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Radical propuesta de Barack Obama para reducir emisiones de carbono en un 30% para 2030

Radical propuesta de Barack Obama para reducir emisiones de carbono en un 30% para 2030


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está proponiendo cortes en emisión de gases de efecto invernadero que producen las centrales eléctricas de EE.UU., con la idea de reducir en un promedio de 30% los niveles de la última medición de 2005. El anuncio sería parte central de su plan para combatir el cambio climático.

La propuesta, revelada hoy por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los EE.UU., representa el paso más audaz que haya tomado dicho país para combatir el calentamiento global, con la administración asumiendo que el esfuerzo sería tanto impulsar la economía y reducir los problemas de salud.

El proyecto de inmediato tuvo el rechazo de los republicanos, que tratarán de bloquear la ley advirtiendo que costaría empleos y aumentará los precios de la electricidad.

Según la EPA, el proyecto llevará a beneficios de US$ 90 mil millones tanto para el clima como para la salud, pero le costará hasta US$ 8.800 millones a las termoeléctricas.

Ese ahorro compensará, de acuerdo con la Administración, el coste anual de 7.300 a 8.800 millones de dólares que, según sus pronósticos, tendrá la implementación del plan.

Esa cifra dista mucho de la proyectada la semana pasada por la Cámara de Comercio, que indicó que costará unos 50.000 millones de dólares al año a la economía, destruirá unos 224.000 puestos de trabajo y aumentará los costes de la energía.

La EPA descartó que esos costes vayan a dispararse y prometió que "si los estados aprovechan las oportunidades de eficiencia", las facturas medias de electricidad "serán un 8 % más baratas" en 2030.

La reforma energética que buscará impulsar la Casa Blanca, pondrá la mira principalmente en las termoeléctricas y el carbón, que tal como en nuestro país, si bien brindan energía a bajo costo, tienen efectos muy perjudiciales no tan sólo para el ambiente sino también para las comunidades que rodean a las centrales.

En busca de apoyo

El gobierno de Obama argumenta que el plan tendrá beneficios de salud significativos, ya que daría lugar a menos hollín y smog en cuanto las viejas plantas de carbón comiencen a cerrar, y reducirá el costo en las facturas de electricidad de los clientes, ya que se utilizaría menos energía.

Los productores de carbón y los republicanos en el Congreso ya ofrecieron su propio ataque preventivo, e irán tras el plan incluso antes de su discusión.

La regulación propuesta permitirá a los estados alcanzar reducciones en los contaminantes que “calientan” el clima mediante la promoción de las energías renovables, fomentando un mayor uso del gas natural, siguiendo tecnologías de eficiencia energética o uniéndose a los mercados de comercio de carbono.

El proyecto también propone que cada estado tendrá autonomía en cuanto a la gradualidad: la reducción del 30% representa un promedio y cada estado podrá gestionar su reducción de emisión de carbono a niveles mayores o menores a esa cifra, según estime conveniente.

El clima habla

El plan también dará a Obama la evidencia de que EE.UU. puede predicar con el ejemplo, en su intento de persuadir a otras naciones a reducir sus emisiones de carbono. El presidente estadounidense prometió hace cinco años, como parte de las negociaciones internacionales sobre el clima, que su país reduciría sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 17 por ciento desde los niveles de 2005 para el año 2020.

La legislación requeriría cortes en toda la economía a las emisiones, a través de un sistema de cap-and-trade, que murió en el Senado en 2010 en virtud de la creciente oposición de los republicanos y algunos demócratas de estados industriales, preocupados por que se elevarían los costos de la electricidad.

La propuesta de hoy es menos radical, aunque sigue siendo histórica. Las centrales eléctricas son la fuente de cerca del 40 por ciento de las emisiones totales de carbono de Estados Unidos, principal culpable, según la mayoría de los científicos, del aumento de las temperaturas globales.

El papel del carbón

Las 560 plantas que queman carbón para producir electricidad generan alrededor del 75% de todas las emisiones de centrales eléctricas. El carbón, que es el combustible fósil más intensivo en carbono, provee el 39% por ciento de la energía de EE.UU., ubicándolo como la principal fuente de generación de electricidad en ese país.

La idea de EPA es que el carbón no provea más allá del 30% de la energía para el 2030.

La polución que generan las termoeléctricas y la decisión de Obama de avanzar hacia energías limpias también salpica hacia nuestro país, donde las centrales a carbón están bajo la lupa por su impacto medioambiental.

En ese sentido, la propuesta energética presentada por el ministro de Energía Máximo Pacheco, que incluye un impuesto verde a las termoeléctricas, además de una apuesta hacia el ‘shale gas’ e innovación energética, sigue la misma línea del compromiso del presidente norteamericano. Habrá que esperar si la oposición será tan fiera como la que deberá enfrentar Obama en uno de sus últimos proyectos estrella.

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