
Naciones Unidas no reconoce la soberanía de Israel sobre la ciudad, y su control por parte del Estado judío es uno de los asuntos más espinosos del conflicto entre israelíes y palestinos.
El gobierno de Israel está contento con la noticia, pero los líderes palestinos y árabes lo han calificado como "una flagrante provocación contra los musulmanes" y hasta los más cercanos aliados de EE.UU. han advertido de los riesgos a Washington.
