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Me dio un bochorno, sudo demasiado, ya no soy la misma ¿Qué me está pasando? Vida nueva

Me dio un bochorno, sudo demasiado, ya no soy la misma ¿Qué me está pasando?

Ingrid Garces
Por : Ingrid Garces Periodista, penquista, ex Sub gerente de contenidos de La Red, experta en marketing digital. Directora en www.elmostrador.cl/braga En Instagram @ingridgarces En Twitter @ingrid_garces
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Nadie quiere hablar mucho de la menopausia. Es una etapa molesta que viven las mujeres a finales de los cuarenta años en adelante. Cada vez estamos más preparadas para enfrentar este final de un ciclo de manera saludable y buscándole el mejor lado a este proceso. Hablamos con Lola que nos relató su experiencia y con el Dr. Rodrigo Macaya P. que nos explicó entre otras interrogantes si se puede tener una vida sexual sana.


Diferentes factores, incluyendo afecciones médicas, pueden influir sobre el momento en el que llegue la menopausia. Sin embargo, al igual que la edad que tenías al llegar a la pubertad, la edad en la que alcances la menopausia vendrá determinada por factores genéticos.

Hablamos con Soledad Bravo de 63 años, una mujer llena de vida con mil actividades diarias. Se desenvuelve entre su taller, sus clases de natación y compartiendo con sus 3 hijos. A Soledad le dicen Lola, y claramente tiene que ser por su espíritu.

Lola comenzó a sentir los primeros síntomas de la menopausia hace unos meses y nos relata que, “no sentí el cambio como tremendo, sin embargo, el tema de los bochornos es muy latero, además la resequedad vaginal. Me tengo que cambiar la ropa a media noche porque despierto toda sudada, es horrible”. A pesar de esto, intenta seguir con su vida cotidiana. “Para el bochorno, palabra que hay que cambiar, yo le digo ´me dio la calentura`, me empiezo a sacar la ropa y abanico no queda otra. Intento seguir con mi vida igual que siempre, jamás achacarse ni sentirme menos mujer regia, plena sexy, ágil, divertida, mina, pero, pienso que está en uno como vive la menopausia, no queda otra”, ríe.

Según nos explica el Dr. Rodrigo Macaya P. especialista en reproducción humana y endocrinología ginecológica de la Clínica Las Condes, “lo más común son los síntomas que tiene Lola (bochornos, sequedad vaginal y sudoración). Alrededor de un 50% de las mujeres los presentan en forma moderada o severa alterando el diario vivir o la posibilidad de desarrollar las actividades habituales en su trabajo. Por ejemplo, una mujer que atiende público, que comienza a sudar durante su horario de trabajo será para ella un síntoma severo. Existen otras alteraciones que no producen síntomas y entre ellas está la pérdida acelerada de calcio de los huesos (disminución de la densidad mineral ósea) lo cual en algunas mujeres podría aumentar el riesgo de osteoporosis y por ende un aumento del riesgo de fractura. Pueden también existir cambios negativos en el perfil lipídico (colesterol) y si existe otras patologías asociadas como sobrepeso, obesidad, hipertensión, tabaquismo diabetes, claramente aumentará el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular”.

“Cuando empecé con los síntomas fui al ginecólogo me dio hormonas, pero me hizo mal, subió mi colesterol y los trigliceridos a 1300 casi me morí y las dejé de inmediato y luego asumí mi estado y vives igual”, señala Lola.

Según el Dr. Macaya: “Lo primero y fundamental es mantener un estilo de vida saludable. Esto implica primero un buen control nutricional y mantener ejercicio idealmente aeróbico, pero, también ejercicios que mejoren la postura y equilibrio. Estos últimos disminuyen la posibilidad de caídas y por ende de fracturas, más comunes en la tercera edad. Un estilo de vida saludable disminuirá también el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes, más frecuentes en este período de la vida. En segundo plano, para aquellas que tienen síntomas vasomotores que alteran su diario vivir, la terapia hormonal con estrógenos es la primera línea de tratamiento demostrada para disminuir los bochornos, sudoración y sequedad vaginal siempre y cuando no exista una contraindicación formal para su uso (como por ejemplo un cáncer de mama, daño hepático, enfermedad trombo embolica o cáncer de endometrio)”. Esto quiere decir que es importante realizar una evaluación riesgo beneficio del tratamiento hormonal.

