%, muy por encima de lo que anticipaba Deutsche Bank (-3,8). Los precios promedios de la gasolina que pagó LATAM cayeron 37,5%.
Las acciones despegaron y en el mercado hubo una sensación de que finalmente lo peor estaba detrás luego de cuatro años de sufrimiento, durante la mayoría de los cuales la empresa controlada por la familia Cueto registró millonarias pérdidas, perdió el grado de inversión y no pagó dividendos.
Reflejo del optimismo de este año es que los papeles acumulan un alza de 16%, lo que parcialmente recupera la caída de casi 50% del año pasado. Desde la fusión con TAM la empresa ha perdido casi dos tercios de su valor en bolsa.
Pero ese optimismo parece haber sido prematuro y el rápido deterioro de la economía brasileña, donde está el 50% del negocio, combinado a la desaceleración en el resto de la región, tienen a LATAM contemplando tomar medidas drásticas.
Fuentes confirmaron a El Mostrador Mercados que el directorio de LATAM está evaluando implementar una profunda reestructuración y reconoce que la empresa está en una situación más vulnerable
El ajuste sería gradual, pero incluye salida de cerca de 2000 empleados, una reducción de hasta el 20% del personal de áreas de soporte y un fuerte recorte en la planta ejecutiva. Eso sí, desde la empresa apuntan a que un recorte global de 2000 empleados representa un 4% del total y en un año normal la rotación de personal es entre 7 y 8 por ciento, por lo que le quitan dramatismo a esa arista.
Desde la empresa niegan que vaya a haber un ajuste con shock. “Acá no habrá un ‘big bang’, no se harán despidos masivos”, insisten.
Parte de las recomendaciones vienen de un estudio reservado de la consultora Accenture.
El Mostrador Mercados tuvo acceso a un borrador del informe de la consultora, el cual será evaluado por el directorio de la aerolínea para tomar decisiones finales.
El informe hace una evaluación negativa de las operaciones de soporte y apoyo de LATAM. Describe desórdenes internos, falta de liderazgos y poca eficiencia. Recomienda tercerizar una parte relevante de las operaciones de soporte, incluyendo el servicio de “call centers”.
Como parte de los cambios, LATAM adoptará ciertos elementos del modelo “low cost”.
Presión de inversionistas institucionales extranjeros habría sido un factor clave en decisión de profundizar los ajustes y recorte de costos.
Pero descartan abiertamente que estén enfrentando una crisis de liquidez y aseguran que hay caja para cumplir con los compromisos financieros, pero reconocen que tienen que hacerse cargo de la frustración de los inversionistas y que “podríamos haber reaccionado más rápido”. Dicen que la empresa está en un escenario vulnerable, enfrentando “una situación muy delicada. Además en Brasil el tipo de cambio nos está matando».
Al interior de la empresa aseguran que la reestructuración es parte del proyecto de largo plazo que se ha enfocado en fortalecer el modelo de negocios y las operaciones de LATAM.
Explican que se tiene que adaptar rápido a la nueva realidad económica de la región y acelerar la implementación de la nueva estrategia de modelo de negocios. Agregan que el ajuste será diferente en cada mercado.
Las mismas fuentes al interior de la empresa admiten que están teniendo conversaciones fluidas con la comunidad financiera, inversionistas y analistas, para explicarle los cambios y ajustes. Reconocen que hay algunos institucionales que presionan para que la empresa sea más agresiva con la reducción de costos.
Este medio habló con dos fondos institucionales extranjeros que son muy críticos de la manera en que los Cueto están gestionando la empresa y navegando la crisis. Dicen que, si no fueran los controladores, ya habrían salido de la empresa y temen que las medidas que se tomen sean tardías, ya que hacen proyecciones que ponen a la empresa en una situación crítica a principios de 2017.
Analistas que siguen a la empresa en Nueva York y acá en el mercado local, coinciden en que la gestión de la empresa en los últimos cuatro años no ha dado el ancho. Rescatan lo que han hecho los Cueto para situar a LATAM entre las aerolíneas más grandes, pero dicen que han sido tímidos en las medidas que han tomado para revertir las pérdidas y ajustarse a la nueva realidad de Brasil y las economías regionales.
Fuentes que conocen lo que está evaluando hacer LATAM descartan ese análisis. Señalan que ha habido cambios importantes de gente en los últimos años y que han sacado a “históricos, vacas sagradas y amigos de los controladores” que ya no “daban el ancho” para enfrentar los desafíos del presente.
Al interior de LATAM puntualizan que están en conversaciones permanentes con inversionistas y analistas “que nos dicen en la cara las críticas”. Agregan, en defensa de sus resultados, que “nadie se hubiese imaginado hace seis meses lo que está pasando en Brasil, donde está la mitad del negocio”. Y recuerda que ya han achicado la oferta en 12% en Brasil y recortado gente (para ser eficientes).
