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Oposición política de Brasil acelera solicitud de destitución contra Dilma Rousseff Encuesta de Datanalisis indica que el 63% de los brasileños apoya la moción

Oposición política de Brasil acelera solicitud de destitución contra Dilma Rousseff

El caso Petrobras ha calado hondo en contingencia brasileña, la vinculación de políticos del PT, mismo partido de la mandataria, con los sobornos entregados por las principales empresas constructoras del país, no ha dejado indiferente a la ciudadanía. El pasado domingo más de 500.000 personas marcharon en contra de la corrupción y de la presidenta.


Las cosas en Brasil cada vez se complican más desde que estalló el caso Petrobras, uno de los más grandes episodios de corrupción que ha registrado ese país, haciendo que la popularidad y el respaldo a la presidenta Dilma Rousseff se hayan desplomado.

El caso Petrobras operaba de la siguiente forma: miembros de los principales empresas constructoras de Brasil, se dividían contratos de la petrolera estatal y determinaban hasta los porcentajes de los sobornos, que alcanzaban cerca del 3% del presupuesto total, dineros que iban a parar a políticos y empresarios. Dichas empresas mantienen contratos por 23.000 millones de dólares con Petrobras. Todo operaba bajo el alero de «Compre Nacional», política implementada por Dilma Rousseff cuando era ministra de Energía.

Hasta el momento la Justicia brasilera ha juzgado formalmente a 39 personas por lavado de dinero, corrupción y formación de organización criminal. Además, la Fiscalía ha iniciado en total 279 procedimientos, que implican investigaciones sobre 150 personas y 232 empresas. En el último año se han dictado 64 órdenes de prisión efectiva, según indico El País.

Son diversos los políticos de la lista del procurador general, Rodrigo Janot, que han sido vinculados al caso, entre ellos miembros el Partido de Los Trabajadores (PT), donde milita la mandataria, y sus aliados el PDMB y el PP.

Es en este contexto que diversas manifestaciones se han desatado el Brasil. El pasado domingo, más de 500.000 personas marcharon en contra de la presidenta, la que fue apoyada por el presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y rival de Rousseff, Aécio Neves. Esto se suma a una encuesta de Datanalisis, de la semana pasada, la que indica que el 63% de los brasileños apoya la destitución de la mandataria.

Números que tuvieron eco en la oposición brasileña: «Llegamos al límite de una insatisfacción clara y expresiva que debe ser construida, de forma legítima y dentro de las reglas constitucionales, en forma de pedido de impeachment de la presidenta Dilma Rousseff», dijo Bruno Araújo, líder de la bancada del PSDB en la Cámara de Diputados.

Según el medio Brasil247, el parlamentario Araújo llevará la postura a la máxima instancia de su partido, para poder formalizarla. «Neves escuchará, de parte de un conjunto muy expresivo de la bancada federal, que es hora de que el partido avance para formalizar un pedido de separación de la presidenta del cargo, por todos los hechos que son de público conocimiento en Brasil», dijo Araújo.

«Y que no me venga el Partido de los Trabajadores a hablar de golpe, porque leí en la tribuna de la Cámara un pedido de impeachment firmado por (el ex diputado y ex presidente del PT, luego detenido) José Genoíno contra Fernando Henrique Cardoso; todos saben dónde está José Genoíno ahora y dónde está Fernando Henrique Cardoso», agregó el líder parlamentario del PSDB, según Infobae.

El procurador general de la República, Rodrigo Janot, ya desestimó dos veces la solicitud de la oposición para que Rousseff sea investigada, por otra parte el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también archivó una solicitud de impeachment por considerarla «inconstitucional».

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