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Andrade apuesta por fuerza socialista democrática entre PS, PPD, PR, PL, NT y el FA, pero que se relacione con el PC y la DC PAÍS Crédito: Agencia UNO

Andrade apuesta por fuerza socialista democrática entre PS, PPD, PR, PL, NT y el FA, pero que se relacione con el PC y la DC

Nicole Martinez
Por : Nicole Martinez Periodista El Mostrador
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El expresidente del Partido Socialista –horas previas al nombramiento del gabinete del Mandatario electo, Gabriel Boric– planteó que la idea se está promoviendo en el Congreso para tener una bancada más afiatada y colaborativa con la administración que se instala en marzo, tomando como antecedente el trabajo en conjunto que han realizado el PS y el Frente Amplio en la Convención Constitucional. Sobre la incorporación de socialistas al Gobierno de Apruebo Dignidad, Osvaldo Andrade afirmó que «hay una discusión del grado de influencia que el Partido Socialista puede tener, y allí va a depender mucho del Presidente». En cuanto a los nombres, Maya Fernández arribaría en Defensa; Carlos Montes lo haría en Vivienda; Mario Marcel asumiría en Hacienda; y Marcela Hernando en Minería, entre otros.


Con bombos y platillos se espera el anuncio del futuro gabinete del Presidente electo, Gabriel Boric, en el Museo Nacional de Historia Natural, hoy a las 09:00 horas. Los nombres trataron de mantenerlos en completo hermetismo y el chequeo se hizo hasta el último día, para evitar cargos testimoniales, como ocurrió con anteriores secretarios de Estado, que duraron apenas días en su puesto.

De todos modos, nombres suenan, como el de Mario Marcel, presidente del Banco Central (BC), quien asumiría en Hacienda. Ayer se habría despedido de funcionarios y funcionarias del BC. Fue militante del Partido Socialista (PS), al que tuvo que renunciar para ocupar el cargo en el instituto emisor. Maya Fernández, en tanto –la primera socialista que se sumó a la campaña de Boric–, arribaría a la cartera de Defensa, mientras que el segundo a bordo del PS, Carlos Montes, lo haría en Vivienda. En el caso del PR, se mencionaba el nombre de Marcela Hernando para asumir una cartera.

Así, de cumplirse lo anterior, el PS tendrá una presencia relevante en ministerios, y en uno de los claves, como es el de Hacienda. En este escenario, el expresidente de dicha tienda, Osvaldo Andrade, en conversación con El Mostrador, abordó el rol que cumplirá la colectividad en el nuevo Gobierno y también en el Congreso.

Si bien dijo que la relación del PS es preferentemente hoy con el Presidente electo, apostó por conformar una fuerza socialista democrática que incluya a lo que se denominó Convergencia Progresista (PS, PPD, PR, PL, NT) y el Frente Amplio, pero capaz de dialogar con la DC y el PC, y que en el Parlamento pueda actuar como bancada para apoyar a la administración que se instala en marzo.

-¿Cuál va a ser el aporte del Partido Socialista en el Gobierno de Gabriel Boric y qué rol cree que tendrá?
-El Partido Socialista tomó la decisión de colaborar sin ninguna condición con el Gobierno. Eso fue lo que señaló su presidente el primer día después de, y eso implica una activa y consistente colaboración con el Gobierno. En consecuencia, si el Presidente designa ministros socialistas, el partido va a estar en condiciones de colaborar con ellos y esperamos lo mismo en las bancadas parlamentarias. Incluso, estamos intentando armar esta idea de construir el socialismo democrático, de modo tal de tener una bancada más numerosa, más afiatada de diputados y senadores, que pueda colaborar con las iniciativas del Gobierno.

Hay una discusión del grado de influencia que el Partido Socialista puede tener y allí va a depender mucho del Presidente. Cuando se sitúa la discusión primero en esta cosa de los anillos, uno o dos anillos, después que la coalición del Presidente es una y se llama Apruebo Dignidad, es una discusión bastante estéril, porque lo que importa es la fisionomía que el Presidente le quiera dar.

El Partido Socialista es un partido centenario, que tiene cuadros técnicos, políticos, ha tenido una trayectoria, ha sido parte del Gobierno, le ha dado cuatro presidentes a Chile, si contamos a Michelle Bachelet en sus dos periodos. Entonces es un partido que puede hacer un aporte interesante, pero será el Presidente –y por eso hemos planteado que nuestra relación es esencialmente con el Presidente– quien fije la fisionomía de esa relación.

