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El cortocircuito de Bernardo Larraín con La Moneda: se queda abajo de gira presidencial a Europa MERCADOS

El cortocircuito de Bernardo Larraín con La Moneda: se queda abajo de gira presidencial a Europa

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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El timonel del gremio no fue convocado al periplo oficial que este viernes inicia Piñera y que tiene un fuerte tono empresarial. El viaje incluye seminarios de negocios en París y España, además de asuntos de comercio exterior con Bélgica y visitas a empresas en Alemania. En la comitiva sí está considerado el presidente de la CPC y dos consejeros de la Sofofa, pero las gestiones que se hicieron no lograron que Larraín Matte fuera incluido. Las tensiones con el Gobierno le habrían pasado la cuenta.


Hay personas con las que uno no tiene química, relaciones que no se pueden forzar. Algo de eso es lo que ha pasado con el timonel de uno de los principales gremios del país, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bernardo Larraín. Su personalidad fuerte, sumada a un nuevo estilo que ha impuesto en la cúpula del gremio y que ha sido aprobado públicamente por todas las empresas y representantes que integran la instancia, ha generado más que ronchas tanto internamente en algunos sectores de la Sofofa como en el mundo político, especialmente en el Gobierno.

Algunos de los desacuerdos internos, que se califican como parte habitual de las diferencias de estas instancias, son, por ejemplo, un debate en torno a la presencia de Julio Ponce Lerou en SQM o algunas diferencias públicas –que después buscaron ambos superar con una carta escrita a El Mercurio– con su par en la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett.

Pero el punto es que, mensajes por WhatssApp más o menos, lo cierto es que el hacer públicas ciertas diferencias con el estilo de Larraín Matte ha tenido un efecto colateral: se han sacado ciertos trapos al sol que han incomodado a La Moneda y particularmente, al Presidente Sebastián Piñera. Lo anterior ha preocupado a las ramas de la Sofofa, pues han comentado que es peligroso que el gremio pierda su influencia política. Los parlamentarios no son tan afables con Larraín, por estar relacionado a la familia Matte, dueña de La Papelera (involucrada en la colusión del papel).

Particularmente los impasses con Piñera han sido por asuntos como la reforma tributaria o la paciencia que le pidió el ministro Larraín a los empresarios. Con la idea de que la Sofofa sea un verdadero articulador en la discusión, los consejeros de la organización han querido suavizar las diferencias tanto con la CPC como con los parlamentarios a todo evento.

En efecto, Larraín Matte se reunió hace unos días con representantes del Frente Amplio (FA), cita que tuvo lugar en el Congreso y fue una audiencia formal con la idea de hablar sobre la modernización tributaria. «Bernardo ha hecho esfuerzos por entenderse con todos, independientemente de las críticas», dice un dirigente cercano a él.

[cita tipo=»destaque»]Ya en Alemania, además de reunirse con Angela Merkel, la empresa Siemenes, en Hamburgo, convidó a la comitiva a su centro de entrenamiento y, si aún faltan datos para creer que el viaje tiene un tono empresarial, la gira incluye una visita a la naviera Hapag Lloyd, para luego seguir a Bélgica, donde habrá reuniones para analizar cómo mejorar los acuerdos comerciales entre ambos países. Lo más lejano de la agenda público-privada será la audiencia, el sábado 13 de octubre, con el Papa Francisco en el Vaticano.[/cita]

Pero otros episodios le han valido antipatía y algunos de ellos son «cobrados» por el Gobierno, haciendo eco a que en política todo se paga en algún momento.

Dos de ellos, comentan testigos, incomodaron particularmente al Presidente Piñera. Uno, cuando, invitado a un debate del gremio, Larraín Matte hizo un incómodo comentario sobre la intervención que realizó para evitar el desarrollo de Barrancones, episodio al que se han sumado incomodidades en reuniones por la Reforma Tributaria con el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, y algunas arengas por WhatsApp para no claudicar en la baja de impuestos, las que también incomodaron en Palacio.

