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Cinco grupos buscan ingresar a la propiedad de Empresas Ariztía

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Empresas Ariztía –el segundo productor de pollos del país– vive días claves para el éxito del proceso que busca revertir la crisis financiera que amenaza su viabilidad. En paralelo a una intensa negociación con cuatro bancos acreedores, la firma que controla Manuel Ariztía Ruiz está definiendo la piedra angular de su plan de reestructuración: la búsqueda de un socio estratégico.

Y es en este segundo objetivo que se están logrando los primeros resultados con el interés manifestado por cinco grupos, tres de ellos locales y dos extranjeros. Según fuentes del sector, en esta etapa liderada por IM Trust, se han manifestado interesados operadores vinculados a la producción de alimentos y a grupos chilenos “con posiciones financieras importantes”, indicó un ejecutivo de la industria, agregando que la partida de las negociaciones directas sería en octubre, mientras que la lista corta se haría en noviembre. El cronograma final dependerá de que la firma concrete su reestructuración, que incluye la división en dos sociedades que agruparán el negocio avícola y sus activos inmobiliarios – terrenos agrícolas que suman unas 20 mil hectáreas en las zonas de Melipilla y San Antonio-, respectivamente. 
¿Qué los llevó a esto? Principalmente, el alza en costos de producción y la baja en los precios internacionales. Si bien sus ventas bordean US$ 500 millones anuales, la firma ha reconocido que “sus márgenes operacionales son bajos e incluso en algunos períodos han sido negativos”. 



¿Sale la familia Ariztía?


Tanto la reestructuración societaria como la repactación de las obligaciones financieras de Empresas Ariztía está sujeta al resultado de la negociación en curso con el Banco de Chile, BancoEstado, BCI y Rabobank. Las conversaciones iniciadas a fines de mayo, y que recientemente llevaron a un primer acuerdo para definir nuevos plazos para el pago de la deuda, ahora están centradas en el diseño de la futura compañía. Los bancos acreedores tienen una postura firme en exigir tres cambios principales. El primero es la venta de activos –fundamentalmente terrenos– para el pago de las obligaciones con los acreedores, que en el sector estiman en unos US$ 100 millones. Asimismo, las entidades financieras buscan un cambio de fondo en la administración de la compañía en dos áreas: una profunda renovación de la plana ejecutiva y la salida de la familia Ariztía de la gestión.

Fuentes del sector financiero indicaron que las condiciones están centradas en que se logre una salida de Manuel Ariztía Ruiz en la presidencia y cinco de sus hijos en los puestos claves gerenciales, como es el caso de Marcelo Ariztía Benoit en la gerencia general del grupo y de su hermano Paulo en la vicepresidencia comercial.

Conocedores de estas negociaciones coinciden en que la postura de los bancos es dura en estos puntos. Esto, porque si prospera la división de la empresa en una sociedad del giro avícola y en otra que agrupe los activos inmobiliarios agrícolas, las entidades financieras quieren asegurarse de que la primera tenga una gestión óptima, si se toma en cuenta que sería la futura entidad paraguas del patrimonio de bienes raíces concentrará los activos del grupo Ariztía y el grueso de las garantías. En el entorno de Empresas Ariztía reconocieron que el tema de la fuerte presencia de miembros de la familia en la gestión de la firma es clave y que la buscada incorporación de un socio estratégico pasa por transitar a una “profesionalización de la gestión de la compañía”.

El otro frente de la compañía

Sin mayores novedades se desarrolla al interior del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) el denominado «caso pollos», que comenzó en el 30 de noviembre del año pasado cuando la Fiscalía Nacional Económica (FNE) realizó un requerimiento en contra de Agrícola Agrosuper, Empresas Ariztía, Agrícola Don Pollo Limitada y la Asociación de Productores Avícolas de Chile (APA). El 25 de abril se inició la exhibición de los documentos incautados a la APA y Don Pollo y a comienzos del mes pasado comenzó la percepción documental. En sus descargos ante el TDLC Ariztía ha dicho que las únicas inversiones que «ha podido hacer son las estrictamente necesarias para mantener su participación de mercado».

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