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Opinión: Cobros excesivos son una herida al alma del modelo


Detrás de la cláusula abusiva a la que aluden recientes fallos judiciales emanados de nuestra Excma Corte Suprema en torno al sector financiero, se esconde un cobro excesivo, reflejo fiel de mercados donde prima la falta de competencia. Ahora, esta ausencia de competencia no se debe necesariamente a la ejecución de ilícitos, sino que más bien a negocios montados sobre estructuras hoy muy difíciles de desafiar.

Lo anterior, a juicio de quien suscribe, es un reflejo cierto y sintomático de algo que infunde una herida al alma de nuestro modelo y que, lamentablemente, no sólo es omitido por muchos, sino que para peor, sirve de fundamento al malestar ciudadano. En resumen, la ausencia de un dinamismo competitivo que rebota, por cierto, en cobros o intereses más caros para la Sra. Juanita de los que debieran ser si los mercados fueran más competitivos. Tras años bajo el mismo régimen de excesos, de ahí a la calle y las protestas es lo mismo que apagar un cigarro en un pasto seco: fuego.

Por tanto, hoy más que nunca prima la importancia de la penetración de internet y el uso de las nuevas tecnologías para combatir esta herida, que reitero, no es otra que la ausencia de competencia. Dicho sea de paso, justamente es este dinamismo el que hace que en economías competitivas como la norteamericana, empresas cuya capitalización bursátil hace diez años era de billones de dólares, hoy día sea de tan sólo un par de US$ millones, vis – a – vis compañías que hace diez años no existían o bien, eran una sombra de lo que son hoy.

¿ES DESAFIABLE NUESTRO MERCADO?

El caso nacional es francamente preocupante porque no existe aquel dinamismo competitivo. Es más, en muchas áreas existe, lamentablemente, un verdadero anquilosamiento en orden de competencia. Esto se ve, por ejemplo, y lo hemos dicho ya reiteradamente, en la capitalización bursátil de muchas de las compañías enlistadas en los mercados de valores nacionales. Basta para ello comparar valores libro y bolsa de algunas compañías para entender que estamos en presencia de mercados poco competitivos; basta observar, por un minuto, los costos de reposición de muchas de éstas y nos daremos cuenta que dicho valor es muy inferior al de su capitalización bursátil; basta observar, medianamente, las utilidades de éstas para entender, sin grandes complejos, que estamos en presencia de mercados imperfectos. Grafiquemos, y tan sólo un botón de muestra, esta ausencia de competencia en nuestro mercado de capitales, en particular, el de las AFP, y el del crédito, bancario o retail.

MERCADO DE LAS AFP

Por años, actores como autoridades sostuvieron que los procesos de fusión o consolidación llevados a cabo en la industria de AFP no eran sino que la tendencia natural en una industria necesitada de economías de escala para seguir creciendo. Dicha consolidación significó, por un lado, grados decrecientes en materia de competencia entre las administradoras, reflejado ello en el cobro de elevadas comisiones de parte de éstas.

Justamente, el cuadro de poca competencia habida en la industria fue, además de otras, lo que motivó la gran reforma sobre el sistema de pensiones y que significó la licitación gradual de cartera de afiliados. La irrupción de una nueva AFP, MODELO, le dio la razón a aquellos que creíamos que había margen no sólo para incrementar el número de actores, por una parte, sino que también, que la industria resistía el cobro de comisiones aún más bajas. De hecho, MODELO impactó al mercado el año 2010 con el cobro de una comisión de 1,14% de la remuneración imponible, muy por debajo de lo que se cobraba a la fecha. 2 años después, las altas comisiones fueron materia de una nueva discusión con motivo de la licitación de la cartera de afiliado, y MODELO ofertó y adjudicó su participación con un 0,77%, muy por debajo de la cifra ofertada sólo 2 años atrás. PLANVITAL, por su parte, que a la época (enero, febrero y marzo de 2012) cobraba la comisión más cara del mercado, 2,36%, ofertó una comisión de 0,85%.

PEER TO PEER LENDING

“El sobre endeudamiento es una enfermedad social”. Así grafica Nicolás Shea Carey, fundador de CUMPLO, el drama de la clase media en nuestro país. En torno al agobio que significa el excesivo costo de los créditos en Chile, y donde un alto porcentaje del sueldo medio se va en pagar éstos (cerca de un 50%), nace esta maravillosa plataforma virtual bajo la metodología del peer to peer lending que pretende inyectarle competencia a un mercado, como el del crédito, cuyas tasas pululan en torno a un 50% de interés anual, cuando sus tasas de endeudamiento, a juicio de su fundador, bien podrán estar en torno a un 10%-20% anual (pymes o bien personas naturales).

Ese “mercado”, (que es en definitiva en el que se involucra la Sra. Juanita), carente de competencia, pretende captar hoy CUMPLO, al igual como lo han hecho en USA y Reino Unido, PROSPER.COM o ZOPA.COM. Porque internet permite a la Sra. Juanita interactuar y converger hacia una plaza virtual que les faculta prestarse dinero, o bien, y dicho con un matiz social por Nicolás, “restablecer las confianzas cuando éstas se han roto” (claro, si se cobran en promedio un 50% de interés. ¿Cómo le llama usted a esto?).
CONCLUSIÓN

En resumen, sólo cabe preguntarse, entonces, qué es lo que motiva la falta de competencia, en el mercado de capitales doméstico como en otros. En una, son costos fijos muy altos, sustentadas en legislaciones dictadas para el Chile de los 80´s, ie, caso de AFP que exigen, a modo de ejemplo, presencia de sucursales; en otras, barreras de entrada que dificultan el ingreso de nuevos actores y regulaciones anacrónicas, como en el del crédito o bien, un natural anquilosamiento fruto de la falta de actores, ie, farmacias.

Pero hay un margen, hoy excesivo, que se palpita, se respira en el ambiente. Muchos actores marginan hacia el “techo”, no al “piso”, cuando perfectamente hay margen para hacerlo hacia lo segundo. ¿Ausencia de altruismo, quizás?
No obstante, lo lamentable de este diagnóstico, y que por cierto no le debiera ser indiferente a la autoridad regulatoria, es que lo descrito redunda en una falta de dinamismo competitivo en nuestra economía que, entre otras, impide el nacimiento de un Facebook, Apple, o bien limita enormemente a los CUMPLO, MODELO, MULTICAJA y tanto otros, y perpetúa, con ello, el dominio de unos pocos, lesionando con ello el bienestar general. De ahí la importancia de internet y las nuevas tecnologías porque desafían, brutalmente, este status quo.

Ahora bien, e independientemente del uso y la penetración de internet, debemos entender, de una vez, que el sobre endeudamiento para unos, o bien el cobro excesivo para otros, y muchas otras manifestaciones de esta ausencia de competencia, son una herida que se infunde al alma del presente modelo económico, le daña enormemente, y con ello, a la dignidad de la Sra. Juanita.
Por lo mismo, acá no se ponen en tela de juico los beneficios de la bancarización, o del mercado de capitales y nuestro modelo económico. Por el contrario, se agradece. Pero la profundidad del mismo debe darse en un contexto de competencia, no en ausencia de ésta, más cuando en todo esto existe un trasfondo de orden moral que no debiera pasar jamás desapercibido para aquellos que tratamos de seguir a la Doctrina Social de la Iglesia.

Gonzalo Cruzat Valdés
Abogado

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