«La Policía ha recurrido a palizas, detenciones arbitrarias, ataques contra heridos en hospitales y torturas, pero no se ha presentado ni una sola denuncia contra los responsables», sostuvo la organización.
La organización humanitaria Amnistía Internacional denunció hoy «graves» violaciones de derechos humanos por las fuerzas del orden en las islas Maldivas, del Océano Índico, sumidas en la inestabilidad política desde el pasado mes de febrero.
«La Policía ha recurrido a palizas, detenciones arbitrarias, ataques contra heridos en hospitales y torturas, pero no se ha presentado ni una sola denuncia contra los responsables», aseguró en una nota de prensa el experto de la organización Abas Faiz.
Amnistía presentó hoy un nuevo informe titulado «La otra cara del paraíso: una crisis de derechos humanos», que según la organización documenta ataques contra activistas opositores y viandantes en la acción policial contra manifestaciones políticas.
El archipiélago del Índico se halla sumido en una incierta transición tras la dimisión el pasado 7 de febrero del presidente Mohamed Nasheed, entre protestas de la oposición y una revuelta de la Policía.
Nasheed dijo incluso haber tenido que dimitir «a punta de pistola», algo que no ha sido confirmado por fuentes independientes.
Nasheed fue sustituido en el cargo por Mohammed Waheed, hasta entonces su aliado, pero el expresidente inició a su vez una ola de protestas de sus simpatizantes que fueron reprimidas por la Policía.
De acuerdo con el informe de AI, aquellas protestas llevaron aparejadas torturas policiales como la que sufrió la diputada Mariya Didi, que dijo haber sido golpeada por la Policía y atacada con pimienta en los ojos.
«Ha habido hasta ahora un completo fracaso en la persecución de la policía o los oficiales militares implicados en las violaciones de los derechos humanos», agregó Faiz.
Amnistía denuncia en su informe las deficiencias de la justicia maldiva y pide una acción internacional, la apertura de investigaciones sobre las denuncias de violencia y la reforma del sistema penal para «garantizar su independencia e integridad».
El país, que celebrará elecciones presidenciales en julio de 2013, es un archipiélago compuesto por cerca de 1.200 islas y habitado por 350.000 personas, en su mayoría musulmanes, y sus principales fuentes de ingresos son la pesca y el turismo.
