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Golpe a Southern Cross: family office de Matte y AFP lideran fuga de uno de sus fondos


En 2010 Southern Cross lanzó el cuarto y el más grande de sus fondos: US$1.700 millones. Al año siguiente se produjeron tres eventos al hilo -el escándalo de La Polar, la quiebra de Campanario, y la forzada venta de Supermercados del Sur a SMU- que afectaron la confianza de los inversionistas locales y extranjeros.

Tres altos ejecutivos de la industria nos aseguran que, al menos, tres family offices pidieron salirse del fondo. Uno de ellos es el de la familia Matte, que había firmado un acuerdo para invertir US$4 millones, y concretado un aporte de US$1 millón al momento de pedir salirse. De acuerdo a nuestras fuentes un fondo compró su participación, lo que se tradujo –como ocurre en estos casos- en la aplicación de  un castigo de US$500 mil. Y asumió los US$3 millones comprometidos. El gerente de inversiones Porto Seguro, la oficina de inversiones de los Matte, dijo que no haría comentarios.

Otra que siguió el mismo camino fue una de las cinco mayores aseguradoras que opera en Chile además de un par de fondos de inversión extranjeros.  A éstos últimos ni siquiera les interesó negociar y según fuentes, permitieron que Southern Cross se quedara con el 2% de comisión que estos fondos tradicionalmente cobran.

La lista incluye a las AFP que, pese a haber comprometido recursos, decidieron suspender su aporte. Aunque su salida podría derivar en acciones legales por parte de Southern Cross, en el mercado creen que el fondo no estaría interesado en levantar más polvareda.

El análisis de un asesor de inversiones apunta que esta reacción “es un castigo a la labor de Raúl Sotomayor, porque existen dudas respecto a su gestión en La Polar. Este es un negocio donde el prestigio y la confianza son súper importantes, y ambas están minadas”.  Un persona que conoce intimamente cómo funcionan los fondos de inversiones privados  cree que Sotomayor, a pesar del éxito que han tenido los otros fondos Southern Cross, tendría problemas levantando dinero para un nuevo fondo en Chile. «Para Morita es diferente, ya que está en edad de retirarse y no tiene que seguir en la batalla», explicó.

El Mostrador Mercados tiene entendido que hasta ahora el fondo IV de Southern Cross sólo ha concretado una inversión en la metalúrgica brasileña Prinox.

En el marco del caso La Polar Sotomayor fue multado con 2.000 UF por la Superintendencia de Valores y Seguros por incumplir el deber de diligencia como director y miembro del comité de directores, y Norberto Morita por 1.500 UF por no cumplir el deber de diligencia.

Ambos renunciaron a sus cargos el 11 de junio de 2009 mientras se negociaba la fusión de Supermercados del Sur con La Polar, ya que tenían un pie en cada empresa. La operación fue rechazada por la mesa de la multitienda por considerar que no generaba sinergias ni le agregaba valor.

En  septiembre del año pasado SMU realizó una compra por absorción de la cadena sureña en una operación que le permitió salir de sus problemas financieros y cumplir con los covenants asociados a un crédito por US$100 millones. Southern Cross se quedó con el 18,7% de SMU después de la transacción. Ese mismo mes –con cuatro días de diferencia- Central Campanario pidió su quiebra, ya que se adjudicó contratos de suministro a precios menores que su costo de generación y debió comprar energía a valores más altos, lo que provocó su descalabro financiero.

El 9 de junio se había destapado el escándalo de La Polar cuando el directorio comunicó la existencia de repactaciones unilaterales que obligaron a aumentar las provisiones en una cifra que, al final de la revisión, ascendió a US$1.000 millones.

Una fuente con amplios conocimientos de lo que pasó con los inversionistas del fondo de Southern Cross nos dice que otra razón de que existe malestar entre los inversionistas del fondo es por las auditorías que les mostraron de Supermercados del Sur y Campanario. Los fondos de inversión privado tienen que producir auditorías independientes en las empresas que están invertidos cada tres o seis meses.

Según nuestra fuente, en ambos casos mencionados lo que pasó al poco tiempo dejó a muchos de los inversionistas en el fondo con un gusto amargo en la boca. Nadie sugiere que hubo algo oscuro, pero si escepticismo y malestar de como Southern Cross manejó la situación.

Los fondos de inversión privados son altamente rentables y tienen una fórmula standard que en la industria se le llama «2/20», cobran 2% de honorarios de administración y 20% de las utilidades. Tienen una duración de 10 años y el fondo promete utilidades promedio de 8% anual. Si éstas son inferiores a un 6 u 8% tradicionalmente el fondo ofrece no cobrar el primer ítem y negociar las utilidades.

Retirarse de un fondo es extremadamente inusual, y se puede hacer solo con el consentimiento del fondo o si otro inversionista compra la participación.  Estos fondos se rigen por reglamentos que establecen fórmulas para el retiro de inversionistas: “usualmente se negocia, cuando son family office muy grandes los fondos buscan compradores para que los que se quieren salir”. Pero no necesariamente es gratis, ya que el fondo puede cobrar el honorario de administración.

Southern Cross no quiso responder a nuestras preguntas.

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