Ahora, el Gobierno va a tener dificultades, sin lugar a dudas. Una muy relevante, y tal vez allí podemos jugar un rol muy relevante, es el manejo de las expectativas y las rigideces con el que el nuevo Gobierno asume el primer año de su gestión. Tenemos un presupuesto más bien retraído, todo indica que el crecimiento va a ser bastante menos significativo de lo que hemos tenido, no va a haber los niveles de consumo que hemos tenido. Entonces, evidentemente que va a haber una situación que va a ser de difícil administración y que va a requerir objetivamente de mucho talento. Y en eso hasta ahora el Presidente ha estado en muy buen pie, pero es evidente que vamos a ver cómo se sigue desarrollando este proceso, y yo creo que ahí el PS puede jugar un rol.

-¿Cuál va a ser el rol del Partido Socialista en el Congreso? ¿Puede cumplir un rol para comunicar Apruebo Dignidad con el resto de fuerzas políticas, al estilo de un partido bisagra?
-Yo creo que plantearse aspiraciones de ese tipo, cuando lo que tenemos al frente es un Parlamento que está bastante segmentado, con mucha diversidad, creo que puede ser un poquitito ambicioso, a lo mejor excesivo. Tal vez, asignarse una tarea puede sonar muy hermosa desde el punto de vista de la estética, pero muy difícil de materializar. Yo sería más modesto en esto. Si el PS es capaz de articular una fuerza del socialismo democrático, que va a reunir un importante número de senadores y un importante número de diputados, creo que sin lugar a dudas puede jugar un rol de articulación de la relación del Parlamento, y esta importante bancada, con el Gobierno.

Usted comprenderá que Apruebo Dignidad, que es la coalición del Presidente, de los 50 senadores, tiene 5. Desde esa base, pensar que desde ahí se va a articular, es un poco exagerado. Desde ese punto de vista, el PS tiene 7 senadores, el PPD tiene otros tantos, podemos constituir, y lo mismo en la Cámara de Diputados, el PS tiene 13. El Partido Socialista sin lugar a dudas puede jugar un rol, ahora, para ser bien sincero, de pronto esto de adjudicarse ciertos roles en un momento político que es difícil, puede sonar de un bonito voluntarismo, pero no necesariamente ser eficiente en ello. Entonces, yo sería más cuidadoso, pero debemos intentar hacerlo y de eso no tengo ninguna duda.

-Usted dijo que la relación es con el Presidente electo, Gabriel Boric. ¿Hay espacio para que haya también una relación con Apruebo Dignidad desde el PS, más a largo plazo?
-Yo creo que en Chile hay un espacio y se necesita una fuerza socialista democrática que sea muy potente, y eso hay que construirlo. Y yo en esa fuerza socialista democrática veo, por supuesto, al Partido Socialista, al PPD, al Partido Radical, al Partido Liberal, al Nuevo Trato, y también veo a parte importante del Frente Amplio, incluido el Presidente. Pero no los veo a todos, como tampoco veo a lo que se ha dado en llamar la centroizquierda en su integridad. Creo que esta fuerza debe tener la suficiente identidad como para relacionarse tanto con la Democracia Cristiana como con el Partido Comunista, pero desde una identidad del socialismo democrático. Yo creo que esa es una tarea que está pendiente.

Mire qué interesante –para que no crea que es solo voluntarismo lo que le estoy planteando– la relación que se ha constituido entre el Colectivo Socialista y el Frente Amplio en la Convención Constitucional. En la medida en que ellos logran afianzar, se genera una expectativa que desde allí se puede articular, se puede racionalizar y hacer más eficiente el trabajo de la Convención. En esa experiencia que está allí, ambos constituyen una fuerza política muy relevante, que tanto la derecha como otros sectores en la Convención la ven como una alternativa de conversación. Esa experiencia, yo creo que es una experiencia perfectamente posible de desarrollar en el marco del país en su conjunto.

-¿Cuáles son las principales dificultades que vienen para el Gobierno?
-El (próximo) Gobierno tiene cuatro grandes problemas, al margen de los problemas que son obvios, como seguridad pública, Araucanía, migrantes, crecimiento, empleo, que son propios de cualquier Gobierno, por cierto, con mayor presencia en el último tiempo. Yo creo que tiene un problema de manejo de expectativas, en relación con las rigideces con las que enfrenta el nuevo periodo.

En segundo lugar, tiene que resolver las relaciones políticas en su propia coalición. Tercero: tiene que tener una relación particularmente idónea con la Convención Constitucional. Son dos eventos que van en paralelo, pero que se necesitan y que dependen el uno del otro también, no son independientes. El cuarto problema que tiene es la relación con el Parlamento.

Esas cuatro cosas van a requerir de mucha gestión política, de mucho talento político y de mucha experiencia política. Y yo creo que el Partido Socialista, en cada una de ellas, puede ayudar mucho.

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