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Greenpeace: «Los gobiernos en la Comisión Ballenera Internacional debería estar avergonzados»

«Ha llegado el momento que los gobiernos pro conservación tengan que ir más allá de la retórica y su arriesgada política inactiva» dijo Junichi Sato, director de campañas de Greenpeace Japón.


En respuesta a los debates que tienen lugar hoy en la 62 reunión de la Comisión Ballenera Internacional CBI, y bajo la señal de que no habrá acuerdo, Junichi Sato, director de campañas de Greenpeace Japón, aseguró que “la falta de consenso en la cumbre de Marruecos, significará que la sangre de miles de ballenas se derraman debido a que su país junto a Noruega e Islandia siguen persiguiendo la caza comercial de ballenas con impunidad».

Agregando que «los gobiernos en la CBI debería estar avergonzados, pues se retiraron a puerta cerrada para ocultar la provocación y las peleas que han dejado a las ballenas sin avances y se aseguraron un año más de un vergonzoso status quo. Sin embargo, no podrán ocultar la vergüenza de la caza comercial de ballenas y de su inactividad. »

«Ha llegado el momento que los gobiernos pro conservación tengan que ir más allá de la retórica y su arriesgada política inactiva. Es tiempo para la acción política real y poner fin a la caza científica de Japón en el Santuario Ballenero Austral y la caza comercial de Noruega e Islandia. Hablar sin acción es sólo eso: hablar», agregó Sato.

«Durante más de treinta años, Greenpeace ha estado luchando para acabar con todas caza comercial de ballenas y nuestro compromiso de lograr su fin en todos nuestros océanos, permanece».

Estas palabras llegan como respuesta a lo señalado por el vice-presidente de la Comisión Ballenera Internacional, Anthony Liverpool, en la reunión abierta de este miércoles donde señaló que «las posiciones fundamentalistas se mantuvieron muy aparte».

Japón insiste en que su caza es para la investigación científica, sin embargo, Greenpeace ha señalado desde hace años que la carne de ballenas llega a los restaurantes más que a los laboratorios.

El Comisionado ballenero japonés, Yasue Funayama,  dijo que su país había ofrecido grandes concesiones para alcanzar un compromiso y culpó a los países que están en contra de la caza de ballenas por botar el acuerdo, debido a que ellos se negaron a aceptar la muerte de un sólo animal. «Debemos estar del lado la política y participar en una perspectiva más amplia», dijo.

Los países que están en contra de la cacería y varias ONG internacionales, como Greenpeace han estado buscando poner fin a la caza de Japón en el Santuario Ballenero Austral, y prohibir el comercio internacional de carne de ballena.

«Hemos visto que Japón está dispuesto a todo por mantener esta cacería sin sentido, insistiendo en que esto esta matanza es científica, pagando sobornos y votos en la CBI e incluso llevando a la justicia a sus propios habitantes por desenmascarar la corrupción que rodea a la industria ballenera Nipona, es tiempo de medidas categóricas en contra de este absurdo desde el mundo entero», señalo Samuel Leiva, Coordinador de Campañas de Greenpeace Chile.

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