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Rivales cantan victoria en Israel

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Christian Buscaglia
Por : Christian Buscaglia Periodista El Mostrador
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La diferencia de un sólo diputado entre los partidos Kadima y Likud deja a Israel frente a una situación inédita en la que el jefe del Estado deberá decidir si entrega el gobierno al partido más votado o al de mayor apoyo parlamentario.


Los dos principales partidos de Israel se autoproclamaron ganadores de los comicios generales de este martes cuyo resultado podría influir decisivamente en el proceso de paz en el Medio Oriente.

Luego de una de las campañas más reñidas de los últimos años, el centrista Partido Kadima, de la canciller Tzipi Livni, parece haberse impuesto con apenas un escaño de diferencia (28 a 27) sobre su contrincante Benjamín Netanyahu, el ex primer ministro del derechista Partido Likud.

En la sede de Kadima se escucharon gritos de alegría cuando la televisión israelí emitió los primeros resultados de encuestas.  «Hoy el pueblo escogió a Kadima», dijo Livni a sus seguidores.

«La tierra de Israel no pertenece a la derecha, al igual que la paz no pertenece a la izquierda», agregó.  Livni instó a Netanyahu a sumarse a un gobierno de unidad nacional encabezado por ella, pero el abanderado del Likud no parece estar listo a reconocer una derrota. Ambos necesitan ganar aliados de otras agrupaciones políticas para formar una coalición.

Netanyahu encabezó las encuestas durante gran parte de la campaña, pero en estos últimos días Livni logró cerrar la brecha que los separaba. Los resultados oficiales serán ofrecidos dentro de varios días.

La derecha y la paz

Muchos observadores sostienen que una coalición de derecha podría complicar los planes del presidente estadounidense Barack Obama de retomar el proceso de paz en el Medio Oriente.

Avigdor Lieberman, el líder del partido de derecha «Israel Beiteinu», que quedó en tercer lugar, podría ser una figura clave en cualquier negociación política que Kadima y el Likud llevarán adelante para lograr el respaldo de otros partidos derechistas más pequeños y así poder formar un gobierno.

«Liberman emergió como un factor decisivo», señaló el profesor de ciencias políticas de la Universidad Hebrea, Menachem Hofnung.

«Es el ganador de estas elecciones y el nombramiento del próximo primer ministro dependerá de su decisión de que partido apoyar en las próximas semanas», agregó.

Aún después de que se confirme el triunfo de Kadima por tan estrecha diferencia, los resultados logrados por sus rivales de la derecha podría complicarle las cosas a Livni a la hora de formar una coalición de gobierno, indicaron los analistas.

Sobre la base de las encuestas a boca de urna, los analistas predicen que Likud y otros partidos nacionalistas controlarán entre sí 65 de los 120 escaños del Knesset, el parlamento israelí.

Partidos de derecha

Varios de los integrantes de los pequeños partidos de derecha que han ganado escaños se oponen a las políticas de Livni.

Muchos de ellos se oponen a la idea de la canciller de realizar concesiones territoriales a cambio de la paz con los palestinos, un factor de incertidumbre adicional en el proceso de designación de un nuevo primer ministro.

«La formación de coaliciones es un proceso demorado, dificultoso y a veces sucio», señaló la corresponsal de la BBC en Tel Aviv, Katya Adler.

«Una vez que se resuelva esto, el nuevo primer ministro de Israel recibirá una economía amenazada por la recesión, conversaciones de paz desacreditadas entre los palestinos y los israelíes, y la siempre presente posibilidad de ataques de Hamas, Irán, Siria o el Hezbolá del Líbano», agregó.

Estas elecciones anticipadas fueron convocadas por el primer ministro saliente Ehud Olmert, quien enfrenta una serie de acusaciones por presunta corrupción.

Candidatos se posicionan

Netanyahu visitó las Alturas del Golán el domingo, donde reiteró -conforme a su plataforma de centroderecha en temas de seguridad- que él no le devolvería a Siria ese territorio ocupado por Israel en la guerra árabe-israelí de 1967.

En los últimos días, Netanyahu advirtió a los votantes de derecha que cualquier apoyo al partido de Lieberman en lugar de a Likud podría traducirse en una victoria estrecha para Kadima.

A pesar de que, según muchos analistas, se percibe un cambio hacia la derecha en el electorado israelí, el domingo la centrista Livni recalcó su compromiso con las negociaciones de paz patrocinadas por Estados Unidos.

«Seguiré la trayectoria que establecí con mis socios del lado palestino», le dijo la actual ministra de Relaciones Exteriores a la radio israelí.

«No estoy dispuesta a ser una primera ministra cuyas manos estén atadas en un gobierno sin ningún proceso de paz. Ése es un precio intolerable», agregó.

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