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Bolsa detecta operaciones sospechosas de León Vial, familia Pérez Cruz y gerente de la empresa en OPA por CGE

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“Si me pregunta si hay acá elementos que nos puedan estar mostrando que hay infracciones a la norma de información privilegiada, yo creo que sí”.

La frase de Carlos Pavez –poco acostumbrada para un superintendente de Valores y Seguros (SVS)– fue emitida el 18 de enero pasado y aludía al posible uso de información privilegiada en la compra de acciones del grupo energético CGE, de la AFP Habitat y del grupo de salud Cruz Blanca, en fechas previas al anuncio de cambios en su propiedad.

Las palabras de Pavez parecieron un presagio de una acción fiscalizadora del regulador, pero terminaron siendo un presagio de lo que descubriría pocos días después la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS), que preside Juan Andrés Camus, en la venta del grupo energético controlado por las familias Marín, Pérez Cruz y el grupo Almería.

Porque el lunes pasado, en el directorio de la Bolsa, la gerencia de auditoría entregó un análisis de las transacciones con la acción de CGE entre enero y octubre de 2014.

El período elegido no es casualidad. Numerosas publicaciones de prensa revelan que, si bien el anuncio de la Oferta Pública de Acciones (OPA) que lanzó la española Unión Gas Fenosa se conoció el 11 de octubre de 2014 y que sólo el 6 de octubre de ese año se hicieron públicas formalmente las negociaciones con distintos interesados –El Mercurio reveló el 4 de octubre que CGE negociaba su venta, desconociendo que estaba la firma ibérica–, las conversaciones para vender partieron a comienzos de marzo del mismo año.

El largo período de tratativas dio pie a que se filtrara la noticia al mercado y ahora la Bolsa acaba de confirmar que la evidencia de aparente uso de información privilegiada en la compra de acciones de la empresa no sería sólo un rumor.

Entre el 17 de julio –cuando tocaron su mínimo del 2014– y la fecha en que se anunció la oferta, la acción subió 54%, convirtiéndola en la reina del IPSA, que en el mismo periodo apenas subió 3%. Y la semana previa al anuncio el papel trepó 10,65%.

La investigación de la bolsa, por cierto, involucra no sólo a directores, gerentes y accionistas de CGE, sino al empresario más connotado de la Bolsa de Comercio y que en el último año pasó los peores momentos de su historia en el ruedo: Leonidas Vial Echeverría.

El informe también incluye compra de acciones por parte de la familia Pérez Cruz, integrante del grupo controlador de CGE; del gerente de CGE, Eduardo Morandé, y de un ex socio del subgerente corporativo de contabilidad de la compañía.

El documento fue informado al directorio, aunque éste no participó de la elaboración del mismo. Cercanos a la Bolsa comentaron que la mesa –donde habría estado presente el socio de Leonidas Vial en Larrain Vial, Fernando Larraín Cruzat– se vio sorprendida con la revelación de los antecedentes del estudio.

Fuentes cercanas a la Bolsa explicaron que, aunque no tienen competencias para pronunciarse respecto de si hubo transgresiones a la Ley del Mercado de Valores, sí monitorean permanentemente un espectro amplio de operaciones por iniciativa propia para luego derivarla a la SVS.

Pese a ello, la eventualidad de que haya operaciones sospechosas por parte de directivos o ejecutivos vinculados a una corredora de bolsa, obliga al organismo a elaborar una investigación con el objeto de informarla a la autoridad.

Las fuentes indican que la revisión se puede hacer sobre la base de denuncias privadas o públicas, aunque en este caso habría sido por las publicaciones de prensa que levantaron la sospecha de una presunta infracción legal.

“Se hace por transparencia y monitoreo. Pero esa labor fiscalizadora contemplada en la ley es atribución de la SVS”, explican cercanos a la plaza bursátil.

Las operaciones de León

El socio del grupo financiero y de la corredora LarrainVial fue sancionado con US$ 20,4 millones por la SVS debido a su rol instrumental –al igual que la intermediaria– en el esquema de operaciones con sociedades cascadas (controladoras de SQM) ideado por Julio Ponce Lerou.

El impacto del caso forzó la salida de Vial del directorio del holding Larraín Vial S.A. y de la vicepresidencia del directorio de la Bolsa.

Ahora Vial enfrenta un nuevo conflicto de proporciones. El informe que presentó el gerente de auditoría y control de la Bolsa, Carlos Niedbalsky, señala que una sociedad ligada a Vial realizó operaciones de compra de papeles los 3 días antes de que se conocieran, el 4 de octubre, las conversaciones para vender CGE.

