Lectura inicial era de un alza del PIB de 7,8%. La cifra se explica en buena medida por la naturaleza abierta de la economía de Irlanda y porque atrae a empresas estadounidenses en busca de acceso a impuestos de 12,5 por ciento. Entre las firmas que han invertido en Irlanda, la mayoría a través de adquisiciones, están Perrigo Co. y Jazz Pharmaceuticals Plc. Corporaciones con activos en el extranjero de 523.000 millones de euros (US$580.000 millones) se establecieron en Irlanda en 2014, con lo que superaron los 391.000 millones de euros de 2013, según la oficina de estadísticas.
En tres días Jim Power estará en Londres para informar a la Asociación Británico-Irlandesa de Comercio sobre el estado de la economía de Irlanda. Hoy Power no tiene idea de qué va a decir.
La economía creció un 26 por ciento en 2015, anunciaron el martes los funcionarios de la Oficina Central de Estadísticas (CSO por la sigla en inglés) ante una sala llena de economistas y periodistas sorprendidos en Dublín. Anteriormente, habían estimado un crecimiento de 7,8 por ciento.
“No voy a ponerme de pie y decir que la economía creció un 26 por ciento”, dijo Power, economista independiente, tras el anuncio. “Es absurdo, nos reiríamos” si esas cifras vinieran de China, dijo.
La cifra se explica en buena medida por la naturaleza abierta de la economía de Irlanda y porque atrae a empresas estadounidenses en busca de acceso a impuestos de 12,5 por ciento. Entre las firmas que han invertido en Irlanda, la mayoría a través de adquisiciones, están Perrigo Co. y Jazz Pharmaceuticals Plc. Corporaciones con activos en el extranjero de 523.000 millones de euros (US$580.000 millones) se establecieron en Irlanda en 2014, con lo que superaron los 391.000 millones de euros de 2013, según la oficina de estadísticas.
“Somos una economía muy pequeña y, cuando alcanzamos un aumento importante en activos, pasa esto”, dijo el martes Michael Connolly, funcionario de la CSO. Una vez explicadas las cifras, éstas pasan a ser “creíbles”, agregó.
En un comunicado, el ministro de Hacienda, Michael Noonan, señaló que las cifras de crecimiento redujeron la deuda y los ratios de déficit de Irlanda. El problema radica en que éstos también implican desventajas.
Por una parte, las inversiones de impuestos exageran de forma artificial la magnitud de la economía de Irlanda. Cuando las sedes centrales de un grupo de empresas pasan a residir en Irlanda, todos sus ingresos globales se contabilizan como parte del producto interno bruto del país, según el ministerio.
Desde 2008, esa medición ha tenido un impulso de alrededor de 7.000 millones de euros gracias a las reubicaciones de empresas, sin incorporación de fundamentos ni empleos, anunció el ministerio. Eso, a su vez, hace aumentar el aporte del país al presupuesto de la Unión Europea, que se basa en la magnitud de la economía.
Por otra parte, el anuncio dejó “desconcertados” a analistas como Power ante la falta de una explicación sobre el estado de la economía irlandesa. Power dice que buscará indicadores de crecimiento del empleo e ingresos fiscales para realizar una mejor medición. Estima que el crecimiento económico subyacente de Irlanda llegó a un 5,5 por ciento el año pasado.
“En mi opinión, Irlanda estaría creciendo a un ritmo razonable, no drástico”, dijo Power. “Hay muchas transacciones que nadie entiende”.
