
Cobresal: detrás del campeón, esta historia…
Fundado el 5 de mayo de 1979, el Club de Deportes Cobresal supo después de casi 900 partidos en el fútbol de Primera División, acariciar la obtención del título en la serie máxima del fútbol chileno. La gesta sigue ocupando espacios en los más diversos medios de comunicación, pero siempre será bueno echar un vistazo a la historia.
A fines de abril de 1979, una serie de ilustres personajes asociados a Codelco y al desarrollo de la región de Atacama, se abocó a la tarea de la creación del club que representaría a los trabajadores del mineral de El Salvador.
Así, el 5 de mayo de 1979 se constituyó la primera directiva del naciente club, encabezada por Luis Sugarret. Un mes más tarde, el 14 de junio, Cobresal derrotó a Incabus de Diego de Almagro por 3-2 en su primera presentación como equipo de fútbol. El estreno ante un cuadro rentado fue en agosto de ese año, igualando 3-3 con Coquimbo Unido.
A fines de ese año, el club preparó el salto al profesionalismo, postulando a la Asociación Central de Fútbol. Este hecho se concretó el 26 de febrero de 1980, cuando debutó en la Segunda División (remató en el décimocuarto lugar). Tras fracasar en sus intentos por ascender en 1981-82, vino la primera alegría (1983) para los dirigidos en ese entonces por Manuel Rodríguez Araneda (mundialista en 1962): por fin consiguieron meterse en Primera.
La temporada ’84 fue histórica para el equipo, que logró clasificar al cuadrangular final por el título, donde obtuvo el segundo puesto tras Universidad Católica. Los hitos en la historia de Cobresal no pararon, y en 1986 accedió a la Copa Libertadores. Compartió el grupo con América y Deportivo Cali, de Colombia, además de Universidad Católica.
La actuación de los cobresalinos fue casi heroica y, pese a terminar la fase invictos, quedaron fuera de los triangulares de semifinales, hasta donde avanzará el América. Nombres a destacar en esa campaña fueron los de Julio Acuña, Gilberto Reyes, Gustavo Huerta, Manuel Araya, Vladimir Bigorra, Luis Valenzuela, Julio Suazo, Manuel Pedreros, Sergio Salgado, Nelson Pedetti, Rubén Martínez, Orlando Mondaca, Hernán Cambría y Carlos Solar, que disputaron los seis encuentros de la Copa.
Para 1987, con Iván Zamorano ya incorporado en las filas mineras, Cobresal se hizo de la Copa Chile al derrotar por 2-0 a Colo Colo en la final, con goles de “Bam Bam” y Sergio Salgado, el máximo ídolo en la historia del club. En 1988 se sumó otro subcampeonato a su palmarés y en 1989, Rubén Martínez cosechó el primero de sus tres títulos consecutivos de goleador del fútbol chileno.
La década de los noventa estuvo marcada por la irregularidad. Prueba de ello fueron las campañas que llevaron al club a Segunda División en 1992, 1994 y 1999. Sin embargo, desde 2002 Cobresal se instaló nuevamente en la serie grande, sitio que no ha abandonado desde entonces.
Los campeonatos con playoffs significaron la oportunidad para que varios clubes, de los llamados “chicos”, pudieran discutir un título. En el caso de los mineros, el torneo de Clausura de 2003 lo vio llegar a semifinales, donde fue eliminado por Colo Colo. Dicho registro fue alcanzado nuevamente en el torneo de Clausura de 2005, pero en esa ocasión, fue Universidad de Chile el “verdugo” del equipo.
Desde 2006 a 2013 Cobresal navegó por la total intrascendencia, ocupando puestos de retaguardia en la tabla de posiciones. La última gran amenaza de descenso vino tras el torneo Transición 2013, que homologó el calendario chileno con el europeo. Esa vez derrotó a Curicó Unido para asegurar la permanencia en Primera.
El gran acontecimiento en la historia reciente del club (antes de su consagración el domingo ante Barnechea) había sido el retorno a las ligas internacionales, tras ganar la liguilla de postemporada ante Palestino, lo que le valió jugar la Copa Sudamericana 2014, donde fue eliminado rápidamente por el General Díaz, de Paraguay.
