
El desafío de un trotamundos
O’Higgins repatrió a Hugo Droguett desde el lejano oriente luego de una llamativa carrera que suma 11 camisetas y un impresionante bagaje internacional que le llevó a las canchas de México, Colombia y Corea.
¿Qué tienen en común México, Colombia y Corea? Nada más que el fútbol y el lenguaje universal de la pasión popular, que el zurdo Hugo Droguett aprendió a expresar a su paso por geografías tan dispares, como las que transitó a caballo de 11 equipos de distintos calibres y nacionalidades.
Con 32 años y una bagaje impresionante, el “volantero” jugó en Tecos, Monarcas Morelia y Cruz Azul, así como en el Deportivo Cali, junto con la experiencia atesorada en el Chonbuk Hyundai y el Je Ju United coreanos.
“Sí, puede que sea un trotamundos, porque siempre me he sabido adaptar bien a todo”, confiesa Hugo mientras recorre aún en etapa de reconocimiento los prados e instalaciones del Monasterio Celeste de Requínoa, donde O’Higgins se prepara y concentra cada semana desde que se coronó en 2013.
Hoy, el equipo todavía atraviesa una transición compleja, con otros nombres y azares, pero siempre convencido del proyecto deportivo que impulsa la familia Abumohor.
A eso vino Droguett, a sumar su aporte y tremendo recorrido internacional en un desafío que le seduce serenamente en plena madurez. “Estoy contento y agradecido por el esfuerzo del club para traerme de vuelta a Chile. No lo teníamos resuelto, pero la posibilidad y la confianza que me dieron hizo que el análisis fuese positivo, siempre con el apoyo de la familia”, afirma el jugador, que a nivel local vistió las camisetas de Universidad Católica, Deportes Temuco, Universidad de Concepción, Universidad de Chile y Cobreloa.
TAN LEJOS, TAN CERCA
Droguett retorna de Corea y tras un descanso breve en Temuco se reencanta con el paisaje agreste chileno que le regala O’Higgins en Las Mercedes. “Me siento muy bien, he aprovechado al máximo la preparación en este magnífico recinto y ojalá el debut de pueda dar frente a la U en el Nacional. El club ha crecido mucho en este periodo, incluso fue campeón y eso otorga un respaldo importante”.
“He seguido al equipo a la distancia, lo he visto por televisión, porque uno está lejos físicamente del país, pero se siente cerca gracias a internet y las redes sociales… Nunca me he desconectado, ni siquiera estando en Corea, que fue una experiencia fascinante. Si hay algo bueno que tengo es saber integrarme rápido al lugar, a la gente y a lo que el cuerpo técnico pide. Y acá vine a aportar mi grano de arena, mi experiencia, y sé que puedo ayudar a lo que quiere el equipo”, agrega.
El registro indica que Droguett anotó 94 goles en su carrera, aunque el jugador asegura que “pensé que tenía más… En fin, si en esta institución lograra alcanzar la marca de los cien goles sería importante, darle ese récor a O’Higgins, pero más que el objetivo individual importan los logros colectivos. Cada vez que tomo desafíos voy con ganas y convencido, que es lo principal. Así lo hice antes en Chile, en México, Colombia y en todas partes. Vengo con mucha ilusión, quiero que el equipo ande bien, que podamos pensar en el título. Si uno no está convencido al ciento por ciento es mejor dar un paso al costado, no se trata de estar en un lugar por compromiso. Y que los hinchas tengan la seguridad de que vamos a pelear el campeonato, que trataremos de luchar de igual a igual con el que se nos ponga en el camino”, enfatiza.
En un O’Higgins de matices tácticos renovados por el director técnico Facundo Sava, Droguett no se preocupa del número ni la función específica en la cancha: “La posición me da lo mismo, puedo jugar en distintas zonas. En general siempre lo hice por la banda izquierda o derecha; también jugué por el medio y en Cobreloa hice un trabajo distinto del medio hacia arriba, diferente a todo lo anterior. Me siento capacitado de jugar donde sea, porque me considero dúctil y me adapto bien a los esquemas. Creo que en este torneo la pelea de arriba será dura, porque los clubes grandes cuentan con mucho capital para invertir en jugadores, pero O’Higgins tiene capacidad para ser protagonista”.
EN ROJO Y CELESTE
La zurda prodigiosa de Droguett siempre fue valorada en la Selección, de Marcelo Bielsa en adelante. Sin embargo, a despecho de la escasez de figuras de ese perfil, de pronto su nombre se borró de las convocatorias sin explicaciones: “La verdad es que yo nunca le cerré las puertas a la Selección, pero creo que hoy estoy muy lejos de ella. Primero, porque hay un plantel muy bueno, con jugadores pertenecientes a ligas muy competitivas, a gran nivel. Y además, en Cobreloa hice una gran campaña pero no fui considerado en ese momento, y creo que eso no va a cambiar. Pienso que no soy del gusto del técnico, pero ahora no es lo que vengo a buscar, sino que lo que más me interesa es aportar a O’Higgins”.
“Sé la capacidad que tengo, hace mucho tiempo que hago las cosas bien en distintas ligas extranjeras y aun así no he tenido la oportunidad en la Roja. Y no va a cambiar: soy grande y lo asumo. Si llega bienvenido sea, tampoco cierro esa puerta, pero está muy lejano. Pese a todo, soy el hincha número 1 de la Selección chilena, le deseo lo mejor”.
Al fin, la repatriación de Hugo Droguett desde el lejano oriente ilusiona a la hinchada celeste y la convicción que transmite invita a revalorizar su categoría: “He jugado en muchos equipos, donde he llegado como refuerzo estrella o no estrella y siempre me ha ido bien. Por eso sé que O’Higgins le va a dar alegrías a su hinchada”.
De Corea a Rancagua, una promesa vigente…