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Transporte paralizado y otras protestas en Atenas por recortes y reformas

Desde las cinco de la madrugada de este jueves ningún medio de transporte público circula en la capital griega, lo que ha ocasionado caos de tráfico debido a que los ciudadanos se han visto obligados a usar sus vehículos privados o taxis para llegar a sus trabajos.


El transporte público de Atenas está nuevamente paralizado debido a una huelga de 48 iniciada hoy en protesta por los despidos y la reducción de sueldos en el sector.

Desde las cinco de la madrugada de este jueves ningún medio de transporte público circula en la capital griega, lo que ha ocasionado caos de tráfico debido a que los ciudadanos se han visto obligados a usar sus vehículos privados o taxis para llegar a sus trabajos.

Y mañana se sumarán a la protesta los taxistas, así que se espera un agravamiento de las dificultades para la circulación de los cerca de cinco millones de habitantes de esta ciudad. Los dueños de los 27.000 taxis del país protestarán contra la liberalización de la profesión.

Sólo está operativo el tren de cercanía que lleva al aeropuerto internacional de Atenas, «Elefterios Venizelos».

Por otro lado, los empleados municipales para la recolección de la basura decidieron anoche continuar las protestas que mantienen ya durante dos semanas, con 7.000 toneladas de basura amontonadas en las calles de la capital.

Otra acción de rechazo a las impopulares medidas del Gobierno para evitar la quiebra del país la organizan miembros del sindicato de trabajadores de la empresa de la electricidad Genop-Deh, que han ocupado el edificio central de la compañía en Atenas para evitar que se envíen a los hogares las facturas de luz, que incluyen un impuesto extraordinario sobre la propiedad.

Especialmente rechazan el que la medida no excluya cortar el suministros a quienes ya no pueden pagar un impuesto que se sitúa entre los 0,5 a 20 euros por metro cuadrado. Esa disposición afecta a unos 700.000 hogares.

«Nos quedaremos aquí hasta que nos saquen por la fuerza. No permitiremos que los hogares pobres se queden sin electricidad», declaró hoy a los medios el sindicalista Nikos Fotópulos.

En huelga están asimismo hoy los empleados del Ministerio de Cultura, por lo que todos los sitios arqueológicos y los museos, incluida la Acrópolis de Atenas, permanecen cerrados a los turistas.

Los abogados han iniciado una huelga de siete días contra la liberalización de su profesión, los guardias de las cárceles no trabajan hoy y los funcionarios de aduanas empezarán mañana una huelga de diez días.

También han dejado de trabajar, a partir de hoy y hasta el sábado, los empleados de los medios de comunicación estatales, en protesta por el cierre y la fusión de diversas emisoras y de un canal de televisión, así como el despido del 10 % del personal para reducir costes.

Las medidas de austeridad que ha impuesto el Gobierno desde hace un año y medio para reducir su enorme déficit incluyen reducir la plantilla del sector público en un 30 % hacia 2013, lo que significa que cientos de miles de funcionarios serán despidos o pasaran a la jubilación adelantada.

Los sindicatos mayoritarios han convocado una huelga general de 24 horas para el próximo miércoles, cuando se volverán a paralizar los vuelos y la actividad económica del país.

El primer ministro, Yorgos Papandréu, viaja hoy a Bruselas, donde se reunirá con los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy y de la zona del euro, Jean-Claude Juncker.

Según han recogido los medios locales, Papandréu reconoció ayer, en una reunión del Consejo de Ministros en Atenas, que abordará en Bruselas una probable reestructuración de la deuda, pues están en negociación «todas las maneras».

Sobre la mesa de negociaciones habría una «mejora» del acuerdo alcanzado por la cumbre europea el pasado 21 de julio para resolver el problema griego, donde la quita del 21 % prevista inicialmente podría ser elevada hasta un nivel de entre el 30 y el 50 %.

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