El segundo y más recordado es un episodio que sucedió en la actividad presidencial en la que se lanzó el Pago Oportuno a Proveedores hace algunos meses. En esa instancia, Piñera invitó a algunos empresarios a tomarse un café y comentar el escenario económico. En un minuto, ya habiendo pasado un rato de la conversación, el presidente de la Sofofa se excusó para señalar que tenía que continuar con su agenda de trabajo, gesto al que el Mandatario respondió –con su tono medio en broma que a veces suena demasiado en serio– que en su casa le habían enseñado que nadie se para de la mesa antes que el Presidente de la República. Una escena que refleja en todo su esplendor la tensa relación entre ambos.

Aunque todos parecían bemoles propios de las diferentes veredas donde se mueven, la guinda de la torta vino tras conocerse la lista oficial de invitados a la gira presidencial que comienza este viernes, una que tiene un cariz empresarial, pero a la que Larraín Matte, no obstante su condición de timonel de la Sofofa, no fue invitado. El comentario fue obligado en el círculo empresarial, poniendo al presidente del gremio, otra vez, en un lugar incómodo.

Los que sí se suben al avión

«Presidente Piñera inicia gira a Europa con énfasis empresarial», era el titular con que el Diario Financiero comentó ayer lo relevante que es este viaje de Piñera para el sector privado. Cinco países, diez días y el inicio del periplo en París con un encuentro del mundo privado y luego un cita con el presidente Emmanuel Macron. En España, la participación de los empresarios será, nuevamente, clave, pues se realizará una reunión en La Moncloa, pero además se asistirá a un encuentro bilateral de negocios. La agenda se mezclará con reuniones con los máximos mandatarios de los países que visita.

Ya en Alemania, además de reunirse con Angela Merkel, la empresa Siemenes, en Hamburgo, convidó a la comitiva a su centro de entrenamiento y, si aún faltan datos para creer que el viaje tiene un tono empresarial, la gira incluye una visita a la naviera Hapag Lloyd, para luego seguir a Bélgica donde habrá reuniones para analizar cómo mejorar los acuerdos comerciales entre ambos países. Lo más lejano de la agenda público-privada será la audiencia, el sábado 13 de octubre, con el Papa Francisco en el Vaticano.

La gira considera un itinerario desde el 5 al 15 de octubre, pasando por París, Madrid, Berlín, Hamburgo, Bruselas, Roma y El Vaticano, sumando también a 13 parlamentarios como parte de la comitiva oficial.

Así, en la ronda de citas que habrá en esta gira presidencial, la máxima representación empresarial estará en manos de Swett como cabeza de la CPC. Sí fueron invitados dos consejeros de la Sofofa, Claudio Muñoz  (Telefónica) y Antonio Gallart (CGE), y aunque trascendió que sí se hicieron gestiones con La Moneda para que Larraín Matte fuera sumado a la comitiva, no tuvieron éxito, por lo que el timonel de la Sofofa partiría en un viaje paralelo fuera de Chile, también en planes laborales.

Algunos consejeros de la Sofofa comentaron que ya conocían del asunto, pero que consideran que no es propio marginar a Larraín Matte por haber expresado diferencias ante las posturas gubernamentales. «La discrepancia no debe ser falta de relaciones. Ha habido otros presidentes y dirigentes críticos de la gestión en el Gobierno anterior y formaron parte de muchas giras presidenciales», comenta uno de ellos.

Las definiciones de asistentes en las giras presidenciales tienen que ver con el «tono» que el Ejecutivo quiere imprimirles a sus giras. Por ejemplo, en el último viaje a la ONU la idea fue mostrar transversalidad política, por lo que Piñera se hizo acompañar de parlamentarios de diversos partidos y coaliciones.

Las nóminas de invitados pasan por la venia de Cancillería, pero, por supuesto, por Presidencia.

Más allá del episodio, lo que ha comenzado a ser comentario es si este camino –restando aún tres años para que concluya el Gobierno de Piñera– es sin retorno para la relación entre Sofofa y La Moneda. Algo que varias ramas del gremio no estarían dispuestas a sostener, insistiendo en que el órgano tiene que ser un articulador entre el sector público y privado, algo que no se está cumpliendo a cabalidad.

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