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Por fin, un día tranquilo en Wall Street


Después de seis días con fluctuaciones de más de 100 puntos del Dow Jones en ambas direcciones, hoy Wall Street vivió un día de merodeo por las pequeñas cifras sin miedo a aburrirse.

Aunque los tres índices acabaron a la baja, ninguno tuvo que lamentar grandes pérdidas sino que más bien respiraron aliviados por romper la dinámica esquizofrénica de subidas y bajadas de la semana precedente.

Hoy el Dow Jones bajó un 0,06 %, el S&P 500 se dejó un 0,17 % y el Nasdaq, si bien en algún momento de la sesión se ilusionó con la posibilidad de cumplir su primer récord en 15 años, cedió un 0,31 % sin dejar de perder los 5.000 puntos.

Niveles altos todavía y la sensación, por fin, de que un día sin indicadores ni noticias importantes no se llena de fantasmas bien sean provenientes del dólar, del petróleo o de los tipos de interés. Tan sencillo como que si no hay noticias, no hay oscilación en las cotizaciones.

De hecho, hoy el dólar se alejó un poco de esa paridad con el euro que aterraba a los inversores y se cambiaba al cierre de la sesión a 1,09 dólares por unidad, sin que eso generara reacciones tan extremas como las de la semana pasada.

De igual manera el petróleo subió hasta los 47,45 dólares el barril y tampoco tuvo especial incidencia.

A cambio, cada empresa reaccionó a sus propias cuentas: en el Dow Jones Pfizer subió un 2,34 % y Home Depot bajó un 1,21 % y así, los unos y los otros, fueron equilibrándose hasta dejar el índice casi en plano.

Arranca con templanza la semana, entonces, una virtud que había brillado por su ausencia en las jornadas anteriores.

Esta templanza será mañana desafiada por datos del sector manufacturero y las ventas de vivienda nueva y, sobre todo, el viernes con una nueva intervención de Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos en San Francisco.

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