Acuerdo en Medio Oriente
Señor director:
Complementando la columna de opinión de José Rodríguez Elizondo publicada por El Mostrador el domingo 6 de octubre último con el título “Estado Palestino y una paradoja enorme”, es necesario recordar un aspecto que suele olvidarse porque ocurrió hace más de un siglo, pero que fue el punto de partida del conflicto en Medio Oriente y Hamás.
Hay que recordar que en 1916 el Tratado Sykes-Picot dibujó las fronteras de los territorios que hoy conforman Irak, Siria, Líbano, dejando el territorio que actualmente ocupan Israel, Gaza y Cisjordania bajo administración británica. Todo empezó ahí, mientras el resto ya es historia conocida, para llegar finalmente a los recientes acontecimientos para lograr un alto al fuego entre Tel Aviv y Hamás, la liberación de rehenes secuestrados por este movimiento hace dos años, entre otros puntos propuestos por el Presidente de Estados Unidos.
Sin duda, el acuerdo que Washington está impulsando puede hacerse realidad para terminar con el sufrimiento de los familiares de los secuestrados y más de 2 millones de ciudadanos palestinos encerrados en Gaza, víctimas se una aguda crisis humanitaria y constantes intercambios de bombardeos.
Pero mientras Hamas siga fiel a su Carta Fundacional escrita hace 37 años, que textualmente dice que “Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el Islam lo destruya”, y por el otro lado objetivo número uno del gobierno de este último país sea la “eliminación de Hamas”, es una ilusión pensar que tragedias como la que se inició el 7 de octubre de 2023 no se van a repetir.
Esta puede ser una oportunidad para que de una vez por todas la comunidad internacional sea más ambiciosa y se haga cargo de un problema estructural en Medio Oriente, involucrando no sólo a Israel y autoridades palestinas, sino que también a Irán, Siria, las monarquías árabes y, por supuesto, a una ONU tan criticada por algunos de sus Estados miembros.
Como dijo el reconocido politólogo norteamericano Francis Fukuyama en un libro hace más de una década, “los responsables políticos necesitan de vez en cuando asumir riesgos e intentar cosas que nunca habían hecho antes”. Una idea que no podría aplicarse mejor en este momento..
César Iribarren Arsuaga
Cientista político