Dichas compras, dice el análisis, sumaron 942.512 acciones y considerando una inversión de $ 2.986,56 millones (unos US$ 5 millones con el dólar de esa fecha), las cuales fueron posteriormente vendidas cuando el precio estaba en su peak (cercano a $ 4.700 por acción). La operación, dice el informe de la Bolsa, le permitió a Vial obtener una utilidad aproximada de $ 1.519,33 millones (US$ 2,55 millones).

Los antecedentes presentados sobre Vial –ex vicepresidente de la Bolsa– en el informe al directorio que dirige Camus no ahondan en mayores detalles, no identifican la sociedad ni se refieren al tipo de operación que realizó.

Entre el 1 y el 3 de octubre de 2014, la corredora LarrainVial, con la que está obligado por norma a operar León Vial, transó 1.26 millones de acciones de CGE, por un monto total de $ 3.630 millones, liderando el mercado con ese papel, con el 34%.

Sin embargo, la historia –que parece un duro e irreversible golpe para el empresario– podría tener matices relevantes. Fuentes de alto nivel y cercanas a Vial, aseguran que éste no compró una sola acción en el período indicado por la Bolsa y que la unidad de auditoría cometió un grueso error en su informe. Esto, porque Vial –que al menos desde 2010 tenía acciones de CGE y cuya máxima inversión en la compañía llegó a unos $5 mil millones– lo que habría realizado el 2 de octubre de 2014 son cambios de libro de sus acciones, a través de los cuales la sociedad Rentas ST Ltda. cedió 692.512 acciones a un precio de $2.859 a la sociedad Rentas VC y Cía., todas sociedades de Leonidas Vial, en una operación que alcanzó cerca de $1.980 millones e intermedió LarrainVial.

 “La única operación fue un cambio de cuenta”, afirmaron cercanos a León, mientras que en el entorno de LarrainVial reafirmaron lo anterior, al tiempo que aclararon que la empresa “no participó en la operación (de venta de CGE), no supo de ella y no se involucró en absoluto”, razón por la cual no habría indicios para que León obtuviera información preferencial a través de la corredora.

Cercanos a León Vial manifestaron su preocupación por las diferencias en las operaciones que mostró la auditoría de la Bolsa con sus propios registros, por lo cual presumen que el informe de la unidad de auditoría de la entidad bursátil podría contener errores. En concreto, mientras la Bolsa informa operaciones que involucran 942 mil acciones, en las sociedades del socio de LarrainVial sólo figuran movimientos por 692 mil papeles.

En el entorno de Vial indican que se ya entregaron documentos a la SVS que acreditarían este cambio de libro.

El tema inquieta sobremanera en el entorno de Vial, considerando el reciente remezón que supuso el Caso Cascada, pero recalcan que, incluso, el empresario vendió acciones meses antes de la OPA y no al revés.

Con todo, lo cierto es que los involucrados en las operaciones sospechosas de haber usado información privilegiada que detectó la Bolsa posiblemente serán requeridos por la SVS para ser interrogados.

Esto, porque la SVS viene investigando el tema y, como adelantó Pavez recientemente, tiene presunciones fundadas de posible uso de información privilegiada.

Los otros sospechosos

Según indicó la gerencia de auditoría al directorio de la Bolsa, el análisis de las operaciones con CGE se inició a partir de una revisión efectuada en noviembre de 2014 por el área de seguimiento de mercado.

Según indicó la unidad que dirige Niedbalski, el área de cumplimiento de mercado les solicitó informar de cualquier hecho que pudiese no ajustarse a las leyes o normativas vigentes, dado que detectaron un inusual incremento en los montos transados y variación de precios en los 3 días previos al 4 de octubre.

Por ello, Auditoria revisó las operaciones del 2 de enero al 19 de noviembre de 2014­, con el objeto de determinar si existieron operaciones que podrían representar uso de información privilegiada por parte de clientes que compraron y vendieron acciones CGE en 2014.

El resultado de su trabajo indica que en el período analizado se detectaron en total 64 clientes, los cuales obtuvieron –de la compra y venta de papeles– una ganancia superior a $ 8 millones cada uno, cifra considerada el piso para incluirla en la revisión.

Del total de clientes investigados, 5 eran relacionados a CGE, 3 a corredores de bolsa y otros 56 clientes sin vínculos aparentes con la firma energética.