Así se puede resumir desde lo numérico y estadístico el recorrido de Cobresal en nuestro fútbol a lo largo de sus más de treinta años de rica historia institucional, con un estadio que es un milagro en medio del desierto, con un plantel que se esmera a diario por sobrellevar la vida en el campamento minero y que se debe, fundamentalmente, a ese puñado de fieles hinchas que lo acompañan en vivo o a la distancia. Enhorabuena, Cobresal…
La inolvidable campaña copera de 1986 (*)
«La historia de la participación de Cobresal en la Copa 1986 es compleja de entender, pues nace a raíz del desfase provocado por el torneo 1983 (que se juega hasta abril de 1984), lo cual posterga en una año la participación de los equipos chilenos que en el citado 1983 obtienen su cupo. Así, Magallanes y Colo Colo juegan en la edición 1985, mientras que los mineros lo deben hacer en 1986, tras haber obtenido un sorpresivo subcampeonato en 1984, año en que debutaban en la máxima categoría del fútbol profesional. Sin embargo, antes de eso, vencen a Cobreloa en un playoff (0-0 y 2-0), debido a los ajustes antes mencionados.
«Una vez instalados en la máxima competición sudamericana, los del mineral de El Salvador, Chile, debieron medirse ante América de Cali (campeón colombiano en 1985 y finalista de la Copa ese mismo año); Deportivo Cali (subcampeón cafetero en 1985), y Universidad Católica, que se había impuesto en la liguilla por un cupo a la Libertadores, superando a Rangers, Everton y Unión Española. Así, comenzó a escribirse la particular historia de Cobresal en la edición 1986: el recorrido de los mineros se inició visitando a los equipos colombianos.
«El 18 de marzo, en el estadio Pascual Guerrero, y con el arbitraje de Elías Jacomé, de Ecuador, se echó a rodar la ilusión del campamento minero. Un heroico 0-0 de los dirigidos por Manuel Rodríguez Araneda (mundialista en 1962), fue seguido por una igualdad 1-1 ante el Deportivo Cali, 3 días después, en el mismo reducto. El gol de Nelson Pedetti (42’) igualó las cosas antes del descanso (González abría el marcador a los 7’) y permitió regresar a Chile con 2 valiosas unidades. Luego sería el turno de los juegos ante la Universidad Católica; una nueva igualdad, esta vez como locales permitía mantener el invicto. René Valenzuela, con un autogol ponía en ventaja a los mineros (19’) y Pablo Yoma (61’) permitía a la UC debutar con un empate en la Copa 1986.
«Finalizada la mitad del grupo, Cobresal y los equipos colombianos tenían tres puntos, mientras la UC sumaba uno. El inicio de las vueltas no podía ser más auspicioso: los mineros vencían a los cruzados 1-0 en el estadio Nacional (el 9 de abril) con solitaria anotación de Manuel Pedreros (51’). La chance de avanzar a los triangulares semifinales (clasificaba un equipo en cada grupo) permanecía intacta, tomando en cuenta que restaban 2 partidos en el Estadio El Cobre, ante los rivales colombianos.
«Lo ocurrido ante América de Cali desnudaría las falencias de un equipo no acostumbrado a instancias decisivas, remontando dos veces el marcador hasta estructurar un vibrante 2-2 ante los «Diablos Rojos» (Solar y Pedetti, para Cobresal; Battaglia, en dos oportunidades, para la visita). Quedaba aún una ilusión doble: vencer al Deportivo Cali y esperar que la UC derrotara al América en el cierre del grupo.
«Nada de ello ocurrió: una nueva igualdad, esa vez 1-1 (goles de Salgado, para Cobresal, y de Ángulo), y una increíble derrota de la UC, que hasta los 15 minutos del segundo tiempo vencía 1-0, pero que se derrumbó tras los autogoles de Hörmann (63’) y de Valenzuela (79’), y del remate de Willington Ortiz (89’), truncaron el sueño de avanzar a las semifinales.
«Lo que vendría sería una constante de esos años: América de Cali llegaría a la máxima instancia, pero se encontraría con un River Plate deseoso de gloria (con Juan Gilberto Funes, el «Beto» Alonso, Óscar Ruggeri, Nery Pumpido, Héctor Enrique, Antonio Alzamendi y el «Tolo» Gallego), que bajo las órdenes del «Bambino» Veira alzaría por primera vez el trofeo.
«Así, pasan los años, y cada edición de la Copa Libertadores invita a buscar a los equipos debutantes, con la esperanza de ver alguno que derribe la marca de Cobresal, exclusivo entre 191 escuadras del continente: El ÚNICO INVICTO EN LA COPA».
(*) Del libro “El Dato Futbolero”, escrito por Carlos Pérez.