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Republicanos: una votación pintoresca y patriótica para nominar a un magnate

Republicanos: una votación pintoresca y patriótica para nominar a un magnate

Siguió el guión establecido y sellado en el imaginario colectivo en series como «House of Cards», aunque en lugar del nombre Frank Underwood los gritos ensordecedores eran aquí de «¡Queremos a Trump!».


El multimillonario neoyorquino Donald Trump salió nominado como candidato republicano a la Casa Blanca en una votación pintoresca y patriótica, sin revuelta de los delegados disidentes que el lunes fracasaron en su intento de cambiar las normas de la Convención Republicana en Cleveland (Ohio).

La votación, que duró unas dos horas, siguió ese guión establecido y sellado en el imaginario colectivo en series políticas estadounidenses como «The West Wing» o «House of Cards», aunque en lugar de los nombres de Matt Santos o Frank Underwood los gritos ensordecedores eran aquí de «¡Queremos a Trump!».

Por orden alfabético, de Alabama a Wyoming, los 50 estados, el capitalino Distrito de Columbia y los territorios estadounidenses anunciaron sus votos con la espectacularidad propia de una convención política en el país de las barras y estrellas.

La votación es, también, una suerte de viaje turístico por Estados Unidos, en el que cada estado «vende» con orgullo lo que le hace especial.

«Venimos de Idaho, donde tenemos famosas patatas»; «Somos Florida, el paraíso donde tú vas de vacaciones y nosotros vivimos»; «Somos Kentucky, donde la gente sigue respetando a Dios, la Constitución, las Fuerzas Armadas y a sus policías», fueron algunas de las más aplaudidas.

Entre los 2.472 delegados con derecho a voto, los más fáciles de identificar desde cualquier punto del impresionante pabellón Quicken Loans, templo de LeBron James y los Cavaliers (ganadores de la NBA este año), son los de Texas, uniformados con su inconfundible sombrero de ‘cowboy’, la camisa con la estrella solitaria de su bandera, los ‘jeans’ y las botas de vaquero.

El grupo de Michigan tuvo un gesto muy aplaudido con el estado anfitrión, Ohio, al vestir camisetas de deporte de color rojo similares a la del popular equipo local de fútbol estadounidense Ohio State.

La aparición que más sorprendió fue la del ex director de campaña despedido por Trump, Corey Lewandowski, quien anunció los votos de Nuevo Hampshire con pasión y se refirió al magnate como «mi amigo».

También llamó la atención que la primera gobernadora hispana del país, Susana Martínez (Nuevo México), hablara en el pleno y presentara al delegado más joven de su grupo, encargado de anunciar los votos, después de los sonoros desencuentros que tuvo con el magnate.

Por Nueva Jersey fue el hijo del gobernador Chris Christie, fiel escudero de Trump, el encargado de anunciar con visible emoción los votos para «el próximo presidente de Estados Unidos».

Otra cara conocida fue la del gobernador de Wisconsin, Scott Walker, promesa fallida de las primarias y encargado hoy de anunciar los votos de su estado para su exrival Donald Trump.

Pero sin duda el momento más emotivo fue cuando los cuatro hijos adultos de Donald Trump anunciaron los votos de Nueva York, estado natal del magnate y el que hoy le dio los apoyos para superar la barrera de los 1.237 delegados que le convirtieron en candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca.

Entonces el pabellón se convirtió en una fiesta, en la que miles de delegados, invitados e incluso algún periodista contagiado por la emoción del momento bailaron la mítica «New York, New York», popularizada por Frank Sinatra.

Un broche de oro, el color del que se impregnaron todas las pantallas, para un momento que muchos en Estados Unidos -y en el resto del mundo- nunca pensaron que podría llegar: el incendiario multimillonario y novato político Donald Trump es candidato del Partido Republicano a la Presidencia.

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