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Registro comercial suma casi un millón de nuevos morosos a un año de «borrón» de deudas

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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Unas 975 mil personas se han sumado los registros comerciales de morosos, tras un año desde que se realizara el «borrón» de datos de deudores con impagos que vino adosado a la Ley de Uso de Información Comercial, más conocida como «No más Dicom».

El 17 de febrero de 2012 entró en vigencia el nuevo marco legal que estableció la eliminación de los registros de todas las personas naturales que mantenían deudas vencidas por hasta $2,5 millones. El resultado fue la salida de 2,9 millones de morosos de un total de cuatro millones registrados hasta ese minuto.

Agentes de la industria financiera afirman que cerca de un 90% de los nuevos ingresados (unos 877 mil), son «reincidentes». Es decir, que ya estaban en el sistema y fueron borrados con la ley. De esta manera, hoy los registros totalizan 2,1 millones de personas con una o más cuotas impagas en las diferentes industrias del crédito.

Esta última cifra representa un 71% del total de personas que salieron de los registros y un 51% del número total de deudores morosos que había antes de la entrada en vigencia de la ley. Este dato está por debajo del 75% que se pronosticaba inicialmente, en base a la experiencia del «borronazo» que se hizo en 2002, al alero de la llamada «Ley Tuma», impulsada por el senador PPD -y en ese período diputado-, Eugenio Tuma.

No obstante, según el gerente general de la Asociación de Bancos, Ricardo Matte, esto no obedece a que haya menos deudores que en esa ocasión, sino a que la nueva ley estableció que no se pueden informar las morosidades de personas naturales con autopistas concesionadas.

«Con esto se dejó definitivamente fuera de las bases algunos cientos de miles de morosos», explica el ejecutivo.

Impactos

El Senador Eugenio Tuma, descarta que la mayoría de los nuevos deudores sean personas borradas anteriormente. «Nadie puede asegurar que sea así», enfatiza el parlamentario, quien además recuerda que «nunca se dijo que no habría más morosos, sino que con este borrón se ayudaría a las personas a ordenar sus cuentas», afirma.

Tuma defiende los atributos de la norma. «Hoy tenemos una nueva forma de evaluar a los deudores de manera más objetiva. Además, el sistema no impide que los que dan crédito puedan conocer el nivel de cumplimiento de las personas ya que ahora cuentan con el historial de un año», señala.

El gerente general del Comité de Retail Financiero, Claudio Ortiz, reconoce también los avances de la norma. «El borrón ha tenido efectos indeseados para la industria por el alza de los índices de morosidad de los segmentos C3 y D. Pero es importante distinguir el articulado permanente, ya que ésta es una ley acorde a las nuevas tendencias de protección a la vida privada», señaló.

Por su parte el ex superintendente de Bancos, Guillermo Ramírez, espera que «no hayan más borrones como esté ni de ningún tipo», dice. «Es bueno darle a las personas segundas oportunidades, pero los borrones tienen el inconveniente de distorsionar las cifras de riesgo, y sin series de tiempo confiables, lo que ocurre es que se hace más restrictivo el mercado», señala.

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