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Cómo falló la muñeca política de Jorge Awad en el momento más complejo de la banca

Cómo falló la muñeca política de Jorge Awad en el momento más complejo de la banca


La imagen de la banca se hundió más todavía. Cuando se requería muñeca política, actitud de diálogo y manejo de control de daños —cualidades que se consideraron para designarlo en el cargo— Jorge Awad se fue a negro.

Se enojó como nunca se lo ha visto, demostró soberbia y falta de sintonía con el país y sus autoridades. Ello, porque desde la Corte Suprema al director del Servicio Nacional del Consumidor, pasando por el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, han acusado a la industria que preside de cometer abusos.

Decir que la decisión de la SBIF era "irresponsable" y que "la banca jamás ha abusado de los clientes; hubo cobros que en su momento estaban permitidos y ahora esos 500 mil casos (de BancoEstado que llegó a un acuerdo para devolver comisiones cobradas en cuentas de ahorro) no son un porcentaje significativo para evaluar la totalidad de la conducta de los bancos", fue dejar en letra muerta cualquier intento por mejorar o por empatizar con los derechos de los consumidores. Su larga y agresiva defensa, además, lo dejó en una incómoda posición frente al superintendente de Bancos, Raphael Bergoeing, su contraparte a la hora de negociar cambios y en un momento tan delicado para el sector.

El presidente de la Asociación de Bancos hace un mea culpa por la forma. “Uno no tiene por qué enojarse. Uno es ante todo un dirigente. No me cabe duda que el tono debió ser distinto, pero el contenido cada vez más me lo confirma”.  Asegura que no ha recibido críticas ni de los dueños, ni de los gerentes ni de ningún representante de la banca por su actuación el jueves 9 de mayo al término del seminario “Consejo de Estabilidad Financiera”, realizado por el Departamento de Economía de la U. de Chile y la Asociación de Bancos en CasaPiedra.

“Nadie me ha llamado. Lo que realmente les sorprendió es que por mi carácter nunca he reaccionado así. Estaba indignado. Borrar una cosa y no decir cómo se reemplaza es un error. No sabíamos si los contratos eran indefinidos o entrábamos a un sistema de fijación de precios”.

Fue tal la molestia que generaron sus dichos que el superintendente de Bancos, Raphael Bergoeing, no lo quiso recibir y le suspendió una reunión fijada para el martes 14. “Me llamaron para decirme que estaba suspendida”, confirma el timonel de los banqueros.  

“Dejó con cero margen de maniobra a la autoridad (Bergoeing). Nunca antes nadie nos suspendió una reunión”, asegura un ex gerente de la Asociación.

 Al día siguiente, el miércoles 15, la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, había invitado a Awad y a Bergoeing a una sesión especial con la idea interiorizarse de los cambios en la regulación a raíz del fallo de la Corte Suprema que sancionó a Cencosud por alza unilateral de comisiones y motivó a BancoEstado a negociar con el Sernac y Conadecus —frente a otro fallo que se veía negativo—, a fin de devolver las comisiones cobradas en las cuentas de ahorro a más de 500 mil clientes.

“Se invita como corresponde y Awad no llega. Nos llega una excusa muy genérica, no tengo tiempo. Estamos hablando de la Comisión de Hacienda, donde iba a estar el superintendente”, apunta el diputado DC Pablo Lorenzini, miembro de dicha instancia, quien dice que se extrañó porque conoce a Awad desde hace muchos años y lo describe como una persona amable y franca.

“Yo creo que la banca no reaccionó bien. Los bancos lo acallaron, lo sacaron del debate mientras negocian con la superintendencia. Esa es mi impresión”, agrega.

Awad explica que “el viernes me llamaron (de la Comisión de Hacienda) para invitarme y dije que tenía comité de crédito a las 15:00 horas y no podía ir. Le avisé al presidente de la comisión”.

Miodrag Marinovic, el presidente de la comisión de Hacienda, cuenta que el lunes la secretaría de la comisión recibió un correo del presidente de la ABIF “diciendo que no podía asistir por compromisos anteriores”.

El ex gerente de la Asociación asegura que la prioridad era su rol como presidente del gremio y que bien pudo no asistir al comité de crédito.  

El hombre de las redes de poder

Awad, que acaba de ser reelegido, llegó a presidir la Asociación de Bancos en mayo de 2011 promovido por el Banco de Chile, cuyo directorio integra desde 1996. Su antecesor Hernán Somerville, quien estuvo al mando por 18 años, dio un paso en falso al aceptar y luego rechazar la Embajada de Chile en China. El desaire lo dejó en una posición incómoda frente al Presidente Piñera y sus ministros.

El nombre de Awad llenaba el perfil: puertas abiertas de La Moneda —compartió el directorio de LAN con Piñera, de quien no es amigo, pero sí cercano— llegada a grandes grupos económicos como los Luksic, dueños del Banco de Chile; José Said, socio del BBVA y de Edelpa, en cuya mesa participó ocho años; Juan Cueto, para quien trabajó en Compac y Sabimet cuando el empresario era parte del llamado grupo Banco de Concepción junto a José Luis Zabala, Alejandro Ascuí antes de la intervención de 1983 y por el que entró al directorio de LAN.

De militancia democratacristiana tiene un acceso fluido a la oposición y sus redes atraviesan la Iglesia Católica, a la que asesoró como presidente de la comisión de financiamiento, y fue director de la Automotriz Coseche, de propiedad del Arzobispado de Santiago y los Costábal Echenique desde 1974 a 1989.  

Fue tesorero de la primera campaña de Eduardo Frei Ruiz-Tagle que lo nombró director en Codelco en 1994 y también ocupó sillones de empresas públicas en los gobiernos de Patricio Aylwin y Ricardo Lagos, como TVN (1992-2000) y La Nación de 2001 a 2003. Se sentó en el directorio de Copeva, la constructora de Francisco Pérez Yoma entre 1998 y 2003.

Su primer trabajo fue en la Dirinco que, curiosamente, es la predecesora del Sernac, con el que se ha enfrentado en esta vuelta y que se encargaba de fijar precios. “Desde los sanguches a los autos”, recuerda este hombre que, a los 22 años, fue designado por Eduardo Frei Montalva y a quien el ministro Sergio de Castro le pidió, en 1975, que se hiciera cargo de la gerencia general de la entonces cooperativa Bellavista Oveja Tomé.

Un currículo variopinto que habla de redes y manejo político. Algo que en esta pasada a Awad omitió.  

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