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“Me sorprenden las declaraciones de rechazo a la idea de legislar, eso es como rechazar la idea de dialogar respecto de un proyecto muy importante”, dijo el ministro de Hacienda Felipe Larraín, quien pidió no mezclar este tema con la compleja tramitación del salario mínimo en el Congreso. Desde la oposición se dio una muestra de fuerza con una reunión ampliada desde la DC al Frente Amplio y la formación de un grupo político-técnico y otro comunicacional para enfrentar la tramitación.
La advertencia de la oposición respecto al trámite del proyecto de modernización tributaria, encendió las alarmas en Hacienda que ve cómo se complica el futuro de su iniciativa estrella, y cómo este tema se mezcla con el complejo despacho que atraviesa el salario mínimo en el Congreso.
“Me sorprenden las declaraciones de rechazo a la idea de legislar, eso es como rechazar la idea de dialogar respecto de un proyecto muy importante”, dijo el ministro de Hacienda Felipe Larraín, en el marco de su participación en el encuentro Erede (Encuentro Regional de Empresas 2018) en Concepción.
La oposición se ha coordinado, desde la Democracia Cristiana al Frente Amplio, para enfrentar en forma conjunta la tramitación del proyecto de Reforma Tributaria presentado la semana pasada por el Gobierno y adelantó que la discusión será compleja.
De hecho, el tema ha cruzado las intervenciones de los parlamentarios en el salario mínimo, donde el Gobierno ha insistido con un veto presidencial que cayó mal en el Congreso. “¿Cuál es el clima que se genera entonces? ¿Para qué vamos a aprobar la idea de legislar de la Reforma Tributaria si sabes lo que va a pasar al final?”, apuntó, graficando el escenario, el PPD Ricardo Lagos Weber.
Sin embargo, el ministro Larraín pidió evitar mezclar la tramitación de los proyectos del veto al salario mínimo y la modernización tributaria y emplazó en este sentido a la oposición a salir de la «trinchera”.
“Más allá de las trincheras en que algunos quieran ponerse, vamos a dialogar con todos (…) sino que algunos en una línea de critica que se da incluso antes de conocer el proyecto, lo que debemos hacer no por el gobierno, sino que por Chile es dialogar y ponernos de acuerdo, ese es el principio rector, generación de consensos amplios. Aunque tengamos los votos para aprobar este proyecto me interesa que sea aprobado por un consenso más amplio, esta es una reforma estructural y modernización tributaria», indicó.
En el Gobierno tomaron nota además de que enfrentarán una oposición más unida, bajo la coordinación de presidente del Senado. Ayer lunes, senadores, diputados, expertos y dirigentes gremiales de la oposición se dieron cita para analizar el proyecto, con comentarios de los presidentes de las comisiones de Hacienda del Senado y la Cámara, Juan Pablo Letelier (PS) y Pablo Lorenzini (DC), respectivamente, el economista Alejandro Micco y la directora de Igualdad, Clarisa Hardy.
Entre los asistentes se encontraban los ex ministros de Hacienda Rodrigo Valdés y Nicolás Eyzaguirre; de Energía, Máximo Pacheco; los presidentes del PPD, Heraldo Muñoz; del PS Álvaro Elizalde, los senadores Ricardo Lagos Weber, Jaime Quintana y Felipe Harboe (PPD); Jorge Pizarro y Francisco Huenchumilla (DC); del PS, Carlos Montes; los diputados Giorgio Jackson (RD) y Daniel Núñez (PC); representantes de centros de estudios como Espacio Público, Chile 21 e Igualdad; y de asociaciones gremiales como Conupia, UnaPyme, Asof, además de representantes de los gremios del SII y la ANEF, entre otros.
En la ocasión se distribuyeron los documentos “La porfiada desigualdad desafía los lugares comunes”, de Clarisa Hardy; “¿Proyecto pro Pyme?”, del grupo de trabajo tributario; “Medidas impulsadas por la reforma tributaria”, del grupo de trabajo tributario; “Integrar o no integrar: ¿Qué nos jugamos?”, de Alejandro Micco; “Modificaciones propuestas a la norma general antielusión”, de Francisco Saffie; y “Crédito especial para la construcción de viviendas 2004-2018”, de la Biblioteca del Congreso Nacional.
En la ocasión, las dudas opositoras con el proyecto estrella del Gobierno salieron a la vista. El senador y presidente de comisión de Hacienda, Juan Pablo Letelier, aseguró que “no es efectivo que se trate de una reforma modernizadora, sino de una reforma de carácter estructural sobre la base de algunas instituciones que alteran totalmente lo que se modificó el 2014”. Añadió que esta reforma “retrocede significativamente el concepto de que ‘los que más tienen más aporten’ al desarrollo económico para efecto de políticas públicas. Esta falta de recaudación alguien la va a pagar, porque aquí con toda probabilidad se va a afectar programas sociales”.
El presidente del Senado, Carlos Montes advirtió, por su parte que el proyecto tiene problemas muy serios. “La integración, que beneficia principalmente a las grandes empresas, es la que mayor costo fiscal tiene. Son 800 millones de dólares y, según otros cálculos, son mil millones de dólares”. Destacó, además, que la iniciativa busca quitarle atribuciones al Servicio de Impuestos Internos (SII) y debilitar la norma antielusión.
En la instancia, y “para trabajar en forma unida en esta materia», se acordó la creación de un grupo político-técnico y otro comunicacional para enfrentar la tramitación.
