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El “Chicago boy” de Bolsonaro: «Brasil votó por los principios y no por la economía» MERCADOS

El “Chicago boy” de Bolsonaro: «Brasil votó por los principios y no por la economía»

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Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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Surgen dudas tras el balotaje que dio por vencedor al legislador de extrema derecha. Las acciones y la moneda local revirtieron las ganancias anteriores y disminuyeron este lunes. Esto podría ser una señal de que los operadores están buscando más evidencia de que Bolsonaro realmente perseguirá los movimientos económicos que prometió su campaña. Paulo Guedes, quien se vislumbra como el próximo ministro de Hacienda del presidente electo, manifestó que, en todo caso, esta pelea no se ganó solo por la promesa financiera, sino más bien «por los valores que él defiende».


Ex fundador de BTG Pactual, el reconocido Banco de inversiones que tiene presencia en Chile (tras comprar hace unos años Celfin Capital), Paulo Guedes es el cerebro económico del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro. El ejecutivo, Chicago Boy, apegado al libre mercado, es el cerebro económico del político cristiano, que ha reconocido que poco sabe de economía. Eso, pese a sus promesas de ser el próximo zar económico de Brasil, que ha sufrido los efectos en su economía de una baja apertura comercial, alto déficit fiscal y, claro, de la corrupción.

Bolsonaro no tiene experiencia en cargos ejecutivos, ha sido toda su vida un funcionario público que poco conoce de administración y tiene la promesa de un ambicioso proyecto económico que requiere de importantes reformas en el parlamento, donde gobierno con minoría. La privatización de casi todas sus empresas estatales, entre ellas la gigante Petrobras, es parte de la palabra empeñada.

Tras las elecciones, Guedes, quien se vislumbra como el próximo ministro de Hacienda del presidente electo del gigante latinoamericano, manifestó que, en todo caso, esta pelea no se ganó solo por la promesa económica a su rival, Fernando Haddad, eso pese a que gran parte de la clase de elite de Brasil, radicada principalmente en votantes de Sao Paulo y Río de Janeiro votó por él.

«Esta decisión no fue sobre economía. La economía fue muy poco importante, fueron los valores y principios que el defiende. La corrupción en la política y la violencia también tienen que acabar. La población brasileña voto por principios y no por economía», dijo a la revista Veja.

Respecto a la primera medida para revitalizar los números de la economía brasileña, Guedes no quiso arriesgar. «Vamos a atacar todo. Las prioridades son los gastos públicos en exceso», manifestó, en una línea similar a la que el actual Presidente de la República, Sebastián Piñera manifestó al asumir en La Moneda en marzo de 2018.

Privatización de Petrobras

Una de las medidas que mayor polémica ha desatado entre quienes no apoyan las propuestas de Bolsonaro, y que también genera expectación a nivel internacional, es la privatización de Petrobras. Su venta generaría para el nuevo gobernante, cerca de US$ 700 millones, según se ha manifestado preliminarmente.

El equipo del presidente electo señaló que lo primero será «saber la verdad» sobre la estatal, señalando que la empresa pasó de ser la séptima petrolera del mundo a la número 28, y que seguramente el actual presidente brasileño, Temer, no tenía idea de las razones.

Los mercados celebraron las elecciones del político de ultraderecha. Las acciones de Petrobras subían casi 5%, así también la Bolsa de Sao Paulo que lo hizo casi 2%. Eso aunque los inversionistas han dicho que el verdadero test de realidad se verá recién ahora, cuando el optimismo inicial se normalice.

Según explicó Bloomberg, el auge en los mercados brasileños que se produjo junto con el ascenso al poder de Jair Bolsonaro está llegando para una revisión de la realidad. Las acciones y la moneda revirtieron las ganancias anteriores y disminuyeron el lunes, un día después de que el legislador de extrema derecha fuera elegido presidente con el 55 por ciento de los votos. Podría ser una señal de que los operadores están buscando más evidencia de que Bolsonaro realmente perseguirá los movimientos económicos que prometió su campaña, y los inversores salivaron, incluso si algunos no son ampliamente populares entre la mayoría de los brasileños. Quieren que se prepare el escenario para una reforma de las pensiones el próximo año, un fuerte impulso para privatizar las empresas controladas por el estado y el nombramiento de miembros del gabinete en el molde del asesor económico Paulo Guedes.

«Hay mucho que hacer», dijo Will Pruett, un administrador de dinero con sede en Boston en Fidelity que administra un fondo de acciones latinoamericanas de $ 450 millones. «Los desafíos económicos siguen siendo los mismos: reducir el déficit fiscal a través de una reforma de pensiones, mejorar la competitividad y la productividad, reducir la complejidad de hacer negocios, la reforma fiscal, la reforma arancelaria».

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