
Las placas -una especie de adoquines en bronce- fueron la iniciativa del artista alemán Gunter Demning, y han sido colocadas frente a las casas donde vivían las víctimas.
En la ciudad de Salzburgo, Austria, hay 388.
A lo largo de los años, algunas se han erosionado por el desgaste y el tiempo invernal.
Sin embargo, un jubilado de 79 años se ha dedicado a renovarlas.
