Publicidad
Caso Banco Vaticano: Sacerdote es detenido por segunda vez acusado de lavado de dinero

Caso Banco Vaticano: Sacerdote es detenido por segunda vez acusado de lavado de dinero

Nunzio Scarano, el llamado “Monseñor 500”, por su afición a los billetes de 500 euros, fue arrestado por la policía italiana acusado de armar un sistema para hacer pasar dinero ilícito como donaciones para los pobres. A Scarano ya se le había detenido en junio pasado, oportunidad donde el Papa Francisco declaró que el prelado “no ha ido a la cárcel porque se pareciera a la beata Imelda. No era un santo”.


En junio pasado la policía italiana detuvo al monseñor Nunzio Scarano por lavado de dinero, luego que se descubriera que había plantado una operación que incluía la ayuda de un ex agente de los servicios secretos italianos y una avioneta que viajaba desde Suiza a Italia con 20 millones de euros. En esa oportunidad el sacerdote fue puesto bajo arresto domiciliario.

Hoy el prelado fue detenido nuevamente por el mismo delito, al descubrir que Scarano había ideado un sistema en que se ocupaba al Banco Vaticano para el blanqueo de capitales que consistía en hacer pasar como donaciones grandes cantidades de dinero de procedencia ilícita.

El sistema era tan rentable que la policía ha incautado inmuebles y cuentas corrientes por un valor cercano a los seis millones de euros. Junto con Scarano, también fue detenido Luigi Noli, párroco de Salerno. Además el prelado se jactaba de tener departamentos de 400 metros cuadrados y varias cuentas en el Banco Vaticano.

En relación a esto último, la justicia italiana ha pedido al Estado Vaticano tener acceso a algunas de las cuentas de Scarano, ya que al momento de su detención presidía el APSA, el organismo que administra gran parte de las propiedades y depósitos de la Santa Sede, según informa el diario El País.

En su primera detención, el Papa Francisco reconoció que el llamado Monseñor 500, por su afición por los billetes de 500 euros, “No ha ido a la cárcel porque se pareciera a la beata Imelda. No era un santo”. En esa oportunidad el Santo Padre destituyó a Paolo Cipriani, director general del banco.

Estas acusaciones vuelven a enturbiar la imagen del Banco Vaticano, que cada cierto tiempo hace noticia por prácticas poco claras, siendo la más emblemática la vinculación que tuvo con la muerte del Papa Juan Pablo I, en donde se especuló que había sido asesinado por miembros de la mafia que tenía negocios ilícitos con la banca vaticana.

Publicidad

Tendencias