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Hugo Herrera: “Lo básico es poseer un discurso del país propio. Eso no lo tiene aún Matthei” PAÍS

Hugo Herrera: “Lo básico es poseer un discurso del país propio. Eso no lo tiene aún Matthei”

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Francisca Castillo
Por : Francisca Castillo Periodista El Mostrador
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“Ocurre que ni Kast será capaz de superar el 50% de los votos con un discurso polarizante, ni Matthei será capaz de triunfar sobre Kast sin cambiar radicalmente su estrategia”, afirmó el doctor en Filosofía y académico UDP.


Luego del triunfo de Jeannette Jara (PC) en las primarias oficialistas, los candidatos presidenciales de oposición ya comenzaron a perfilar sus estrategias electorales de cara a la primera vuelta de noviembre próximo. El escenario político está marcado por las últimas encuestas que sitúan a Jara liderando las preferencias presidenciales y que muestran la división electoral de las derechas, lideradas por José Antonio Kast (Partido Republicano) y Evelyn Matthei (Chile Vamos).

En conversación con El Mostrador, el académico de la Universidad Diego Portales y doctor en Filosofía, Hugo Herrera, analizó el nuevo panorama político con la militante comunista como candidata única del oficialismo. “Ocurre que ni Kast será capaz de superar el 50% de los votos con un discurso polarizante, ni Matthei será capaz de triunfar sobre Kast sin cambiar radicalmente su estrategia”, afirmó.

El analista es crítico respecto de la llamada “nueva etapa” de la campaña de Evelyn Matthei, que califica como “un disparate” la estrategia de “marcar distancia” de otras candidaturas.

Asimismo, Herrera señaló que “Kast debe moderarse obligatoriamente y plantear una visión más integradora si quiere ser opción de mayoría”. Por otro lado, advirtió que si la exalcaldesa “no levanta sus propias banderas, su concepción política de fondo, (…)  su propuesta para recuperar los consensos básicos, va a haber una autoinvisibilización”.

¿Cómo queda el escenario electoral para las derechas luego del triunfo de Jeannette Jara en las primarias oficialistas?

-A la vez sencillo y complicado. Sencillo porque es muy difícil que una comunista, que valida todo lo que tiene que validar un comunista chileno, llegue a la Presidencia de la República. Sencillo, porque el hecho de tener que llevar a una candidata comunista, con toda la carga que eso impone en términos de defensa de los derechos humanos, la libertad y la democracia, debiera desanimar a sus aliados del Socialismo Democrático e incluso del FA. 

Pero es complicado porque las derechas están divididas justo por la mitad, entre un candidato que difícilmente pueda aspirar a la mayoría absoluta y una candidatura de Matthei que carece todavía de una visión de país clara y propia.

-Analistas han proyectado dos caminos: el de la polarización, que beneficiaría a José Antonio Kast, o bien, apostar por la moderación, espacio que podría disputar Evelyn Matthei. ¿Compartes esas proyecciones? 

-Para nada. Son proyecciones vanas, porque parten exactamente de lo mismo que ha ocurrido hasta ahora. Kast polariza y Matthei trata de aparecer por el centro haciéndole algunos “guiños” a la derecha más dura. Pero eso cambiará con el nuevo escenario, salvo que las candidaturas estén en un estado de abulia. 

Ocurre que ni Kast será capaz de superar el 50% de los votos con un discurso polarizante, ni Matthei será capaz de triunfar sobre Kast sin cambiar radicalmente su estrategia. 

Kast debe moderarse obligatoriamente y plantear una visión más integradora, si quiere ser opción de mayoría. Y Matthei tiene que dejar, con urgencia, de hablar eminentemente de dinero y gestión, y levantar una visión nacional propia, banderas amplias, una concepción de largo aliento, que se haga cargo del problema principal del país: el de la legitimidad política. 

Esa es la cuestión de fondo que nos aqueja. Que nuestras instituciones y liderazgos políticos pierden persistentemente y hace años apoyos, y no es descartable otra movilización social masiva y con potencial destructivo. Solo sobre la base de esa visión nacional y esos grandes acuerdos se podrán esperar avances en productividad, seguridad, educación y salud. Sin esos acuerdos seguiremos parchando.

