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Los ricos se aprestan a una mayor presión fiscal si gana Clinton

Los ricos se aprestan a una mayor presión fiscal si gana Clinton

Clinton propone impuestos más altos para los estadounidenses que ganan más de US$250.000, incluido un “recargo de participación equitativa” de 4 por ciento para los ingresos por encima de US$5 millones al año. La candidata demócrata también intenta limitar la capacidad de los ricos de bajar sus facturas fiscales mediante una planificación inteligente.


A los estadounidenses ricos, un gran triunfo de la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton el 8 de noviembre podría salirles bastante caro.

Clinton propone impuestos más altos para los estadounidenses que ganan más de US$250.000, incluido un “recargo de participación equitativa” de 4 por ciento para los ingresos por encima de US$5 millones al año. La candidata demócrata también intenta limitar la capacidad de los ricos de bajar sus facturas fiscales mediante una planificación inteligente.

En virtud de esto, la elección se ha convertido en un tema candente en las firmas de contabilidad y asesoría para personas acaudaladas. La elección “domina las conversaciones que tenemos con los clientes hoy”, dijo Brian Andrew, director de inversiones en Johnson Financial Group.

Cambiar la legislación fiscal es algo más fácil de decir que de hacer. Aunque derrote a Donald Trump, la candidata presidencial demócrata probablemente tenga que negociar las leyes impositivas con una Cámara de Representantes todavía controlada por los republicanos. Los demócratas tendrían vía libre para establecer la política fiscal solo si un gran triunfo de Clinton los ayuda a obtener el control tanto del Senado, donde tambalean, como de la Cámara Baja. El escenario más probable es un gobierno dividido, en el cual la Cámara de Representantes desbarataría cualquier aumento sustancial de impuestos, dijo Joe Heider, fundador de Cirrus Wealth Management en Cleveland.

No obstante, “hay creciente preocupación [entre los republicanos] en el sentido de que esta sea una “elección de oleada”, en la cual uno de los partidos obtendría importantes avances en ambas cámaras, dijo Heider.

Clinton propone elevar el ingreso en US$1,4 billones a lo largo de la próxima década. Casi toda esa carga recae en el 1 por ciento más alto de los contribuyentes, según el Centro de Políticas Fiscales. El ingreso después de impuestos de ese 1 por ciento bajará un promedio de 7 por ciento. Trump, en cambio, reduciría los impuestos en US$6,2 billones a lo largo de los próximos 10 años, y el 1 por ciento superior obtendría casi la mitad de ese beneficio y un aumento de 13,5 por ciento de su ingreso después de impuestos.

Los asesores de los ricos están listos para adoptar medidas evasivas si los demócratas logran grandes avances.

Los adinerados suelen tener mayor flexibilidad financiera que otros contribuyentes. Si parece que van a subir los impuestos, cuentan con algunas cartas que pueden jugar. Una táctica común es actuar inteligentemente respecto de cuándo recibir ingresos y cuándo reconocer pérdidas y hacer deducciones. Para bajar los impuestos que usted debe pagar en abril próximo, por ejemplo, puede intentar posponer el ingreso hasta años futuros realizando este año tantas deducciones y asumiendo tantas pérdidas como le sea posible.

Si Clinton logra imponer su plan, los impuestos se volverán tanto más complicados como más difíciles de evitar. La candidata demócrata ha propuesto nuevas tasas a las ganancias de capital, de manera que los contribuyentes pagan tasas más altas si mantienen una inversión durante menos de seis años. También les dará a las personas menor flexibilidad para bajar su factura fiscal con estrategias comunes. Por ejemplo, limitaría la capacidad de los acaudalados para especificar las deducciones, con excepción de las deducciones caritativas. También requeriría una tasa fiscal mínima efectiva de 30 por ciento sobre los ingresos mayores de US$1 millón –la Regla Buffett, denominada así por el multimillonario inversor Warren Buffett, que es partidario de Clinton y quien declaró que no está bien que su secretaria pague una tasa impositiva más alta que la de él.

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