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El fantasma del dólar y de la intervención del Central: la primera prueba para Briones MERCADOS

El fantasma del dólar y de la intervención del Central: la primera prueba para Briones

Natalia Saavedra Morales
Por : Natalia Saavedra Morales Editora periodística El Mostrador Mercados
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El presidente de la entidad, Mario Marcel no quiso hablar directamente de una intervención pero dijo que el organismo puede actuar en “situaciones anómalas” y que “cuenta con una variedad de herramientas para hacerlo” y “un adecuado nivel” de reservas internacionales. 


El mercado está inquieto. Es un hecho que no puede desconocerse.

Eso sucedió luego de que el Gobierno diera a conocer su marco de entendimiento para el presupuesto de 2020. Uno que apareja novedades en materia social (como las propuestas en torno a la baja de la tarifa del transporte y de la repactación de deudas CAE a moroso) pero que además utilizó un mecanismo que no se usaban desde el año 2008, cuando en Chile azotaban los efectos de la crisis subprime: la venta de fondos soberanos.

«Para financiar el mayor gasto de las medidas planteadas en la Agenda Social del Gobierno, la reconstrucción de las ciudades y el Metro y los compromisos derivados de este acuerdo, se realizarán reasignaciones de gasto en el Proyecto de Ley de Presupuestos 2020, entre ellas, se disminuirán los gastos de la Partida de Defensa en 40 millones de pesos, se aumentará el nivel de endeudamiento autorizado y se gastará parte de los Fondos Soberanos. De igual forma, el ejecutivo perfeccionará la norma de información al Congreso sobre el uso de los recursos del Fondo de Estabilización Económica y Social», dice el documento firmado entre el ministerio de Hacienda y los parlamentarios el lunes por la noche.

Como apostaba Sanhattan el mercado se inquietó. Y el dólar se apreció fuertemente. «Jornada de locura», «Dólar en máximos históricos» y «dólar sin freno», fueron algunos de los títulares. Mientras la escalada ya superaba los $ 760, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones tuvo que salir a contener el alza. «(Es) Una señal de inquietud que estamos siguiendo muy atentamente. Esto tiene impacto en los precios, la inflación y una parte importante de bienes que consumimos”, dijo. 

La incidencia de la moneda extranjera en la vida chilena es relevante, por la gran cantidad de bienes importados que consumimos. El precios de los combustibles, de los bienes importados durables y no durables y algunos commodities que importamos son parte del pack que se ve encarecido. Aspectos tan sensibles como el precio de la energía y del transporte están indexados a variaciones de la moneda. Y de hecho han explica una seguidilla de alzas de estos últimos luego que el dólar solo se elevara tras la guerra comercial.

La bolsa también castigó el sinceramiento del país de que para sostener una agenda social es necesaria una mayor recaudación y como esto, por ahora, no está garantizado, el estado debe endeudarse más. Y echar mano a lo que tiene.

Quienes apoyan la medida explican que se debe entender que lo que hoy se trata de contener son los efectos de «un terremoto». Por eso parecería justificado usar parte del Fondo de Estabilización Social. Eso, aunque el mecanismo no puede ser permanente.

Lo cierto es que los sobre $ 800 en que se cotizó la moneda asustan al mercado.  Según explica Hacienda en su web «el Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) fue constituido el 6 de marzo de 2007, con un aporte inicial de US$ 2.580 millones. De éstos, US$ 2.563,7 millones correspondían al saldo del antiguo Fondo de Estabilización de los Ingresos del Cobre, que concluyó su operación refundiéndose en el FEES. El FEES permite financiar eventuales déficit fiscales y realizar amortizaciones de la deuda pública, contribuyendo así a que el gasto fiscal no se vea mayormente afectado por los vaivenes de la economía mundial y la volatilidad de los ingresos que provienen de los impuestos, el cobre y otras fuentes. Por ejemplo, ante eventuales ciclos adversos de la economía que afecten los ingresos del Fisco, el Presupuesto podría financiarse en parte con los recursos del FEES sin la necesidad de acudir al endeudamiento».

El mismo fondo se financia a través del saldo que resulte de restar al superávit fiscal efectivo los aportes al Fondo de Reserva de Pensiones y al Banco Central de Chile de acuerdo a lo establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal, descontando cuando corresponda las amortizaciones de deuda pública y los aportes anticipados realizados el año anterior.

Eso implica que sino se genera esa brecha, por ejemplo en ciclos bajos del precio del cobre, el «chanchito» no se vuelve a llenar.

Economistas plantean que el problema de fondo, que aun no se ha discutido ni delineado es cómo, incluso con la Reforma Tributaria en régimen, el estado recauda más dinero, para ser más subsidiario no sólo en base a deuda, sino también a impuestos cobrados a sus ciudadanos. «¿Vamos a necesitar otra reforma tributaria», plantean.

Lo cierto es que los $ 800 son solo síntoma de inquietud para el mercado. Esto pues la evaluación de inversiones extranjeras al país, que se estiman en dólares, también se encaren. Que caiga de manera relevante el nivel de inversión es lo más preocupante para el sector privado. El Gobierno también, hasta antes de Briones, aseguraba que una manera de mantener el balance de un crecimiento más acotado era, precisamente, la mayor inversión.

Quienes tienen una mirada más positiva del tema, aseguran que en estados con «urgencias» siempre se produce un desencaje del gasto. El tema es, hacia adelante, cómo Hacienda, y el Gobierno de Piñera hace que cuadra la matemática.

A tanto llegó la inquietud, que las especulaciones sobre una intervención del dólar comenzaron a correr rápida. El Banco Central optó por dar una señal de calma, sin intervenir directamente.

El presidente de la entidad, Mario Marcel no quiso hablar directamente de una intervención pero dijo que el organismo puede actuar en “situaciones anómalas” y que “cuenta con una variedad de herramientas para hacerlo” y “un adecuado nivel” de reservas internacionales. 

La observaciones son que ahora el Central, pero, coordinadamente con Hacienda, deben a salir a darle calma a los mercados internacionales. La intervención suena aun como una acción de emergencia.

«Desde que Chile adoptó un régimen cambiario de libre flotación en 1999, los funcionarios parecen evitar la intervención a menos que sea totalmente necesario. Desde entonces, el banco sintió la necesidad de intervenir solo en muy raras ocasiones, siendo la última en 2011, después de que la moneda se apreciara sobre el 34% en los dos años anteriores. Esto marca una gran diferencia en comparación con otros pares latinoamericanos como Brasil, México y Argentina, cuyos bancos centrales están más dispuestos a tomar medidas», dijo Bloomberg.

Bloomberg agregó un número de comparación inquietante ante lo señalado por Marcel: «Chile no mantiene muchas reservas de divisas disponibles para intervenir. Según los datos de septiembre del BCCh, el país solo tiene US$37.800 millones a su disposición. El banco central de Brasil, por el contrario, posee más de US$350.000 millones para controlar fluctuaciones bruscas de divisas».

A la par, la reacción de la Bolsa fue también de pesimismo y ya acumula una baja de 12% desde que se inició el estallido social. El IPSA terminó el martes con una baja de 1,63%, que dejo al índice en un nuevo mínimo en más de dos años.

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