Publicidad
Consejero García nuevamente fue el único que votó por recortar la tasa en la última reunión del Banco Central

Consejero García nuevamente fue el único que votó por recortar la tasa en la última reunión del Banco Central

Por segundo mes consecutivo no hubo unanimidad en la votación, donde el resto de los consejeros y el presidente del Banco Central se inclinaron por mantener la tasa de política monetaria en 2,5%


Nuevamente no hubo unanimidad en la votación de consejo del Banco Central.

Esto luego de que nuevamente el consejero Pablo García votara por recortar la Tasa de Política Monetaria en 25 puntos base hasta 2,25%, tal como el mes anterior, según reveló hoy la minuta de la última reunión del instituto emisor.

Esto en un marco donde las opciones presentadas por la División Estudios fueron mantener la tasa de política monetaria en 2,5%, acompañando la decisión de un sesgo neutro, o bajarla 25 puntos base (pb), a 2,25%, con un sesgo a la baja.

El resto de los consejeros y el presidente del central, Mario Marcel, optaron por mantener la tasa en 2,5%.

García por otro lado detalló su decisión apuntando a que «los cambios observados y previstos en el escenario
macroeconómico eran los suficientemente relevantes para justificar una reducción de la TPM y, por lo tanto, votaba por recortarla en 25pb».

En particular, indicó que «el análisis de la información coyuntural y las proyecciones daban argumentos para pensar que detrás de la evolución reciente de la actividad y la inflación había factores puntuales que no indicaban un debilitamiento cíclico adicional, o que incluso podían anticipar una recuperación más rápida, por ejemplo si la apreciación del peso anticipaba un escenario un poco mejor».

Añadió que «si esto no ocurría, los costos serían significativos. Enfrentar un shock desinflacionario de demanda agregada en presencia de una economía ya cíclicamente débil, con una brecha que se estaba ampliando e inflación por
debajo de la meta por un tiempo, era distinto de hacerlo en una economía boyante. Por lo mismo, justificar un impulso monetario mayor como un seguro frente a que se materializara un escenario más debilitado era adecuado».

Se refirió además a la eventual dificultad de comunicar el recorte, indicando que creía que no era tal, «en especial comparado con señalizar una trayectoria de tasas similar a la de junio. Por último, creía que un escenario de mayor impulso monetario no sería sorpresivo para el mercado, pues este ya anticipaba una reducción de la TPM en algunos meses. En suma, considerando todos estos factores, creía que los costos de comunicar que se bajaba la TPM como una forma de enfrentar un potencial riesgo eran francamente menores que los beneficios».

Publicidad

Tendencias