Publicidad

Impuesto al vino de la reforma tributaria serían los más altos del mundo a nivel de productores


Fernando Zenteno baraja abandonar viñedos de 15 años de chardonnay y cabernet sauvignon en el valle central de Chile en momentos en que el país planea elevar los impuestos al vino al más alto nivel entre los países vitivinícolas.

“No hay ninguna posibilidad de que sigamos en el sector vitivinícola con el impuesto”, dijo Zenteno en entrevista telefónica desde Curicó, 207 kilómetros (129 millas) al sur de la capital, donde dirige los viñedos de su familia. “Preferimos cambiar a algo más rentable, tal vez cerezos”.

El gobierno chileno incluyó un impuesto a las bebidas alcohólicas en un proyecto de ley que debate el Congreso del país. La medida, destinada en parte a combatir el mayor consumo de alcohol de Sudamérica, elevaría los impuestos sobre una botella promedio de vino de 183 pesos (33 centavos de dólar) a 294 pesos (52 centavos de dólar), según el grupo del sector Vinos de Chile.

El impuesto puede compararse con el gravamen casi inexistente al vino en Francia, Italia y España, los mayores exportadores de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, de la cual Chile es miembro. El gravamen propuesto es similar al que se cobra en Australia, que también integra la OCDE, donde el ingreso per cápita es de más del doble del chileno.

Los exportadores no vitivinícolas de la OCDE cobran un impuesto promedio de alrededor de US$1,85 por litro de vino, según un informe de fines de 2012.

Viñas chicas

La creciente carga impositiva pone en peligro a las viñas chicas del valle central de Chile, según participantes del congreso anual de la industria vitivinícola realizado el mes pasado en Curicó. Hasta firmas famosas como Viña Concha y Toro SA y Montes SA, que exportan la mayor parte de su producción, dicen que el aumento afectará sus ventas.

“El gobierno dice que el impuesto nos equiparará a los gravámenes al alcohol de todos los países de la OCDE, pero no es así”, dijo en el congreso René Araneda, presidente de Vinos de Chile, la asociación de productores de vino. “Francia, Italia y España, nuestros rivales en la OCDE, no gravan el vino, y deberíamos compararnos con ellos”.

La propuesta del gobierno elevaría el impuesto al vino y la cerveza de 15 a 18 por ciento y agregaría un impuesto variable de 0,5 por ciento por grado de contenido alcohólico. Eso llevaría el impuesto promedio al vino a 24 por ciento, en comparación con 20 por ciento en el caso de la cerveza.

El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, dijo al defender el impuesto que está dirigido a todo el consumo de alcohol y que equipara a Chile con algunos otros países de la OCDE.

“No es que a Chile no le interese la exportación de vinos”, dijo el 6 de mayo en una entrevista en su oficina en Santiago. “Se relaciona con las buenas prácticas entre los países que integran la OCDE”, así como con “la salud pública”, dijo.

Publicidad

Tendencias