-¿Cuál es tu lectura respecto a esta “nueva etapa” de campaña de Evelyn Matthei, en la que -por ejemplo- la candidata llamó a marcar distancia de José Antonio Kast cuando sea necesario? 

-Me parece que carece completamente de sentido, por no decir que es un disparate plantear como estrategia de campaña “marcar distancia” de otras candidaturas. 

Lo primero, lo básico, lo previo y sin lo cual no tienes nada, es poseer una visión, un planteamiento, un discurso del país propio, tuyo, de tu sector. Eso no lo tiene aún Matthei. Entonces se ve apremiada a andar pensando en la disputa pequeña, en “marcar distancia”. Obvio que en las campañas se marca distancia, pero esa es la consecuencia de una previa visión del país que tú levantas y que se diferencia en parte de las demás. 

No puedes “construir” tu campaña, en cambio, sobre “marcar distancia”. Si no tienes primero una posición propia, una propuesta, no hay respecto de qué hacerlo.

Tanto frente a la derecha de Kast, cuanto frente al comunismo de Jara, Matthei debiese operar, mínimamente, en dos pasos. El primero y más importante: mostrarle al país una concepción clara del Chile que ella quiere construir para las décadas por venir. Y eso significa, cuanto menos: qué grandes acuerdos en temas fundamentales va a impulsar para recuperar la legitimidad del sistema político y económico, así como los consensos básicos en la sociedad chilena. 

El segundo paso es dejar en claro que su visión moderada tiene una ventaja manifiesta sobre las otras candidaturas. Ni de Kast se pueden esperar esos grandes acuerdos, puesto que ya fracasó en la Convención 2; ni de una comunista que cree en dictaduras cabe pensar que buscará grandes acuerdos que incluyan a quienes piensan distinto y son de derecha. Al contrario, Kast y Jara debiesen tender a intensificar la crisis porque van a polarizar la discusión.

-José Antonio Kast ha decidido -hasta ahora- no polemizar con Matthei, aludiendo a que el rival está en la izquierda. ¿Ese debería ser el tono de las campañas en la derecha? 

-A Kast no le conviene para nada polemizar con Matthei porque, en verdad, hasta ahora no hay sobre qué polemizar con ella. 

La candidatura de Matthei no ha salido de las soluciones pequeñas, de la gestión, de las listas de medidas. Pero, ¿dónde están las visiones de fondo, las reformas robustas, las ideas poderosas que marcan el eje, el fundamento de su campaña? Esas no aparecen todavía. Y mientras no aparezcan no tiene sentido polemizar para Kast, porque solo podría hacerlo en términos de disputa personal o de cuñas baratas. 

Recién cuando Matthei cumpla con los dos pasos básicos que debe dar, que identifiqué hace un rato, y pueda decir: ni el extremo de Kast, fracasado en la Convención 2, ni el extremo comunista van a ser los que produzcan los fundamentos del país que viene, recién entonces Kast tendrá, ahora sí, que polemizar con Matthei.

-Ante una eventual polarización de las campañas, ¿Matthei corre el riesgo de ser invisibilizada?

-Si no levanta sus propias banderas, su concepción política de fondo, su visión nacional, su agenda de grandes reformas, su propuesta para recuperar los consensos básicos, va a haber una autoinvisibilización. Los otros candidatos no van a saber qué decir de la campaña de Matthei. Van a terminar discutiendo entre ellos, pero no porque no quieran discutir con Matthei, sino que porque no van a poder hacerlo.

-¿Es Jeannette Jara una candidata riesgosa para las derechas?, ¿qué factores se debieran tener en consideración?

-Es riesgosa en la medida en que sepa disimular sus convicciones más profundas, algunas de las cuales son directamente antidemocráticas y antirepublicanas. La tarea de todas las otras candidaturas y de los sectores democráticos y republicanos del país, PS, FA, PPD incluidos, es exigirle garantías básicas y develar hasta dónde es efectivo su compromiso democrático y republicano, y hasta dónde mera pose.

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