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Reivindicación marítima será eje central del nuevo gobierno de Bolivia

Pese a que algunos analistas piensan que por ser el de Eduardo Rodríguez un mandato breve, de apenas siete meses y medio, no habrá muchas novedades, el nuevo canciller Armando Loayza, quien fue cónsul en nuestro país, en 1993, aseguró que hay una petición muy clara con respecto al tema y que La Paz quiere una salida al Pacífico.


Las relaciones entre Bolivia y Chile no cambiarán mucho durante el gobierno de transición de Eduardo Rodríguez, pese a que nombró como canciller a Armando Loayza, quien fue cónsul de La Paz en nuestro país en 1993, pronostican analistas bolivianos consultados por El Mostrador.cl.



Las razones para que no existan esos cambios, a juicio del cientista político Rafael Archondo es que el "mandato de Rodríguez será breve, y no le da para tener una política exterior más o menos articulada, sistemática o prolongada".



Las reflexiones de Archondo se basan en que las próximas elecciones en Bolivia serán en diciembre y en enero deberá asumir un nuevo gobierno, con una base más amplia de legitimidad, por lo que tendría que ser esta nueva administración la llamada a resolver el tema marítimo.



No obstante, el canciller Loayza hizo ayer sus primeras declaraciones en relación a la reivindicación marítima de su país y dijo que ese tema será el central de la política exterior de Bolivia. "Se ha explicitado una posición muy clara sobre el tema de la reintegración marítima boliviana. Una política central de nuestro accionar externo es la reivindicación marítima», señaló el nuevo encargado de las relaciones exteriores del país altiplánico.



Consultado en torno a la propuesta presentada por el ex Presidente Carlos Mesa y su canciller Juan Ignacio Siles, de negociar con el gobierno chileno «gas por mar», Loayza expresó que deberá ser evaluada conjuntamente con el jefe de estado boliviano, para decidir si esta posición se mantiene o existe alguna variación con respecto a ella.



Diplomático de carrera



Archondo señala, por su parte, que Loayza es un diplomático de carrera y, como tal, "mantiene el consenso del tema marítimo en la política exterior, aunque no creo que tenga demasiada importancia ni cobertura. El tema marítimo, a mi parecer, se va a discutir más en el plano del debate electoral que inevitablemente se debe abrir".



En su opinión, el Estado boliviano en estos siete meses y medio de gobierno interino no desarrollará una alternativa nueva y reitera que si alguna discusión existirá en relación al tema ésta debe darse entre los candidatos a la presidencia.



Una visión distinta tiene el cientista político Carlos Toranzo, quien cree que el presidente Rodríguez "será mucho más cuidadoso en este tema. Siempre he creído que hay que emitir pocas señas públicas y hacer mucho trabajo de low profile, y esperemos que el presidente y el canciller sigan ese camino. Lo aconsejable es poca aparición en los medios de comunicación, harta cautela y mucho trabajo de bajo perfil. Cuando se ha hecho ese tipo de trabajo se ha avanzado algo", agrega Toranzo.



El experto cree que es hora de mirar al futuro y no de quedarse en el pasado ya que "hace más de 100 años que mirando atrás no hemos visto nada positivo".



El diputado Jorge Tarud (PPD) estima, a su vez, que con el nuevo gobierno no van a darse mayores cambios y quizás amaine incluso un poco el tema de la meditarreneidad boliviana por un tiempo, "hasta que Evo Morales lo ponga en agenda y picanee a Rodríguez. Pero quedó demostrado que los conflictos de Bolivia y sus conflictos son a nivel interno y el tema de Chile no estuvo en el tapete".



Precaria estabilidad



"La situación actual en Bolivia es de precaria estabilidad" , apunta Archondo, quien reitera que después de las protestas en su país que llevaron a la salida anticipada de Carlos Mesa, todas las energías se centrarán en las elecciones "y van a disminuir fuertemente los conflictos sociales. Los mismos dirigentes sindicales y vecinales que han protagonizado estas protestas tienen perspectivas electorales y puede ser que desvíen su mirada hacia ellas".



Agrega que "todo el debate nacional que estaba concentrado en las calles se va a canalizar hacia las urnas y eso se traducirá en un gobierno de cinco años"

Entre los posibles candidatos a la presidencia en Bolivia se cuentan el ex gobernante Jorge Quiroga y el líder cocalero Evo Morales, pero también se especula que Carlos Mesa podría presentarse aunque está inhabilitado constitucionalmente porque no existe la reelección inmediata. Un eventual acuerdo del Congreso podría, sin embargo, allanar este obstáculo.



El otro postulante cuyo nombre ha estado sonando en todos los medios es el del ex dirigente del MIR (partido que expresa a la Socialdemocracia en Bolivia), Samuel Doria Medina, quien está formando un nuevo referente político.





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