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Actividad y gasto: tocando fondo ANÁLISIS

Actividad y gasto: tocando fondo

Se deben mencionar varios factores, que sumándose y retroalimentándose, provocarían una reaceleración, aunque acotada, en el ritmo de crecimiento. Entre ellos se destaca el mejor escenario externo, el repunte del cobre y el escenario político. Según anticipan las encuestas, el próximo gobierno será de centroderecha, y repondrá como objetivo central de su mandato el crecimiento económico. Esto ha sido internalizado por los mercados y se encuentra parcialmente recogido en los precios de los activos.


Parece infructuosa la discusión respecto a si el crecimiento económico el presente año alcanzará al 1,5%, como anticipa el Ministro de Hacienda, o se ubicará algo por debajo de dicho número, como anticipa el mercado.

Lo cierto, el presente es un año más de bajísimo crecimiento, de hecho el peor del actual período presidencial, marcado también por el pobre desempeño en materia de inversión y empleo. ¿Tocamos fondo? La respuesta es sí, los próximos trimestres serán progresivamente mejores, lo que derivaría en un año 2018 creciendo cerca del doble del presente. ¿Qué explica el repunte? Se deben mencionar varios factores, que sumándose y retroalimentándose, provocarían una reaceleración, aunque acotada, en el ritmo de crecimiento.

Primero, la economía mundial ha mejorado su desempeño, con mayor crecimiento este año respecto del pasado y mejor el próximo respecto del presente, según lo estiman, con mayor o menor intensidad, los distintos reportes de Bancos de Inversión u Organismos Multilaterales.

Se agrega el hecho positivo de que todas las zonas del mundo mejoran su desempeño, desde Asia hasta Europa y desde las economías emergentes a las industrializadas. Esto ya se refleja en un mayor dinamismo del comercio internacional en lo que va del presente año, y en un impacto positivo sobre el precio de los commodities.

Sumemos que Latinoamérica también repunta, favorecida por la salida del ciclo recesivo de las dos mayores economías del cono sur, Brasil y Argentina. En suma, el mejor entorno externo favorecerá el desempeño de las exportaciones chilenas, tanto en precio como en cantidad, lo que se traduce en mejoría sobre el ingreso y un estímulo sobre la demanda interna.

Segundo, a pesar de la baja en la clasificación de riesgo que recientemente afectó a la deuda chilena, según la clasificación de S&P, el financiamiento externo sigue siendo abundante para las economías emergentes, y a costos históricamente bajos.

Tercero, la mejoría registrada en el precio del cobre, por lejos principal producto de exportación, tiene varios efectos positivos. Por un lado, mejoran los ingresos fiscales, lo que en la actual coyuntura de deterioro sostenido de las finanzas públicas, actúa como un atenuante relevante.

Además, de mantenerse el actual nivel de precio o, mejor aún, de seguir subiendo, es razonable esperar un resurgimiento de la inversión en el sector minero, lo que se notará en forma gradual a lo largo de los próximos trimestres para alcanzar importantes niveles de materialización a partir del año 2019.

El efecto multiplicador de la inversión minera sobre otros tantos sectores económicos es significativo, por lo que aportaría en forma relevante al crecimiento.

Por último, el escenario más probable, según anticipan las encuestas, es el de un próximo gobierno de centroderecha, que repondrá como objetivo central de su mandato el crecimiento económico. Esto ha sido internalizado por los mercados y se encuentra parcialmente recogido en los precios de los activos.

Con todo, sumando los factores antes reseñados, hay argumentos suficientes para estimar que la economía chilena recuperará parte del dinamismo perdido a partir del próximo año, para alcanzar crecimientos de entre 2,5% y 3,5% promedio a lo largo del próximo período de gobierno, de cuatro años de duración.

El mercado bursátil, que normalmente anticipa cambios en los fundamentos económicos, ha recogido el escenario anterior con un alza fuerte y bastante sostenida a lo largo del presente año, lo mismo que, en menor medida, refleja la apreciación de nuestra moneda.

*Ese análisis originalmente salió publicado en el informe mensual de agosto de la consultora Gemines

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