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Recordamos la jornada más triste y vergonzosa en la historia del fútbol chileno

Recordamos la jornada más triste y vergonzosa en la historia del fútbol chileno

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3 DE SEPTIEMBRE DE 1989: En esta fecha tuvo lugar el escándalo más grave en materia de selecciones a nivel FIFA. En el partido que definió al clasificado a la copa del mundo de Italia 90’ entre Brasil y Chile, el arquero nacional Roberto “Cóndor” Rojas se provocó premeditadamente un corte en el arco superciliar de su ojo izquierdo. El vergonzoso episodio tuvo lugar en la cancha del Estadio Maracaná, en momentos que el reloj señalaba 24 minutos del segundo tiempo, y Brasil aventajaba por la cuenta mínima a Chile, con gol señalado por Careca a los 49 minutos de partido. Durante una jugada intrascendente en la mitad de la cancha, cuando Fernando Astengo se disponía a recibir el balón, se advirtió un haz de luz que iluminó el área nacional: de un momento a otro Rojas yacía en el suelo, aturdido quién sabe por qué. En un primer momento se temió lo peor: que una bengala lanzada desde las gradas del coloso brasileño (con más de sesenta mil personas ese día) impactó directamente en la humanidad del portero, lo cual provocó su caída; sin embargo, con el paso de los segundos quedó al descubierto la bien urdida trama del meta, que aprovechó el destello e hizo creer que una esquirla se había desprendido del artificio, golpeándolo y cortándole la ceja, justificando la abundante sangre que presentó su rostro. La acción provocó la rápida reacción del plantel nacional que en una insólita decisión rechazó cualquier atención médica en cancha y cargó al jugador herido, retirándose del campo de juego.

Tras largos minutos de deliberaciones, el árbitro argentino Juan Carlos Loustau determinó el fin del match, confirmando la victoria brasileña (y su consecuente clasificación a Italia 90) por 1-0. Con el pasar de los días la tesis de Rojas comenzó a evidenciar ciertas fracturas que dieron paso a inconsistencias que no pudieron sostenerse ante el peso de la investigación de la FIFA. En mayo de 1990, y ante la imposibilidad de mantener tamaña mentira, Rojas confesó su culpabilidad, reconociendo que lo hizo por Chile, buscando dar al país una clasificación que se había dilapidado al no poder marcar más goles que Brasil a Venezuela y en el polémico empate 1-1 en Santiago ante el Scratch. Rojas fue sancionado a perpetuidad por la FIFA, castigándolo con no poder ejercer la práctica del futbol rentado. El vice capitán de la selección, Fernando Astengo, recibió 5 años de sanción por su complicidad en los hechos. El DT Orlando Aravena también purgó cinco años alejado de la conducción técnica. Otros miembros de la delegación, como el doctor Sergio Stoppel y el médico Daniel Rodríguez, además del kinesiólogo Alejandro Koch también recibieron sanciones de distinta magnitud. Con el tiempo, Rojas reconoció la preparación de la farsa, acusando cierto abandono por parte de sus compañeros de selección en esa jornada de 1989. Lo concreto es que a 26 años de nuestro “Maracanazo” siguen vivas muchas interrogantes, las que al parecer no tendrán una rápida y convincente respuesta.

La ficha del partido:
Eliminatorias Mundial 1990, Grupo 3 Conmebol – Estadio Maracaná,
Río de Janeiro, Brasil.
Árbitro: Juan Carlos Loustau (Argentina)

BRASIL (2)*: Taffarel; Aldair, Mauro Galvao, Ricardo Gomes; Jorginho, Dunga, Paulo Silas, Valdo, Branco; Bebeto, Careca. DT: Sebastiao Lazaroni

CHILE (0): Roberto Rojas; Patricio Reyes (63’ Ivo Basay), Fernando Astengo, Hugo Gonzalez, Héctor Puebla; Alejandro Hisis, Jaime Pizarro, Jaime Vera, Jorge Aravena; Patricio Yáñez, Juan Carlos Letelier. DT: Orlando Aravena.

GOL: 49’ Careca (BRA).

INCIDENCIA: Partido suspendido a los 69’ por abandono del campo de juego del equipo chileno, ante una posible agresión por parte del público sobre el arquero Roberto Rojas. La investigación posterior mostraría que Rojas se auto infirió una herida para simular agresión.

*NOTA: Debido al abandono de la cancha, Chile pierde de forma reglamentaria 2-0.

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