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Lilian Vincent y liceos emblemáticos: detrás de protestas hay “apoderados padrinos”

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La exrectora de los liceos Manuel Barros Borgoño y Daríos Salas acusa que detrás de los alumnos más violentos existen apoderados y docentes que les respaldan de manera ideológica y en los hechos. “Es sólo un grupo, pero que hacen mucho ruido”, señala.


Resumen
Síntesis generada con OpenAI
En “Al Pan Pan”, Lilian Vincent, exdirectora de los liceos Barros Borgoño y Darío Salas, criticó la responsabilidad de la violencia en el Internado Nacional Barros Arana (INBA), apuntando a apoderados, algunos profesores y autoridades municipales que incitan a la violencia estudiantil. Señaló que algunos apoderados utilizan los colegios como plataformas políticas y relató ejemplos de manipulación y adoctrinamiento en los liceos.
Desarrollado por El Mostrador

Durante la tarde de ayer miércoles 35 estudiantes del Internado Nacional Barros Arana (INBA) resultaron con quemaduras de distinta gravedad. Esto luego de que estallara en los baños del recinto una bomba molotov en medio de un acopio de elementos combustibles.

Según informó el ministro de Educación Nicolás Cataldo, 25 de los 35 estudiantes lesionados siguen hospitalizados. De estos, 16 están en estado grave y 5 permanecen en riesgo vital.

Hoy en Al Pan Pan, con Mirna Schindler: conversamos con la exrectora del los liceos Manuel Barros Borgoño y Daríos Salas, Lilian Vincent, quien llama a la autoridad a reconocer la responsabilidad de la violencia en los colegios emblemáticos no en los alumnos, sino en los adultos.

“Estos adultos pueden ser apoderados, pueden ser algunos profesores ―que son unos pocos, no todos por supuesto―. También hay algunas autoridades hoy en día en el municipio que propician y utilizan al estudiante para manifestarse de manera violenta, a través de las tomas y de los corta calles”, critica la docente .

Respecto de los apoderados, Vincent identifica la figura de los “apoderados padrinos”, “que utilizan estos liceos de Santiago como una vitrina y trinchera ideológica y política, y a través de esto obtienen cargos”. Relató el caso de una presidenta de centro de padres (la cual no identificó) que utilizó la exposición del puesto para lograr un cargo público. Esto sin siquiera ser apoderada de un estudiante de la comuna.

Otro caso que rememoró fue el de una presidenta del centro de padres del Liceo Barros Borgoño, que “hacía las bombas molotov con los estudiantes en la sala de reuniones del centro de padres“.

En una línea paralela, relata que cuando llegó como directora a esos liceos “vi instrumentos de evaluación en la que los profesores utilizaban sus ideales políticos”, para adoctrinar de manera indirecta a sus estudiantes, acusa.

Por lo mismo ve con ojo crítico el comunicado que emitieron padres y apoderados del INBA, en el que expresaron “ser tajantes en condenar y no dejar espacio a ningún intento de criminalización a estudiantes, que por lo demás, se presume que son menores de edad, sujetos de derechos de acuerdo a nuestra legislación vigente”.

Si bien reconoció que no era un grupo representativo de la comunidad escolar, también advirtió: “es un grupo de los apoderados, es un grupo de los profesores, es un grupo de los asistentes de la educación, es un grupo de las autoridades comunales… Es un grupo pero que hacen mucho ruido. Entonces la gente se queda con la percepción de que todos los apoderados piensan lo mismo”.

Las respuestas a la violencia y sus obstáculos

En esa línea destacó que existen las herramientas para imponer el orden ante hechos de desorden, en particular la aplicación de la ley Aula Segura. “Lamentablemente algunos sectores de nuestro país, por ideología de ellos, no estaban de acuerdo”, señala, apuntando a su propia historia como directora de colegios emblemáticos.

“Yo erradiqué la violencia de esos dos colegios, pero eso no fue gratuito para mí: con un sumario inventado fue sacada de la comuna, fui perseguida, fui acosada y lo dicen los tribunales y la Corte Suprema, que me dan la razón en dos demandas”, relata, añadiendo que dada la respuesta de las autoridades, “muchos de los directores no quieren pagar ese alto costo, y en realidad es más fácil mirar hacia el lado” ante los hechos de violencia.

Por lo mismo no se explica que autoridades y profesores del colegio desconocieran las sustancias que provocaron el incendio en los baños del INBA. “¿Dónde están esos inspectores que no revisaron los baños de manera previa? ¿Que no sacaron a los estudiantes? Mis colegas, y hay que decirlo, tienen miedo“.

“Hay que ser valiente para tomar las medidas, pero también hay que tener un respaldo de las autoridades”, adjuntó Vincent, quien apunta a la actual alcaldesa de Santiago, Irací Hassler.

La actual alcaldesa fue parte de la campaña para decir no a Aula Segura. Y nos guste o no es la legislación actual y tenemos que respetarla y aplicarla. Por lo tanto si usted tiene a su jefe directo que le va a reprimir, que lo va a perseguir por aplicarla… finalmente los directores no van a tomar las medidas correspondientes“, acusa la otrora directora de emblemáticos.

Y agregó respecto a su salida de la dirección en la comuna: “mi hoja de vida profesional era impecable. Sin embargo, estos últimos años se me sometió a un sumario inventado por la alcaldesa Hassler, por Rodrigo Rocco y algunos funcionarios que estaban o son de la misma línea política que ellos. Finalmente me destituyeron siendo yo directora de Alta Dirección Pública y titular en la comuna (…) Fui maltratada, y uno de los argumentos que utilizareon es porque yo apliqué Aula Segura y erradiqué la violencia. Ellos me tienen que indemnizar y pedir disculpas públicas, que hasta ahora no han hecho”, sentencia.

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