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La lucha por Damasco se intensifica y rebeldes controlan parte de fronteras

Este recrudecimiento de la violencia se produce después de que en el atentado de ayer contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco perecieran el ministro de Defensa, Daud Abdelá Rayiha, el viceministro de este departamento y cuñado de Al Assad, Asef Shaukat, y el asistente presidencial Hasan Turkmani.


La lucha entre los rebeldes y las tropas gubernamentales por el control de Damasco se libró hoy calle a calle en medio de duros bombardeos, mientras los insurgentes lograron hacerse con el control de muchos pasos fronterizos.

Tras el atentado que descabezó la víspera el Ministerio sirio de Defensa, el mayor golpe asestado por los rebeldes al régimen desde marzo de 2011, las fuerzas leales al presidente Bashar al Assad intensificaron sus acciones tanto en Damasco como en otras ciudades.

En una escalada de la violencia de difícil solución, los combates prosiguieron en barrios como Al Midan y Al Qabun, según los grupos opositores, aunque las autoridades afirman perseguir a supuestos terroristas.

El «número dos» del rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), Malek Kurdi, explicó a Efe por teléfono que en estos dos barrios se libran duros enfrentamientos y que las tropas del régimen han irrumpido en ellos con tanques.

Otras zonas de la capital donde se registran combates y son atacadas por la artillería del régimen son Kafr Susa, Al Mezzeh y Al Tadamun, así como varias localidades de la periferia de Damasco como Dumair, Zabadani y Tal.

También en conversación telefónica con Efe, el activista Abu Qais al Shami, vecino de Al Tadamun, apuntó que este distrito está cercado por los soldados leales a Al Assad, que lo bombardean con helicópteros.

La oposición denunció asimismo las muertes de más de un centenar de personas por la violencia en el país, principalmente en Damasco y sus alrededores. Según los Comités de Coordinación Local esta cifra asciende a 134, entre civiles y desertores, mientras que el Observatorio Sirio de Derechos Humanos documentó 124.

Este recrudecimiento de la violencia se produce después de que en el atentado de ayer contra la sede de la Seguridad Nacional en Damasco perecieran el ministro de Defensa, Daud Abdelá Rayiha, el viceministro de este departamento y cuñado de Al Asad, Asef Shaukat, y el asistente presidencial Hasan Turkmani.

Si este atentado ya marcó un hito en la rebelión el anuncio de que los rebeldes controlan al menos ocho puestos fronterizo con Irak y dos con Turquía, también supone un punto de inflexión en el conflicto.

Kurdi explicó que las tropas gubernamentales sirias huyeron de esos ocho puestos iraquíes, entre ellos el principal de Al Bukamal, y que los pasos de Bab el Haua y Bab el Salama, ubicados en la frontera con Turquía, también están bajo el control del ELS.

Una fuente policial iraquí confirmó a Efe que todos los puestos fronterizos con Irak de la provincia de Al Anbar, la que comparte una mayor frontera con Siria, están en manos rebeldes.

Ante la incertidumbre despertada, durante esta jornada medios de comunicación especularon con que el presidente se había trasladado a la ciudad de Latakia (noroeste) para planear una respuesta al ataque.

Sin embargo, una fuente oficial aseguró a Efe que Al Asad se encuentra en Damasco y acudió hoy a su oficina para desempeñar sus labores.

Entre la agenda del jefe de Estado estuvo la toma de posesión del nuevo ministro de Defensa, el general Fahd Yasem al Freich, designado ayer tras la muerte de su antecesor.

La televisión siria difundió unas breves imágenes de Al Asad en el acto de investidura y posterior reunión con Al Freich, las primeras del presidente desde el atentado.

No se espera un cambio en la política de Defensa, ya que Al Freich aseguró ayer que el atentado no disuadirá al Ejército de continuar con su lucha contra los terroristas, a los que el régimen acusa de la violencia en Damasco.

Aunque las posturas son cada vez más polarizadas, el jefe de los observadores de la ONU en Siria, el general Robert Mood, hizo hincapié en que el Gobierno y la oposición deben hacer «las concesiones necesarias» para sentarse a la mesa de negociaciones.

«Sé que la decisión a favor de la paz es más complicada que la de la guerra. Pero he aprendido (…) que es mejor esa opción incluso si puedes ganar la guerra», subrayó el general, que reconoció, sin embargo, que Siria no está en el camino de la paz.

En cuanto al Consejo de Seguridad de la ONU, que celebró hoy una reunión sobre Siria, Mood pidió «una unidad efectiva en torno a un plan político».

Unas palabras que cayeron en saco roto, ya que este órgano internacional volvió a fracasar en alcanzar un consenso con el veto de Rusia y China a una resolución para imponer sanciones al régimen de Al Asad, que deja también en el aire el futuro de la misión de observadores.

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