Para verificar los antecedentes, se pidió información a los corredores de bolsa, según lo registrado en las copias de las fichas de clientes, de cédulas de identidad, y de órdenes y facturas de compra y venta.

Pérez Cruz

En el grupo de clientes relacionados a CGE, el informe destaca la sociedad de un director de la firma que compró acciones entre febrero y marzo de 2014 por un total de 488.498 papeles (unos US$ 2,1 millones o $ 1.283 millones) y luego las vendió en la OPA, ganándose $ 1.085,75 millones. Las operaciones las realizó a través de las corredoras Bci, Bice y CorpBanca.

Eso sí, advierte que estas transacciones fueron informadas “correctamente” a la Bolsa.

También sale a la palestra una sociedad ligada al grupo de la familia Pérez Cruz (que según la Bolsa corresponde al “mismo director” del primer caso, por lo que se deduce que apunta a Andrés Pérez Cruz), que compró 34.700 acciones en febrero y abril de 2014 (cuando ya corría más de un mes del inicio de las negociaciones) a cambio de $ 89,41 millones. Al vender sus papeles en la OPA ganó $ 73,7 millones. Eso sí, informaron a tiempo y legalmente las transacciones.

Eduardo Morandé

Otro caso es el de una sociedad del gerente general de CGE, Eduardo Morandé, que compró entre enero y mayo de 2014 149.000 acciones por $ 387,5 millones y luego las vendió en la OPA, con lo que ganó $ 317,48 millones.

Lo complejo para Morandé es que, según la Bolsa, informó el 91% de las operaciones (3 de 58 no fueron informadas). Además, como el inicio de las conversaciones fue en marzo, la autoridad podría presumir que algunas de sus compras ocurrieron cuando ya se preveía que en el futuro ocurriría la venta de una empresa que venía con la acción altamente subestimada.

Ex socio de ejecutivo

El informe también revela las compras de un ex socio del subgerente corporativo de contabilidad de CGE en varias sociedades comerciales, quien logró una ganancia cercana a $ 48 millones gracias a la compra de acciones de CGE, entre junio y septiembre de 2014 (en el período en que la acción comienza a transarse con mayor intensidad y el precio se eleva sostenidamente), de 12.889 acciones por $ 56,8 millones, las que fueron enajenadas en el mercado cuando el precio volaba, con niveles cercanos a $ 4.700.

La Bolsa indica que el subgerente corporativo de contabilidad no le informó las transacciones de compra y venta realizadas por su ex socio en las acciones de CGE, aunque reconoce que la normativa no lo obligaría a ello.

El relacionado a Penta

Penta también aparece en la revisión. Una sociedad intermediada por la corredora de Carlos Lavín y Carlos Alberto Délano, compró papeles entre enero y abril de 2014 por un total acumulado de 2,07 millones de acciones a cambio de $ 8.917 millones, las que al ser vendidas en la OPA le generaron una ganancia de $ 826 millones.

La unidad de auditoría de la Bolsa indica que las transacciones no aparecen con el código de cliente relacionado a la corredora Penta, pese a que en la ficha de cliente la sociedad figura con tal condición. No obstante esto, la sociedad no tendría relación con CGE.

Ex Cruz del Sur, extranjero y Consorcio

Entre agosto y septiembre de 2014, el ex gerente de operaciones de la corredora Cruz del Sur, Alejandro Parraguez, compró 110.000 acciones de CGE por $ 420 millones y luego las vendió en la OPA, ganando $ 211,55 millones.

Auditoría detecta que entre los 56 clientes relevantes, aparece una sociedad que compró 121.295 acciones en septiembre de 2014 (un mes antes de que se hiciera pública la venta) por $ 349 millones, las que en la OPA le dejaron una utilidad de $ 221 millones.

Un extraño caso es el de 8 sociedades con Rut extranjero que adquirieron acciones entre enero y octubre de 2014 y cuyas órdenes de compra y venta fueron dadas, según indicaron los corredores de bolsa, por la misma persona natural. El informe reconoce que indagaron sobre dicho personaje, pero que no fue posible obtener mayores antecedentes, pues no aparece con participación en sociedad alguna, como tampoco con información comercial vinculante.

Consta también un cliente de BTG que compró en octubre 63.209 acciones y ganó en la OPA $ 115 millones. Y también destaca el caso de un cliente de Consorcio, que compró entre abril y octubre 40.000 acciones por $ 115 millones, las que vendió antes de la OPA, pero a precios cercanos, con una ganancia de $ 66 millones.

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