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Los especuladores que se montan al carro del multimillonario Paul Singer impulsan rally en bonos argentinos


Quienes especulan con la deuda argentina impaga buscan montarse en el carro de Paul Singer para lograr el pago.

El precio de los bonos que quedaron del impago argentino de US$ 95.000 millones en 2001 dio un salto del 50 por ciento al aproximadamente 85 centavos por dólar de valor nominal desde el 16 de junio, cuando la Suprema Corte de los Estados Unidos dejó intacto un fallo que exige a Argentina compensar a los acreedores que no aceptaron la reestrcuturación o “holdouts” encabezados por Singer cuando el país les pague a los que brindaron alivio de la deuda en 2005 y 2010. Esto contrasta con un aumento de 0,15 por ciento en los mercados emergentes. Los pagarés están ahora en su nivel más alto desde la cesación de pagos, dijo Seaport Group LLC.

Después de amenazar con eludir el fallo, la presidente Cristina Fernández de Kirchner ahora busca un acuerdo, alimentando las versiones de que los inversores que no fueron parte de la demanda de Singer también tratarán de ser recompensados en tanto Argentina intenta evitar más reclamos. Si bien la mayor parte de sus obligaciones fueron canjeadas por bonos nuevos con pérdidas del 70 por ciento para los inversores, la firma de Singer, Elliott Management Corp., se aferró a los pagarés e inició juicio para obtener el pago.

Los aumentos reflejan el optimismo respecto a que “el mismo acuerdo se extenderá a todos los tenedores de deuda no canjeada fuera de la presente demanda”, dijo en una entrevista telefónica desde Barcelona Rohit Gadkar, gerente de cartera de Trea Capital Partners SV, que posee bonos argentinos impagos. “Es lógico que los tenedores de deuda no canjeada fuera de la actual demanda comiencen a organizarse”.

Ayer, el juez de Nueva York, Thomas Griesa, convocó a Argentina y a los holdouts a una audiencia para hoy. Ayer, también, el gobierno anunció el pago de US$ 1.000 millones a bonistas con títulos reestructurados, mientras que los holdouts le pidieron a Griesa una audiencia para evaluar la posibilidad de "desacato".

Pedido de suspensión de la sentencia

Antes de que un tribunal de apelaciones de los Estados Unidos dictaminara, en octubre de 2012, que Argentina les debía a los holdouts US$ 1.500 millones, los títulos impagos se negociaban a menos de 20 centavos por dólar de valor nominal, según los precios que reunió Exotix USA Inc., que se especializa en deuda de mercados emergentes ilíquida y en suspensión de pagos.

El 23 de junio, Argentina presentó un pedido al juez de Distrito Thomas Griesa para aplazar los efectos del fallo y poder pagar los US$ 900 millones de intereses por los bonos reestructurados que vencen el 30 de junio. Los títulos estarán en cesación de pagos si no se efectúa el pago a fin de un período de gracia de 30 días.

Los bonistas encabezados por NML Capital de Elliott instaron a Griesa a no conceder el aplazamiento, de acuerdo con una carta presentada por los abogados del fondo de cobertura ante el tribunal federal de Manhattan el 24 de junio.

Para convencer a los inversores internacionales en bonos de que vuelvan a prestarle dinero, Argentina debe acordar con todos los bonistas que no aceptaron el canje, según Phillip Blackwood, gerente de cartera de EM Quest Capital LLP que administra US$ 3.500 millones de activos de mercados emergentes, que incluyen deuda argentina impaga.

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