El terremoto de 7,5 grados que sacudió Indonesia el viernes provocó que el suelo se transformara en una masa líquida en la ciudad costera de Palu.
El sismo y posterior tsunami ha dejado más de un millar de muertos. Muchos vieron con miedo cómo la tierra se movía, levantaba y deslizaba, un proceso que se llama licuefacción del suelo y que ocurre a veces durante un terremoto.
El fenómeno se da en lugares donde el terreno no es compacto y contiene agua, así que el movimiento sísmico hace que pierda firmeza. Edificios enteros pueden acabar desplazados, hundidos y hastavolcados.
Las zonas que colindan con el mar, como Palu, son las que mayor riesgo corren.