Publicidad
Procesado por la justicia internacional, Omar Al Bashir logra abandonar Sudáfrica

Procesado por la justicia internacional, Omar Al Bashir logra abandonar Sudáfrica

Procesado por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio en la región de Darfur, donde la violencia costó más de 300.000 vidas a partir de 2003, el Presidente de Sudán ha logrado arrancar a una decena de países sin ser arrestado desde la primera orden de detención en 2009.


A pesar de dos órdenes internacionales de captura, Omar Al Bashir se escapó nuevamente del Corte Penal Internacional (CPI) este lunes. El presidente de Sudán, quien asistía a la cumbre de la Unión africana (UA), abandonó Johannesburgo con destino a Jartum en el avión presidencial a las 11:00 horas, pese a que ayer un tribunal sudafricano ordenó impedir su salida del país.

Es un nuevo fracaso para la CPI. Procesado por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio en la región de Darfur, donde la violencia costó más de 300.000 vidas a partir de 2003, Al Bashir ha logrado arrancar a una decena de países sin ser arrestado desde la primera orden de detención en 2009.

Ante la llegada del presidente sudanés a Sudáfrica, la CPI había instado a Pretoria a detener a Al Bashir. La marcha de este último se produjo antes de que el Tribunal Superior de Pretoria ordenara impedir su salida del país y detenerlo.

Inmunidad y apoyo

Sin embargo, las autoridades de Johannesburgo se opusieron desde el principio al arresto de Al Bashir y habían aprobado un decreto para garantizar impunidad a todos los líderes que participaran en la cumbre africana.

El presidente sudanés también tiene el apoyo de la UA que le niega a la CPI el derecho de perseguir a jefes de Estado en ejercicio. Además, Omar Al Bashir se beneficia de un estatuto de interlocutor privilegiado entre el mundo árabe y África, y de garante de estabilidad en la región, lo cual explica que varios países se muestran reticentes a entregarlo a la justicia internacional.

El fiscal adjunto de la CPI, James Stewart, sin embargo se mostró optimista: “al final, esto podría reforzarnos, y no ser un revés como algunos podrían pensarlo”. Es la primera vez que un país intenta impedir a un jefe de Estado en ejercicio que salga del país bajo una solicitud de la CPI.

Publicidad

Tendencias