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Bitcoin apunta a los US$10.000 en plena manía de criptomonedas y bancos centrales no tienen visión uniforme sobre como regularlas Valor de mercado total de las monedas digitales hoy supera los US$300 mil millones

Bitcoin apunta a los US$10.000 en plena manía de criptomonedas y bancos centrales no tienen visión uniforme sobre como regularlas

La valorización repentina del bitcoin está obligando a los bancos de Wall Street a hacer equilibrio entre el interés de sus clientes en especular con la criptomoneda y el escepticismo de los ejecutivos respecto a su futuro. Transcurridos ocho años desde el nacimiento de bitcoin, los bancos centrales del mundo entero están reconociendo cada vez más las posibles ventajas y desventajas de las monedas digitales.


El bitcoin no da señales de desacelerar: superó los US$9.500 a menos de una semana de haber pasado los US$8.000 y ahora rápidamente se acerca a las cinco cifras.

El precio de la criptomoneda más grande según su valor de mercado está subiendo por las nubes en tanto el bitcoin llama la atención del sistema dominante pese a las advertencias acerca de una burbuja en lo que no todos entienden como un activo.

Varios analistas, desde ejecutivos de Wall Street hasta inversores de capital riesgo, vienen opinando al respecto, y algunos son más escépticos que otros. El bitcoin avanzó cerca de 45 por ciento las últimas dos semanas. En comparación, el índice S&P 500 estuvo desde febrero de 2014 para alcanzar un avance similar.

“La subida del precio del bitcoin el fin de semana no es más que una continuación de una racha alcista de largo plazo en esa criptomoneda, alimentada por el tsunami de operaciones especulativas en bolsas japonesas y la entrada de inversores institucionales en todo el mundo”, dijo Thomas Glucksmann, director de marketing en Hong Kong de Gatecoin Ltd., una bolsa de criptomonedas. “Es más probable que la estratósfera psicológica de US$10.000 haga entrar a más inversores institucionales”.

Inversores

La disparada atrajo a inversores individuales. El número de cuentas en Coinbase, una de las plataformas más grandes de operación del bitcoin y su rival, el ethereum, casi se triplicó y llegó a 13 millones en los últimos doce meses, según Bespoke Investment Group LLC.

El bitcoin tocó el récord intradiario de US$9.747,49 este lunes y cotizaba a US$9.656,31 a las 12:20 en Londres, 17 por ciento más que el viernes, encaminándose a su mayor avance diario desde el 14 de agosto.

Esa apreciación abrupta hace que a los analistas e inversores les cueste mantener actualizadas sus proyecciones. Mike Novogratz, un gerente de fondos de cobertura que abrirá un fondo de US$500 millones para invertir en criptomonedas, dijo la semana pasada que el bitcoin cerraría el año a US$10.000. Un día más tarde, Thomas Lee, director de investigación de Fundstrat, duplicó su proyección de precios a US$11.500 para mediados de 2018.

En un paso para abrir la inversión, CME Group Inc. afirmó que planea comenzar a ofrecer contratos de futuros para el bitcoin, que podrían comenzar a cotizar en diciembre. La semana pasada, JPMorgan Chase & Co., el banco más grande de Estados Unidos, evaluaba si ayudar a los clientes a apostar al bitcoin con esos contratos de futuros, según una persona al tanto del tema.

La valorización repentina del bitcoin está obligando a los bancos de Wall Street a hacer equilibrio entre el interés de sus clientes en especular con la criptomoneda y el escepticismo de los ejecutivos respecto a su futuro. El máximo ejecutivo de JPMorgan Chase & Co., Jamie Dimon, es uno de los detractores más duros del bitcoin; la tildó de fraude y a sus compradores de “tontos”. Su directora de finanzas, Marianne Lake, adoptó un tono más medido. La empresa “tiene la mente abierta” a los posibles usos de monedas digitales siempre y cuando estén reguladas de forma adecuada, dijo ella el mes pasado.