Son categóricos en señalar que no ven ningún escenario “de tener complicaciones de caja en primer trimestre de 2017” y descartan que vayan a verse obligados a hacer un aumento de capital en el mercado. Pero no descartan que los Cueto tengan que hacer nuevos aportes si es necesario.
Y explican que aunque los flujos no fueran suficientes para responder, “tenemos muchos recursos para hacer caja: lease back de aviones, vender activos, vender Múltiplus –que se transa en Brasil y en la que tenemos 75%–, o darle entrada a un socio a través de aumento de capital. A este precio es tentador”. Cabe recordar que el holding que controla a British Airways e Iberia entre otros, ha demostrado en varias ocasiones, en los últimos dos años, su interés en la aerolínea de los Cueto. “Si estamos tan mal no tendríamos tantos interesados en comprarnos”, sostiene un alto ejecutivo de la aerolínea.
En marzo de este año FITCH Ratings rebajó el “outlook” de la deuda de LATAM a negativo apuntando a un resultado operacional peor de lo esperado en 2015 y estiman que los márgenes operaciones, el apalancamiento y el flujo de caja libre (FCF) seguirán presionando por los próximos 12 a 18 meses. Y en su informe agrega que la desaceleración que está golpeando a sus mercados claves de la región “hará difícil que la empresa ejecute su plan de reducir su nivel de endeudamiento y apalancamiento durante 2016 y 2017.”
De acuerdo a la clasificadora de riesgo FITCH, LATAM enfrenta vencimientos y amortizaciones de US$ 1.100 millones este año y el próximo. De esos, entre 700 y 800 millones los puede cubrir con el flujo de caja, el resto es deuda a corto plazo y eso se refinancia en dólares a una tasa de cerca de 4%, lo que sería manejable para la empresa.
Durante el primer trimestre, LATAM cerró una Línea de Crédito Revolving Garantizada (RCF) por 275 millones de dólares para fortalecer la situación de liquidez, dada la volatilidad del mercado. Posteriormente, el monto del RCF fue incrementado a 325 millones y tiene potencial de aumentar hasta 400 millones.
Donde hay dudas en el mercado es respecto a si, de darse la situación en que haya que inyectarle nuevos fondos a la empresa, los Cueto tienen el capital para hacerlo. El año pasado ya se realizaron aumentos de capital que totalizaron una suscripción de US$127 millones. Con esos recursos, Costa Verde, la sociedad a través de la cual los Cueto controlan LATAM, prepagó créditos por $50.960,5 millones en noviembre de 2015 con tal de reducir sus niveles de endeudamiento.
En 2015 la sociedad anotó pérdidas de $293.347 millones, explicadas principalmente por el desmedro atribuible a la inversión que mantiene en Latam, como consecuencia de la disminución del valor de la acción ese año y los gastos financieros habituales de cada ejercicio. Según reportó la empresa en sus estados financieros de 2015, la disminución del valor bursátil de la acción de Latam, principal activo de la sociedad, provocó una pérdida por deterioro de la inversión de M$245.175.854.
En base a sus estados financieros de 2015, Costa Verde tiene deudas por $23.697,7 millones con vencimiento a 12 meses, además de otros $1.323 millones con plazo a 90 días. Entre sus principales acreedores figuran Corpbanca, BBVA, Banco Consorcio, Banco Estado, Security, Banco de Chile y BCI.
Existen prendas sobre acciones de Latam para garantizar las deudas directas e indirectas de la sociedad. Por acreedor, CorpBanca es el que tiene directamente mayor acciones prendadas a diciembre de 2015 ($21.630.000), seguido por Banco de Chile ($17.623.231), BCI (11.046.555), BBVA ($7.350.000), Banco Estado ($$6.578.031) y Security (4.669.080), entre otros títulos que están prendados indirectamente por estas mismas instituciones bancarias.
De acuerdo a los contratos de crédito de Costa Verde con dichos bancos, las garantías se encuentran sujetas a ciertas restricciones, obligaciones e indicadores financieros propios de este tipo de contratos, los cuales al menos hasta el año pasado no han sido incumplidos.
En total, considerando todos los compromisos que tiene Costa Verde con los bancos, adeuda $212.211 millones, teniendo en cuenta pasivos con vencimientos que superan los cinco años.
Cercanos a la familia aseguran que si “tienen que meterse la mano al bolsillo” de nuevo, no tendrán problemas. Defienden la gestión de los Cueto y afirman que tener un controlador ha permitido que LATAM sobreviva. Y apuntan a que la familia Cueto no es “un grupo económico” y los hermanos han tenido que meter su propia plata para financiar a LATAM estos últimos años.