La modificación de la Cámara Alta dispone que el próximo 10 de agosto el revocatorio al que se someterán el presidente, su vicepresidente, Álvaro García Linera, y ocho de los nueve gobernadores departamentales se haga según la regla del 50 por ciento más uno.
El Senado boliviano, controlado por la oposición, aprobó este miércoles modificar la ley del referendo revocatorio, que fue enviada a la Cámara de Diputados, donde el presidente Evo Morales advirtió que la mayoría oficialista «no va a mover ni una coma».
La modificación de la Cámara Alta dispone que el próximo 10 de agosto el revocatorio al que se someterán el presidente, su vicepresidente, Álvaro García Linera, y ocho de los nueve gobernadores departamentales se haga según la regla del 50 por ciento más uno.
Por su parte, Morales afirmó desde Santa Cruz que la mayoría oficialista en la Cámara Baja no permitirá la modificación de la convocatoria, que establece que serán revocadas las autoridades que reciban en contra una votación igual o superior al porcentaje y el número total de votos obtenidos en los comicios de 2005.
Así, para revocar al presidente sería necesario casi un 54 por ciento de votos en contra, mientras que para prefectos como el de La Paz o el de Cochabamba bastaría con alrededor del 38 por ciento, o del 48 en el caso del gobernador de Santa Cruz.
Morales aseguró que los intentos de modificación del proyecto ocultan la intención de la oposición de desestabilizar el referendo, ya que «en el fondo» no quiere que el plebiscito se realice.
El mandatario reiteró que si el pueblo decide revocar su mandato convocará a «elecciones nacionales para irse a su casa» y pidió a los prefectos de la oposición que «acepten la ley» en alusión al de Cochabamba, el único que aún se resiste a someterse al referendo.
El revocatorio fue convocado de forma sorpresiva en mayo por el Senado, controlado por la alianza conservadora Poder Democrático y Social (Podemos).
Los senadores «podemistas» aprobaron el texto tal y como había sido propuesto en diciembre por Morales como salida a la crisis política que vive el país y que enfrenta su proyecto de refundación constitucional con la oposición autonomista de varias regiones.
Argumentaron entonces que así evitaban que se convoque el referendo con el que quedaría definitivamente aprobado el proyecto de Constitución que impulsa el oficialismo, porque en Bolivia no puede haber más de una consulta nacional en un año.
Por su parte, los cívicos de seis regiones, todos ellos opositores a Morales, se reunieron en Santa Cruz y manifestaron su rechazo a la ley del revocatorio que consideran «injusta» porque «otorga ventajas al presidente de manera antidemocrática».
El presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branco Marinkovic, leyó el comunicado en el que también exigen que el revocatorio se haga según la regla del «50 por ciento más uno para todos».
EFE