El valor de mercado total de las monedas digitales hoy supera los US$300.000 millones, según el sitio web Coinmarketcap.com.

Bancos Mundiales con visiones diferentes

Transcurridos ocho años desde el nacimiento de bitcoin, los bancos centrales del mundo entero están reconociendo cada vez más las posibles ventajas y desventajas de las monedas digitales.

Los custodios de la economía mundial deben abordar dos series de problemas. Primero, qué hacer, en todo caso, con la aparición y el crecimiento de criptomonedas privadas que están atrayendo cada vez más atención -en tanto bitcoin avanza acercándose a los US$10.000-. La segunda cuestión es si emiten versiones oficiales.

A continuación, un panorama de cómo están abordando el tema los bancos centrales más grandes (y algunos más pequeños) del mundo:

Estados Unidos: preocupación por privacidad

La investigación de la Reserva Federal sobre las criptomonedas se halla en sus comienzos, y la idea de que un banco central emita una respuesta a bitcoin no ha generado demasiado entusiasmo. Jerome Powell, miembro del directorio y presidente designado de la Fed, dijo este año que persisten problemas técnicos con la tecnología y que “el gobierno y la gestión del riesgo serán críticos”. Agregó que una criptomoneda del banco central plantea cuestiones “significativas”, siendo una de estas la privacidad, y que alternativas del sector privado podrían encargarse de ese trabajo.

Eurozona: como el tulipán

El Banco Central Europeo ha advertido en reiteradas oportunidades sobre los peligros de invertir en monedas digitales. El vicepresidente Vitor Constancio dijo en septiembre que bitcoin no es una moneda, sino un “tulipán” -aludiendo a la burbuja del siglo XVII en Holanda-. Su colega Benoît Coeuré ha señalado que el valor inestable de bitcoin y su relación con la evasión fiscal y el delito generan grandes riesgos.

China: condiciones ‘dadas’

China lo ha dejado bien claro: el banco central controla plenamente las criptomonedas. Con un equipo de investigación creado en 2014 para desarrollar dinero digital de curso legal, el Banco Popular de China considera que “están dadas las condiciones” para que este adopte esa tecnología. Pero ha tomado medidas enérgicas contra los emisores digitales privados, prohibiendo la negociación bursátil de bitcoin y otras.

Japón: en estudio

El gobernador de Banco del Japón, Haruhiko Kuroda, dijo en un discurso en octubre que la entidad no tiene ningún plan inmediato de emitir monedas digitales, pero que es importante conocerlas en profundidad.

Alemania: ‘juego especulativo’

En un país donde muchos ciudadanos todavía prefieren pagar en efectivo, el Bundesbank se ha mostrado particularmente desconfiado respecto de la aparición de bitcoin y otras monedas virtuales. Carl-Ludwig Thiele, miembro de la junta directiva, dijo en septiembre que bitcoin es “más un juguete especulativo que una forma de pago”.

Reino Unido: ‘revolución’ en potencia

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, mencionó las criptomonedas como parte de una “revolución” en potencia en las finanzas. El banco central creó el año pasado un acelerador de tecnología financiera, una práctica de Silicon Valley destinada a incubar nuevas compañías. Carney dice que la tecnología basada en la cadena de bloques, la base de datos contable descentralizada, es “muy promisoria” en tanto permite a los bancos centrales fortalecer sus defensas contra ciberataques y reformar cómo se realizan los pagos entre entidades y consumidores.

Francia: ‘mucha prudencia’

El gobernador del Banco de Francia, François Villeroy de Galhau, dijo en junio que los funcionarios franceses “aconsejan mucha prudencia con respecto a bitcoin porque no hay ninguna entidad pública detrás que garantice confianza. En la historia, todos los ejemplos de monedas privadas terminaron mal. Bitcoin tiene incluso un lado oscuro -hubo ataques a datos”-.

India: prohibidas

El banco central de India se opone a las criptomonedas dado que pueden ser un canal para el lavado de dinero y el financiamiento terrorista. No obstante, el Banco de la Reserva de India tiene un grupo que está estudiando si las monedas digitales respaldadas por bancos centrales mundiales pueden usarse como moneda de curso legal.

