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El G8 se reúne en uno de los lugares más aislados de Japón

El calentamiento global es este año el gran tema de la cumbre por iniciativa japonesa, pero las tensiones derivadas de la subida de los precios de los combustibles y los alimentos, que en algunos casos se han duplicado en sólo meses, colocan también el temor a la inflación y el estancamiento económico en el centro del debate. México, Brasil, la India, China y Sudáfrica, que integran el G5, instarán el liderazgo de los países ricos en la lucha contra el calentamiento global, ante la posición de E


Los líderes del G8 comenzaron a llegar de a poco a un aislado fortín de Hokkaido, la isla más al norte de Japón, para hablar de cambio climático, crisis alimentaria y escalada del precio del petróleo.



Con el espectro de la crisis económica planeando, la cumbre del G8 (EEUU, Reino Unido, Japón, Alemania, Francia, Italia, Rusia y Canadá), que se inaugura este lunes y se celebrará hasta el miércoles, tiene una ambiciosa agenda, pero puede quedarse corta en resultados.



Además de los líderes del G8, participarán en algún momento en la reunión los presidentes o primeros ministros de catorce países en desarrollo, emergentes y desarrollados, que en total suman más del 80 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.



El calentamiento global es este año el gran tema de la cumbre por iniciativa japonesa, pero las tensiones derivadas de la subida de los precios de los combustibles y los alimentos, que en algunos casos se han duplicado en sólo meses, colocan también el temor a la inflación y el estancamiento económico en el centro del debate.



Los protagonistas comienzan a llegar



La cumbre se inaugura este lunes a las 12.30 hora local (03.30 GMT) con un encuentro con los líderes de siete países africanos, pero algunos de sus protagonistas ya llegaron el domingo al lujoso hotel Windsor del Lago Toya donde se celebrará la cumbre, protegido por hermosas montañas y 20.000 agentes de policía.



El más madrugador fue el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, que junto a su esposa Laura llegó a las 13.20 hora local (04.20 GMT) a la que será su última reunión del G8, apenas seis meses antes de que abandone el cargo.



Poco después apareció el anfitrión de esta reunión de tres días, el primer ministro japonés, Yasuo Fukuda, para mantener una reunión bilateral con Bush centrada en Corea del Norte y su proceso de desnuclearización.



Le siguieron, entre otros, los primeros ministros de Canadá, Stephen Harper, e Italia, Silvio Berlusconi, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.



Otros, como la canciller alemana, Angela Merkel, han retrasado su llegada hasta primera hora del lunes.



La agenda de la cumbre se centrará el lunes en África, con la presencia de siete líderes de ese Continente, entre especulaciones de que los países ricos podrían volverse atrás en sus compromisos millonarios de asistencia adoptados en anteriores reuniones, debido a la actual situación económica.



La Casa Blanca espera que durante la cumbre haya una condena sobre la situación política en Zimbabue, pues muchos de los presentes han denunciado lo ocurrido en las recientes elecciones a las que concurrió como único candidato Robert Mugabe.



El G8 y el G5



El martes, los líderes del G8 debatirán en el lago Toya cuestiones económicas y políticas, como la estabilización de los mercados, la seguridad alimentaria y el régimen de no proliferación nuclear, mientras en la capital de Hokkaido, Sapporo, será el turno de los países emergentes.



Los mandatarios de México, Brasil, la India, China y Sudáfrica, que integran el G5, instarán el liderazgo de los países ricos en la lucha contra el calentamiento global, ante la posición de EEUU que reclama un acuerdo vinculante para involucrar a los países emergentes, e insistirán en que retire los subsidios agrícolas.



El año pasado, el G8 acordó en su cumbre de Alemania «considerar seriamente» la meta de recortar las emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 por ciento para 2050, como impulsa Japón, pero cada vez parece menos probable que haya una declaración contundente en Hokkaido debido a las divergencias entre los países.



Bush dijo, en una rueda de prensa con el japonés Fukuda, que se está trabajando duramente para que haya una declaración «positiva» sobre el cambio climático, pero no habló de fechas.



El debate sobre el calentamiento global centrará las reuniones del miércoles y en él participarán el G8 y los líderes de Australia, Brasil, China, la India, Indonesia, México, Corea del Sur y Sudáfrica, aunque el hecho de que quede para el último día deja escaso margen de maniobra para anunciar un acuerdo relevante.



EFE

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