Con respecto a sexo, “no he tenido mayores problemas, sólo que me canso mucho más, por lo que la actividad sexual es menos frecuente” relata Lola. Pero, en momento se siente más irritable y explica que, “no es tanto sino me habría escondido y me habrían dicho mis cercanos”. Es que con sus 63 años para nada siente su vida sexual terminó y a pesar de las incomodidades y las molestias provocada por los síntomas de la menopausia dice que, “quiero sentirme plena, para el sexo uso lubricante”.

El Dr. Macaya P. hace hincapié en que eventualmente la vida sexual se puede ver perjudicada pero no necesariamente es así. “Si existe sequedad vaginal, la terapia con estrógenos alivia en forma importante este síntoma. Por otro lado, puede existir cambios en la composición corporal lo que eventualmente puede alterar la autoestima y disminuir por este motivo la libido”.

Sin embargo, el especialista en reproducción humana y endocrinología ginecológica manifiesta que, “el apoyo de la pareja en esto es fundamental. No es infrecuente también encontrar parejas en la cual también existe patología de próstata o enfermedades sistémicas como una diabetes mellitus, la cual pueden alterar la capacidad eréctil. En estas situaciones es necesario un manejo en conjunto para lograr la satisfacción de la pareja y no sólo pensar que todo se debe a una falta de estrógenos”.
Lola es una mujer de armas tomar y siente que todas las mujeres deben darle la pelea a la menopausia y para nada sentir que es invalidante. “Las mujeres en general se achacan más de lo necesario, uno puede dominar este transitar por la vida. Creo que darse el tiempo de superar los síntomas y tomar con humor el estado de enterarse que ya tus hormonas se han retirado, pero puedes hacer todo. Uno lo pasa mejor y en realidad te olvidas, hasta que te viene el maldito bochorno que te lo recuerda. Creo que es lo más molesto; pero todas las mujeres reaccionan distinto y pienso que es porque se empiezan a meter en la cabeza que se ponen viejas y lo pasan mal” reflexiona.

Siempre se ha hablado de los típicos cambios de humor en la mujer que comienza a pasar por la etapa de la menopausia. Según Rodrigo Macaya: “En ocasiones existen cambios de humor como resultado de la transición entre la vida fértil a una clara situación de fin de la fertilidad.  Para algunas mujeres es un tema fuerte lo que las lleva a cambiar su actitud frente a la vida. A veces también existe una intolerancia manifiesta a los bochornos y sudoración, alternado por este motivo la forma de relacionarse con los demás”.

Lola relata que entre sus amigas y conocidas se habla poco del tema, a los más dicen “a mi me llegó”, pero sin profundizar.

Dr Macaya P. ¿Por qué la menopausia es un tema que se evita hablar? Puede ser que antiguamente era un tema que se hablaba poco. Hoy en día sin embargo en términos generales 1/3 de la vida se vive en la infancia, 1/3 en edad fértil y 1/3 en la postmenopausia. Por este motivo hoy existen muchas más mujeres en estado post menopáusico que hace 20 o 30 años. Esto hace que el tema se converse mucho más, existen actividades grupales para este grupo de personas (municipalidades, hospitales y centros de salud), hay médicos especialistas que se dedican a este grupo de mujeres y existen sociedades médicas que tratan exclusivamente esta condición las cuales realizan difusión del tema, así como también congresos en los que enseñan los últimos temas de actualización.

Cada mujer es diferente, así que es difícil predecir cuándo llegará tu menopausia. Y para muchas este «cambio en sus vidas» solía ser una etapa que causaba pavor. Sin embargo, hoy en día existe pleno conocimiento médico y recursos a su disposición a medida que experimenta esta etapa. La clave para permanecer juvenil y activa es una buena nutrición y hacer ejercicio físico regularmente.

Por lo general, la mayoría de las mujeres comienzan a notar que los periodos son menos regulares en los últimos años de los cuarenta y principio de los cincuenta; incluso algunas pueden experimentarla después de los sesenta. La menopausia antes de los cuarenta años, aunque es más común de lo que se piensa, se considera prematura y no suele ser la norma general.

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