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Torrijos Pauzner: el helicoptero de Panamá `era una reliquia volante´

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«Ese helicóptero debe tener como 40 años, no me explico cómo seguía volando», dijo el hermano del Presidente de Panamá. «Era una reliquia volante», insistió. Diario El Siglo de Panamá


En declaraciones a la prensa local, el hermano del Presidente de Panamá, Omar Torrijos Pauzner, recuerda que "no era raro ver, en los años 70´, al helicóptero FAP-100 llegar a algún pueblito metido del interior del país. La gente de campo, sobre todo los niños, esperaban a que las hélices se detuvieran para ir corriendo a recibir al hombre vestido de verde oliva que bajaba de la nave: Omar Torrijos Herrera".



Ese es el recuerdo del hermano del presidente Martín Torrijos, de los «patrullajes domésticos» que hacía su padre en el helicóptero de uso personal del general.



Es la misma nave que, después de la invasión de 1989, pasó al Servicio Aéreo Nacional con la matrícula SAN-100, que ayer registró una falla mecánica que lo precipitó a tierra, en Calidonia, con 12 personas a bordo. Como resultado del accidente murieron 11 personas.



Torrijos Pauzner recuerda que en 1978, cuando él tenía 15 años, su padre lo llevaba a «patrullar» el país en ese helicóptero. «Lo recuerdo bien, ese helicóptero siempre estaba en el patio de la casa de Farallón», dijo. Lo que sorprende al hijo del general es que ese helicóptero todavía esté en uso. «Ese helicóptero debe tener como 40 años, no me explico cómo seguía volando», dijo Torrijos Pauzner. «Era una reliquia volante», insistió.



Según fuentes del Servicio Aéreo Nacional, hace 15 días el SAN-100 estaba en reparación.



Venía volando "bajito"



"El helicóptero venía desde la Bahía de Panamá. Estaba perdiendo altura, casi que rozaba los postes eléctricos. El traqueteo de las hélices no dejó escuchar nada más. Cándido Montero lo vio todo. Venía volando bajito", comentó un testigo que se encontraba dentro de su auto al momento del accidente.



Esperaba en el carro a que su hija y nieta terminaran de hacer compras en El Machetazo. De pronto, escuchó otro ruido cuando el helicóptero estaba sobre la mueblería. Cándido cree que la aeronave golpeó con el edificio de Créditos Mundiales, pero otros hablan de un supuesto estallido dentro de la nave.



Lo cierto es que vidrios y una puerta de la aeronave cayeron en el estacionamiento donde estaba él. Finalmente, el helicóptero se estrelló contra la azotea de un edificio que tiene en su planta baja un restaurante Pío pío. La cola se desprendió y el resto del aparato chocó con la azotea del edificio contiguo, el almacén Banana Price. La cabina siguió desplazándose por la azotea del almacén Banana, rompió una pared y cayó a la calle Q, frente a El Machetazo.



La desgracia había ocurrido. Era el helicóptero del Servicio Aéreo Nacional con matrícula SAN-100, el mismo que hace 30 años usaba el general Omar Torrijos Herrera para hacer lo que él llamaba su "patrullaje doméstico".



11 muertos, un solo sobreviviente



Los restos del helicóptero estaban en llamas y el fuego se extendió hasta el depósito del almacén Banana. A bordo de ese helicóptero habían doce personas: tres oficiales de la Policía Nacional, tres miembros del Servicio Aéreo Nacional (SAN) y seis ciudadanos chilenos, entre ellos el general José Alejandro Bernales, director de los Carabineros (policía) de Chile y su esposa. Solo uno sobrevivió: sargento del SAN y copiloto Reynaldo Carrasco.



Entre las víctimas fatales está la comisionada de la Policía Nacional, María Angélica Celis, el subcomisionado y jefe de la Dirección de Operaciones del Tránsito, Gerardo Polanco y el capitán de la Policía, Calixto Cedeño. El capitán del SAN y piloto del helicóptero, Juan Delgado Pinzón, sobrevivió el accidente.



Problemas en el motor




"¡Me falló el motor, me falló el motor, mis compañeros, mis compañeros!", gritó Delgado Pinzón, mientras yacía en la calle Q, según relató Oliver Edward, un muchacho que comía en un kiosco de calle Q y que también fue testigo de la tragedia. Delgado Pinzón fue trasladado al Hospital Santo Tomás, donde luego murió.



La información que dio el ministro de Gobierno y Justicia, Daniel Delgado Diamante, era confusa. Dijo que entre las personas que murieron en el lugar solo se habían identificado los restos del general chileno, la comisionada Celis y el subcomisionado Polanco.



Por lo menos, otras cuatro personas que estaban comiendo en una fonda de calle Q murieron cuando una pared y la cabina del helicóptero les cayó encima.
La aglomeración en Calidonia no se dejó esperar. Muchos sacaron sus celulares con cámaras para tomar fotos de la tragedia. Algunos policías se enteraron en el lugar de quiénes habían muerto y lloraron.



Más de cien bomberos y 30 carros cisternas estaban en el lugar.
Algunos aprovecharon la confusión para robar en los almacenes, por lo cual los comerciantes cerraron sus puertas.

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