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¿Mejor viento de cola? Opinión

¿Mejor viento de cola?

Un mayor precio del cobre sin duda ayudará a las alicaídas finanzas públicas, las cuales vieron aumentado su déficit de manera importante, al tiempo que la deuda bruta creció de manera acelerada. Pero para crecer, generar inversión y empleos de calidad, se necesita trabajar en los incentivos correctos desde lo interno. No debemos olvidar que el crecimiento económico no está dado, cosa que pareció haberse olvidado estos últimos años.


Mucho se ha dicho que el próximo Gobierno, segunda administración del Presidente electo Sebastián Piñera, gozará de un mejor escenario económico, de “buena pata” o de un buen “viento de cola”.

Esto, principalmente, dada la evolución reciente del precio del cobre y de una mejora en las perspectivas de crecimiento mundial. Sin duda estos serán ingredientes favorables a la administración, pero el deficiente desempeño económico y fiscal de estos últimos años contempla muchos ingredientes más.

Primero: el precio del cobre, protagonista de las explicaciones frente a un frenazo económico interno. Poniéndolo en perspectiva, durante el primer año de gobierno de Michelle Bachelet, el precio de la libra de cobre promedió USD 3,1. Es decir, un 6% menos que el año previo, mientras que el crecimiento económico nacional cayó de 4% el 2013 a 1,9% el 2014. Menos de la mitad. El año 2015 se registró una caída más abrupta del precio del cobre: 20% respecto del año previo. En ese período Chile creció 2,3%. Luego el 2016, el precio del cobre, en promedio, volvió a caer, esta vez en torno a un 9%. Ese año nuestra economía creció sólo un 1,6%. Pero el año que acaba de cerrar, el 2017, el precio del cobre recuperó su precio (casi un 20%, promediando USD 2,8 la libra). Sin embargo, la economía chilena volvió (se estima) a reducir su tasa de crecimiento, la cual sería solo de 1,5%. ¿Por qué no aumentó su tasa de crecimiento si es que el precio del cobre es tan determinante?

Segundo: escenario económico externo. Hasta el año 2013 (año en que Chile creció 4% y el mundo 3,5%), Chile solía crecer más que el mundo (sólo con 2 excepciones, durante la crisis asiática y la crisis subprime). Sin embargo, a partir del año 2014, comenzamos a crecer mucho menos, promediando durante el período 2014-2017 una tasa de 1,8%, al tiempo que el mundo habría crecido en promedio 3,5% durante el mismo período. ¿Por qué Chile bajó drásticamente su tasa de crecimiento y no así el mundo?

Según un estudio del Fondo Monetario Internacional, dado el fin del súper ciclo del precio del cobre, se estima que de cada tres puntos menos de crecimiento económico, sólo uno puede atribuirse exclusivamente a factores externos, el resto es “de fabricación interna”.

La caída de la inversión (que acumuló cuatro años con variación negativa), la pérdida de confianza y la precarización del empleo no dependen exclusivamente de los “vientos de cola”.

Para los próximos años, un mayor precio del cobre sin duda ayudará a las alicaídas finanzas públicas, las cuales vieron aumentado su déficit de manera importante, al tiempo que la deuda bruta creció de manera acelerada. Pero para crecer, generar inversión y empleos de calidad, se necesita trabajar en los incentivos correctos desde lo interno. No debemos olvidar que el crecimiento económico no está dado, cosa que pareció haberse olvidado estos últimos años.

Carolina Grünwald
Economista Senior de Libertad y Desarrollo

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