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Relaciones entre Chile y Bolivia : una parte del espejo del mundo

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Las relaciones de Chile con Bolivia, que se sitúan de pronto en un nivel crítico, responden al clima mundial inaugurado por la invasión a Irak. Para algunos el tema Irak no representa un paradigma, sin embargo, los movimientos políticos en Europa, los cambios de mando en India y, probablemente, en otras partes de Asia, hacen pensar que hay un antes y un después de Irak.


Mientras los EEUU plantea que en ausencia de otro sistema, el bilateralismo es la panacea para el entendimiento entre países, con el palpable desorden mundial y un multilateralismo casi de nivel 0, las relaciones entre Chile y Bolivia conocerán etapas sucesivas de confrontación. La OEA como organismo "proxy" para resolver conflictos, tenía significado en clave de guerra fría y hoy, es quizás la burocracia más anacrónica de todas. Basta el hecho de depender financieramente de los EEUU.



Las relaciones de Chile con Bolivia, que se sitúan de pronto -menos de 12 meses- en un nivel crítico, responden al clima mundial inaugurado por la invasión a Irak. Para algunos el tema Irak no representa una situación paradigmática, o sea , un punto de quiebre, y de inflexión en el sistema de relaciones, orientado para establecer nuevos métodos de relaciones entre los países. Sin embargo, los movimientos políticos internos en Europa, los cambios de mando en India y, probablemente, en otras partes de Asia (Pakistán por ejemplo), hacen pensar que hay un antes y un después de Irak, que ha sobrepasado al atentado del 11 de septiembre de 2001.



Es bastante probable que la agresiva política exterior boliviana para encontrar una salida al mar por Chile, responda a uno de esos mensajes que surgen del clima global creado por la Casa Blanca, después de lo de Irak: en esta región, en ausencia de otro sistema, los países deberán arreglárselas bilateralmente.



Contradicciones en la teoría



Curiosamente, el argumento que más enaborla Chile -el de la soberanía- es el que más desarticula a la base teórica de la globalización, propuesta por los "Think Tanks" expresados en la revista Foreign Affairs de Washington. Asimismo, "soberanía" uno de los sosténes de la conceptualización en política exterior, no tendrá más que ser abordado en un clima de relaciones, empujado unilateralmente al sistema bilateral. En otras palabras: a Chile no le queda más opción futura, más temprano que tarde, que el de discutir la salida al mar para Bolivia, a través de Chile. Como señaló con prudencia y estilo el cónsul boliviano Victor Rico, en Chilevisión, el 27 de mayo: "la lógica matemática que usted (el entrevistador) señala, dice que Chile y Bolivia deben integrarse a la larga, y que se necesitan mutuamente".


Los EEUU va a terminar sofocándose en sus propias ambiciones y deficiciencias estructurales, para una reorganización del mundo donde el esfuerzo integrador no puede estar centrado solo en tratados de libre comercio. Tiene que haber algo más sustantivo en el menú, más allá que la economía sea parte de la base. El conflicto entre Chile y Bolivia, que crece, y que por lo que se conoce, no tiene una perspectiva clara de atenuarse, entra en esa zona complicada del "brunch" de conflictos que EEUU, con esta administración, pretende despejar con criterios de libre mercado, y un bilateralismo a ultranza.



EEUU, aclaremos siempre con la actual administración, quiere asumir el mundo, pero no puede. Con el medio oriente, e Irak fundametalmente, no ha podido, y es muy probable que no pueda nunca asumir ese mundo que se permea cada vez más con la realidad asiática de sus nuevos colosos: China, India e Indonesia.



Vacaciones o autonomía obligada



En ese plano de liderar el mundo, concentrado en el experimento Irak, pareciera ser que los EEUU salió de "vacaciones" en lo que respecta a otras zonas y, sobre todo, latinoamérica.



El lobby de Lagos por centro américa, para proteger la soberanía, (eufemismo para evitar que Bolivia tenga acceso al mar a través de Chile), según la expresión de los medios, pertenece a los rasgos del bilateralismo a ultranza que EEUU pretende imponer especialmente en esta zona.



EEUU tiene la agenda recargada en varias zonas del globo. Antes, cuando había conflicto entre los países que no eran muy significativos, bastaba con una pincelada desde Washington para recomponer un mapa que nunca ha estado desdibujado, desde el punto de vista de la dominación estadounidense.



Ahora que EEUU sale a "vacacionar" en forma permanente, el mapa conciso y coherente del hemisferio, con la salvedad de Cuba y un par de islas del caribe británico, se le empieza a distorsionar. Los países comienzan a manipular mínimos grados de autonomía para graduar tensiones internas o externas en las relaciones entre países que antes no existían; sobre todo cuando el clientelismo y el cartel de armas de la Ex URSS conflictuaba a los EEUU en "su zona".



Naturalmente esta aparente nueva autonomía e los países, en parte es producto del efecto post dictaduras instaladas en las décadas de los 60, 70 y 80, con algunas excepciones. Las dictaduras y gobiernos subrogantes de los EEUU en América Latina, se hacían insostenibles al utilizar la herramienta de los DDHH, en función de desprestigiar la rigidez soviética. Esto ya es sabido, pero no está demás repetirlo. Despúes vienen los dos períodos de Bill Clinton, que con sus políticas tienen un impacto notorio en la consolidación de la apertura a la democracia en el hemisferio.



Un cocktail de nuevas guerra frías



En la hiper-fragmentación del mundo desprogramado, a partir de la caída de los viejos muros, léase bloque de ex URSS, dos Alemanias, ya no se percibe una pronta guerra total, ni menos un holocausto nuclear que dé cuenta de todo el planeta tierra. Pero sí se palpa en varios frentes que la guerra fría armada para derrotar el comunismo sigue su curso. Estamos ahora en el contexto de las nueva amenazas: bélicocracia dispersa con arsenales nucleares y otras armas de destrucción masiva, narcocracia y otras "cracias".



El continente no está en llamas pero casi. Aviones para Bolivia
provenientes de Venezuela y Argentina. Misión Unitas acaparando las noticias de la integración de las FFAA por la paz; un general en jefe de las FFAA de un país latinoamericano (Cheyre) explicando en los medios que los sodaldos chilenos en Haití "no se sintieron que estaban ocupando un país"; el lenguaje lo delata, porque para todos los efectos Haití es un país ocupado, sino hay que leer la web en foma más imparcial.



En el fondo, es un espejismo de que los países a la larga van a resolver los temas más candentes, como el de la salida al mar para Bolivia, o el de las FARC en Colombia, el de la división de bandos en Venezuela, o el control del Amazonas o de la Patagonia, por nombrar algunos, en un intenso tráfico de relaciones bilaterales. Existe una dimensión histórica continental en la América de habla castellana y portuguesa que es el discurso de cultura e identidad que está pendiente, y que forma parte de desafío central de la esquiva integración.




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