Brasil: apoyar innovación

El Banco Central do Brasil no ve “ningún riesgo inmediato para el sistema financiero brasileño”, pero sigue atentamente la evolución del uso de esas monedas, dijo en un comunicado este mes. El banco se comprometió a “apoyar la innovación financiera, incluidas nuevas tecnologías que vuelven más seguro y eficiente el sistema financiero”.

Canadá: un activo

La vicegobernadora primera de Banco de Canadá, Carolyn Wilkins, que encabeza la investigación sobre criptomonedas, dijo en una entrevista este mes que estas no son formas verdaderas de dinero. “Se trata en realidad de un activo, o un título, y por ende así se lo debe considerar”, dijo Wilkins.

Corea del Sur: custodiar el delito

El objetivo del Banco de Corea ha sido proteger a los consumidores y evitar que las criptomonedas se utilicen como herramienta para el crimen.

Rusia: ‘esquemas de pirámide’

El banco central de Rusia ha expresado sus preocupaciones sobre los posibles riesgos de las monedas digitales en tanto la gobernadora Elvira Nabiullina dijo que “no legalizaremos esquemas de pirámide” y “estamos absolutamente en contra del dinero privado, ya sea en forma física o virtual”.

Australia: monitoreo atento

El Banco de la Reserva monitorea atentamente el avance de las monedas digitales y reconoce que la tecnología que sostiene a bitcoin tiene el “potencial de un uso generalizado en el sector financiero y muchas otras partes de la economía”, dijo el mes pasado Tony Richards, responsable de política de pagos.

Turquía: elemento importante

Las monedas digitales pueden contribuir a la estabilidad financiera si están bien diseñadas, dijo el gobernador del Banco Central Turco, Murat Cetinkaya, en Estambul este mes. Las monedas digitales plantean nuevos riesgos a los bancos centrales, como su control sobre la masa monetaria y la estabilidad de precios y la transmisión de la política monetaria, dijo Cetinkaya.

Holanda: más audaces

Los holandeses se cuentan entre los más audaces en lo que se refiere a experimentar con monedas digitales. Hace dos años, el banco central creó su propia criptomoneda llamada DNBcoin -solo de circulación interna- para entender mejor cómo funciona. Al presentar los resultados el año pasado, Ron Berndsen, que estuvo a cargo del proyecto, dijo que la cadena de bloques puede ser “naturalmente aplicable” al pago de transacciones financieras complejas.

Escandinavia: analizando opciones

Al igual que los holandeses, algunas autoridades nórdicas están a la vanguardia explorando la idea de efectivo digital. El Riksbank de Suecia, el banco central más antiguo del mundo, está investigando opciones como una corona electrónica digital registrada, con los saldos en cuentas de bases de datos del banco central o con valores almacenados en una aplicación o en una tarjeta.

En un entorno donde el efectivo se utiliza cada vez menos, el Norges Bank de Noruega analiza posibilidades como cuentas individuales en el banco central o tarjetas plásticas o una aplicación para usar en pagos, dijo en un reporte fechado en mayo.

Nueva Zelanda: considera el futuro

El Banco de la Reserva Federal de Nueva Zelanda, pionero en la escena mundial con su introducción temprana de una meta inflacionaria, dijo el miércoles que analiza sus futuros planes para la emisión de monedas y cómo pueden encajar las unidades digitales en esas estrategias.

Marruecos: viola la ley

En lo que representa una de las reacciones más estrictas, el país estimó que todas las transacciones que involucran monedas virtuales contravienen las regulaciones cambiarias y son pasibles de castigo por ley.

Banco de Pagos Internacionales: no se pueden ignorar

El banco central para los bancos centrales ha dicho que los funcionarios a cargo de formular las políticas no pueden ignorar el crecimiento de las criptomonedas y probablemente deberán considerar si es lógico para ellos emitir en algún momento sus propias monedas digitales.

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